A pasos muy lentos, se ha ido recuperando la memoria histórica de una parte del legado de la extinta Editorial Bruguera en lo que concierne a sus tebeos. Ha habido recuperaciones en forma de tomos de sus diferentes dibujantes y de sus en otros tiempos populares creaciones, además de algunos libros teóricos sobre ellos. Sin embargo, no nos engañemos, es una recuperación paupérrima, la más celebrada fue ya en le lejano 2009 con los tomos de Clásicos del humor de RBA, algunos Super Humor de Ediciones B y, ahora por parte Penguin Random House. Además de todo lo mencionado, a veces aparecen curiosidades como este sentido homenaje a la editorial Bruguera en forma de cómic titulado El Pacto que ha perpetrado Paco Sordo. Un homenaje, eso sí, con tintes de comedia negra…
A mediados de los años cincuenta Miguel Gorriaga es un joven aspirante a dibujante bastante malo que quiere trabajar en la todopoderosa Editorial Bruguera. Para ello y a instancias del director editorial Rafael González tendrá que imitar el estilo de una de las estrellas de la casa, Manuel Vázquez, el creador de Las Hermanas Gilda (Su Anacleto Agente secreto y otros personajes vendrían mucho después). El dibujo de Gorriaga está bastante verde y no cree que pueda imitar el estilo de Vázquez, al cual también admira mucho, pero es que además Gorriaga esta un poco, digamos, perturbado, por lo que llevará a cabo un diabólico plan.
Paco Sordo juega de maravilla en El Pacto con la realidad y la ficción para trasladarnos a los años cincuenta de la Editorial Bruguera, en la que los dibujantes se veían obligados a imitar estilos de otros. Compone un efectivo retrato de su director Rafael González y sobre todo de Vázquez tanto a nivel de caricatura como en lo personal y psíquico. El Pacto es un relato realista que juega con las reiteradas desapariciones de Vázquez durante largos periodos en los que se iba a vivir la vida, mezclándolo con una trama sórdida al mejor estilo de Misery de Stephen King. Además El Pacto pone en relieve las condiciones casi de esclavitud que los autores sufrían en Bruguera, en aquellos tiempos de explotación editorial.
A medida que avanza la historia, se intercalan diferentes personajes reales y alguno que no del mundo de la historieta, ya sean dibujantes, divulgadores, editores o ex trabajadores que explican mirando directamente a cámara, entresijos editoriales de Bruguera, o aspectos de la vida de Vázquez y de la historia que estás leyendo, como si de un documental en presente que nos cuenta el la historia que hay detrás. Esto esta muy conseguido y aporta mucho contexto y necesaria información para el lector más profano que se acerque a este cómic. Ahí tenemos a Francisco Ibáñez, Jaume Rovira, Carlos Areces, Mel Prats… convertidos en conseguidas caricaturas. En la del dibujante Ibáñez, clava hasta su manera de expresarse.
El Pacto llama la atención por su estilo de dibujo y color que imita el bitono de aquellas añejas publicaciones. Tres o cuatro viñetas por página, muy grandes con dibujos esquemáticos, muy repetitivos, algunos casi idénticos y abusando del plano medio corto pero logrando captar el interés en la lectura, a pesar también de su escueto texto. Esta forma de dibujar no es badalí, ya que Paco Sordo es posible que quiera representar aquella economía de recursos y repeticiones de dibujos que solían llevar a cabo los dibujantes de Bruguera cuando la cantidad de páginas a entregar apremiaba.
Como curiosidad y rizando el rizo, Sordo quiso presentar esta historia, realizada durante el confinamiento, al concurso Premio Bruguera de cómic y Novela Gráfica que organiza Penguin Random House, pero desgraciadamente no supo si pudo llegar a tiempo por culpa de correos o fue descartada en la editorial, con lo que finalmente ha sido editada por la editorial Nuevo Nueve. En esta página el autor bromea con ello:
Este no es un cómic para todos los públicos, ya no solo por el tipo de dibujo sino por la historia en sí, pues entra mejor e interesa más si ya estas familiarizado con la historia dela editorial Bruguera, aunque repito, los protagonistas que van realizando declaraciones, aportan esa información de contexto. De todas formas, no hubiera estado de más poner al final del cómic una pequeña biografía de estos personajes invitados.
Como es habitual, en algún momento, se juega con el metalenguaje mostrando las páginas de cómic que realiza Gorriaga.
Otro apunte curioso, relacionado con la temática de El Pacto, pero fuera de esta historia, es la que comentaba Jaume Rovira en esta entrevista: No fueron muchos meses los que entinte las páginas las Hermana Gilda, La abuelita Paz y algún Feliciano de Vázquez, pero apasionantes, siempre tuve una relación fantástica con Vázquez, aprendí mucho con él, sobre todo al observar como dibujaba en directo, y es que cómo nunca tenía preparadas las páginas a entintar el día y la hora que habíamos quedado, las dibujaba rápidamente estando yo allá, y la mayoría de veces, improvisaba el guión, así era más divertido para él, le fastidiaba mucho la rutina que todo el mundo seguía en este trabajo. También es justo que diga, que el trabajo de entintador me lo pagaba él y no la editorial, y el día de cobro íbamos juntos a caja y me daba la parte que correspondía al instante, nunca tuve el mas mínimo problema (..) después me invitaba a un café, comentando cosas de la gente que pasaba, o de la vida en general, sus comentarios sarcásticos no tenían desperdicio. Entrevista realizada por Diego Cara en Tebeolandia n.º 10 Epoca 2 (2015). Para saber más.
Paco Sordo realiza un buen homenaje Vázquez y a la editorial Bruguera en esa época de sombras en el apartado laboral, construyendo una historia con tintes de thriller negro. Un homenaje presentado en un cómic extraño y peculiar por su dibujo sintético, la parecida composición de página, los recursos repetitivos… Todo un conjunto que hasta resulta hipnótico pero con ciertos altibajos en la historia. Luego tenemos esa llamativa portada que imita la maqueta de la colección Joyas Literarias Juveniles de Bruguera, en que por cierto, los autores que participaban en esta colección se esforzaban dando bastante variedad visual en las viñetas, dentro del corsé de la colección.
El Pacto de Paco Sordo es un cómic arriesgado ya por su formato que gustará a ciertos lectores, a otros dejará indiferentes y otros exclamarán ¿pero que clase de tomadura de pelo es esta?. ¡Lo cual no esta nada mal!. Además el Pacto se llevó el premio como mejor obra española publicada en 2021 en el Salón Cómic Barcelona de este año, por encima de obras como Contrapaso de Teresa Valero. ¡Casi nada!
EL PACTO de Paco Sordo
PVP: 18,00€
Medidas: 24 x 17cm | 112 pags. | Tapa Dura
Editorial Nuevo Nueve
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