Júlia Molins es una joven actriz que ha ido dándose a conocer poco a poco. Se formó como actriz en varias aulas y escuelas de interpretación como
Nancy Tuñón,
Aules, El Timbal,
Eòlia y el estudio de la coach
Laura Jou. Ya la hemos visto en papeles en series de televisión como
Kubala, Moreno i Manchón (2012),
La Riera (2013)
y Seis hermanas (2015), y sobre todo en ese caramelo de personaje que fue la
Ona en la serie
Cites; en obras de teatro como
Utilitat programada y
La luz más oscura y en algunos cortometrajes. Los que eran niños hará unos siete años pueden recordarla en el
Club Super3. Una carrera que se va afianzando a cada nuevo trabajo. No en vano recientemente ha recibido el premio
Auguri Sita Murt, dedicado a las jóvenes promesas del oficio, en La 14ª edición de
Zoom, el
Festival Internacional de Ficción Televisiva. Tuve el placer de entrevistar a esta actriz de sonrisa contagiosa. Hoy conoceremos un poco más a
Júlia Molins.
ENTREVISTA A
JÚLIA MOLINS (1ª parte)
Foto: Victor Kipling
victor supertramp
-¿Cuando empezaste a sentir la llamada de la interpretación?
Cuando era muy pequeña jugaba a interpretar. En cenas y comidas familiares interpretaba a un personaje, de repente aparecía otra invitada que también era yo. Es algo que siempre he llevado dentro.
Una Super 3 desde pequeña que acabó siendo una Super 3
-¿Cual fue tu primera vez?
Mis padres me apuntaron a una escuela de teatro musical cuando yo tenia diez años y ya hacíamos interpretaciones y obras de teatro. Pero profesionalmente, mi primera vez fue cuando tenia 11 años en la fiesta del Club Super 3
-¿Tus padres te han apoyado?
Sí, en esto he tenido mucha suerte. Soy hija única y mis padres no se dedican a esto, tienen un herbolario. Me han apoyado mucho y me dan muy buenos consejos.
De hecho en la
trastienda de la herboristería ensayaba su compañía teatral.
-Siete años formando parte del grupo musical SP3 del Club Super3, en un tiempo en que ya no se estilan tantos los grupos infantiles musicales. Ahí bailabas y cantabas. ¿Cómo fue esa experiencia?
Empecé cuando tenia 11 años y estuve hasta los 19. Hice como 8 fiestas de los Supers. Aprendí muchísimo ya que allí interpretábamos, bailábamos y cantábamos a la vez y eso te da muchas tablas. Hicimos mogollón de bolos por toda Cataluña. Una experiencia única y los amigos que hice siguen siéndolo ahora.
Dos momentos SP3
-¿Tengo entendido que también bailas claqué?
En la escuela musical Memory en la que estuve desde los 11 a los 19 años, se hacia jazz, canto, interpretación y también claqué. Eran cuatro asignaturas que todo el mundo hacía. Me gustaba mucho y de pequeña creo que se me daba bastante bien, pero ya lo dejé.
-¿Tienen alguna manía a la hora de salir al escenario?
Siempre intento calentar un poco el cuerpo, no es ningún ritual. Mover las extremidades. No tengo nada en plan “antes de salir le doy un beso a algo”.
-¿Pasas muchos nervios iniciales?
Cuando es el estreno o es la primera vez que se hacen funciones, tienes nervios que te lo hacen pasar un poco mal, pero después cuando ya has cogido el personaje, has hecho más funciones y estas más tranquila, son unos nervios diferentes. Son importantes también, y los hay, pero los sabes gestionar mejor, son divertidos y te dan como fuerza para salir. Pero sí, siempre hay nervios.
-¿Dicen que los actores son gente tímida?
Sí, pero también conozco muchos actores que no lo son. Hay un poco de todo. Me imagino que hay gente, sobre todo niños pequeños, a que les dicen eres muy tímido, te tienes que apuntar a teatro. Y entonces igual les gusta por que pueden ser ellos mismos… Yo cuando tengo que actuar delante de una cámara tengo desparpajo o estoy tranquila, pero si tengo que decir algo de mi misma delante de cámara, entonces me pongo más nerviosa. No se si es algo de timidez o a lo mejor es que cuando no eres tu y eres otra persona dejas la timidez a un lado.
-¿Que nos encontramos en la obra de teatro La luz más oscura que pudimos ver en Barcelona?
En un poco de todo. Es como un túnel del terror. No solo es miedo o tensión, sino que también hay angustia y diversión. También depende de la predisposición con la que vengas. Si vienes con ganas de pasártelo bien yo creo que te lo pasas bien, pero si vienes con la idea de pasar miedo, y no lo pasas...
-La luz más oscura es una obra complicada. ¿Por que?
Partimos de la base que hacer miedo en un teatro no se ha hecho mucho. No sabes a qué cogerte, es como un experimento, no sabes si ir por aquí o por allí. En ese aspecto es complicado. Hablándote de mi personaje: Hay veces en que tienes que interpretar, que se yo, que te deja un novio. Como seguramente lo has vivido, tienes en donde agarrarte. Pero en el momento en que tienes que defender que te visita el demonio... Una cosa que, por cierto, nunca me ha pasado (risas) y espero que no me pase, no puedes cogerte a algo en concreto, a una experiencia vivida. Tienes que crear el mundo, imaginártelo. Es un juego de imaginación y eso es difícil y a la vez interesante.
-El terror no es un género que se prodiga mucho en el teatro. ¿Por qué crees que sucede esto?
Es difícil. Tu vas al cine y ves la película con la música y de repente te dan un susto, pero en un teatro en que lo actores tienen que estar en el escenario y que hay una distancia... es complicado, a no ser que hagas un túnel de terror o des sustos, que al final es a lo que nos hemos agarrado un poco en esta obra. El miedo en el teatro aún esta por descubrir.
-No es la primera vez que te enfrentas al terror pues también participaste en la película Hooked Up, rodada íntegramente con un Iphone? ¿Cómo fue la experiencia?
Muy guay. Tenia 18 años recién cumplidos. Mi primera película y algo diferente al teatro musical. Hasta esa edad solo había hecho Super3. Una película complicada porque era de miedo de chillar. Yo era una víctima que me hacían de todo, también tenia escenas desnuda y era pequeña aún. Pero el equipo estaba súper majo, y me trataron muy bien. Estuvimos dos semanas en Navarra. Me acuerdo de que cuando volví de filmar esa
película que era lo primero que rodé en mi vida, pensaba ¡quiero hacer esto siempre!. Me encantó, a pesar de lo complicado que fue, porque pasé frio, calor, desnudos… pero muy bien y esta experiencia me dejó más claro a lo que me quería dedicar.
-¿Te gustan las películas de terror?
Me encanta ir a verlas al cine. No soy de las que van en cuanto se estrenan. En casa es otra cosa. No voy sola al cine, me gusta el miedo, pero siempre voy con una amiga, que odia el terror, ella lo pasa mal (risas) pero forma parte del ritual.
Dos divertidos momentos del rodaje Hooked Up.
-¿En que género te sientes más cómoda?
Actuando me gusta mucho la comedia y me lo paso muy bien.
-Hay muchos grupos teatrales que empiezan e intentan darse a conocer pero quedan asfixiados en el vericueto del circuito teatral. ¿Es tan duro vivir de este arte?
Es complicado si quieres hacer una compañía de teatro… Compañías de teatro que se ganen bien la vida son la grandes como
Dagoll Dagom. La obra
Utilitat programada fue muy complicada, no se gana dinero, lo pierdes. La gente va poco al teatro y la gente joven aún menos.
¿Vivir del teatro? Si formas una compañía, no, si estás cuatro meses haciendo un musical como Hoy no me puedo levantar, o si estás en el
Lliure en una obra de dos meses, pues sí. Vives del teatro cuando son grandes producciones.
Utilitat Progrmada. Foto: Marina Castells Sanchez
-¿Con quién has aprendido más en esta profesión?
Más que de una persona, es de los proyectos y las personas que me han acompañado. Por ejemplo del
Club Super 3 aprendí muchísimo, sobre todo de mis compañeros. Donde aprendo también es en la serie
Seis Hermanas, porque al ser diaria te da una gran experiencia delante de la cámara, porque no hay mucho tiempo, vas muy rápido y te diriges tú misma. De esas cosas aprendo. También con profesores que he tenido, en la
Nancy Tuñón estuve tres años y con
Pepa Fluvià mi profesora aprendí muchísimo. Cuando empecé a trabajar me agarraba a lo que ella me enseñó.
-¿Como le va a vuestra compañía La Hydra?
Ahora mismo estamos parados, después de la ultima obra Utilitat Programada que no fue muy bien, porque tuvimos muchos problemas. La idea era buena, pero al final no acabó de funcionar. Como perdimos mucho dinero, no es que estemos arruinados (risas), pero acabamos muy saturados. Somos jóvenes y a veces no tienes ayudas. Si viene algo que nos motive a saco lo haremos. Pero ahora ponernos a pensar, no, estamos de descanso.
-¿De donde viene el nombre de la compañía?
La compañía somos dos chicos y tres chicas. Inicialmente eramos tres y tres. Se formo porque íbamos juntos a teatro musical, a Memory, y cuando terminamos queríamos seguir haciendo cosas porque somos amigos y nos entendemos bien. El nombre tenía que ser como algo muy nuestro, pero era difícil, y al final cogimos La Hydra que es un monstruo mitológico griego que poseía la capacidad de regenerar dos cabezas por cada una que perdía, es decir, tenía solo un cuerpo y muchas cabezas, y eso somos un poco nosotros.
Y en la segunda parte de esta entrevista: Cites, Seis Hermanas, nuevas series, terror y algún desnudo, entre otras cosas. Entrevista realizada un 26 Octubre 2016.