En la presentación estuvieron Jordi Canyissà, Jaume Capdevila, Alfons Moliné y Jaume Rovira. Canyissà hizo las presentaciones y centró su discurso en el libro. Capdevila fue más informal en su intervención. Alfons Moliné hizo un breve recorrido más académico por la vida en viñetas de Vázquez. Y Jaume Rovira habló de Vázquez en primera persona ya que trabajaron juntos. La verdad es que me hacia mucha ilusión conocer a Rovira en persona y nunca había tenido la ocasión hasta ese momento. De hecho asistí al acto en un 70 % por su presencia. Un autor que estuvo muy amable al final del acto y que fue un placer conocer.Las dos más famosas creaciones de Rovira que duermen el sueño de los justos: Segis y Olivio y Los 5 amiguetes.Jordi Canyissà afirmó que “una de las cosas que me gustó de la entrevista a Jaume Rovira que se recoge en el libro es la sensación que tuve leyendo esta entrevista tuya hablando del Vázquez. Tenía la sensación que estaba mirando al Vázquez por encima del hombro. Que tenía un momento de intimidad y proximidad con el dibujante y lo veía trabajando.”
Aquí tenéis la transcripción de lo que contó Jaume Rovira:Jaume Rovira en la conferencia y caricatura de Vázquez El protagonista aquí es el libro de Vázquez. Como lector me ha gustado mucho esta visión poliédrica de este personaje. Es un libro muy completo y esta muy bien. Hay muchas cosas que yo desconocía, me ha gustado mucho. Esto en primer lugar.
Hablar de Vázquez es muy complicado porque era dibujante, era una persona y era un personaje y a veces no sabias con quien estabas. Yo me centraré más bien con el dibujante que conocí que para mi fue una suerte porque yo era muy jovencito. Yo era hijo de la generación de los nacidos en los cincuenta, yo me había alimentado cada sábado de los tebeos que salían y admiraba mucho los de esta gente. Los conocía a todos y me sabia de memoria sus personajes. Y precisamente uno de los que más admiraba era Vázquez. Llegue a Bruguera muy jovencito y al poco de estar ahí me dijeron mira lo que podrías hacer es ayudar a Vázquez. Se me abrieron los ojos como galletas. ¡Madre santísima! Aun no lo conocía, porque había ido conociendo a todos los dibujantes: Escobar, Peñarroya, Raf pero al Vázquez no se le veía por allí. Siempre iba a su aire, como solitario.
Me lo presentaron, y fue una relación muy corta pero muy intensa para mi y aprendí mucho de él. Naturalmente ver trabajar aquella persona era un placer inmenso porque en esta profesión la mayoría somos autodidactas. Lo hemos aprendido por nuestra cuenta y copiando de los que más nos gustan. Y claro había copiado del Vázquez, como había copiado del Tintín y del Astérix, pero con quien me sentía mejor era con Vázquez. Al decirme que trabajaría con él fue fantástico. Me lo presentaron y él estuvo encantador conmigo muy rápidamente, yo ya conocía su fama de un poco raro y con un carácter fuerte, pero para nada. Me dio una página de las hermanas Gilda a lápiz y yo la tenia que pasar a tinta. En aquella época aun se pasaba a tinta con pluma. Me la lleve a casa y tenía tanto miedo que la calque para no mancharla y la hice diez mil veces antes de dibujar encima. Reconozco seguro que estaba muy temblorosa y cuando se la lleve ya me esperaba lo peor, y no. El hombre reaccionó muy bien: Ah, esto esta muy bien. Solo hacen falta unas pequeñas cosas... Coge un rotulador y empieza a hacer 4 rayas por aquí y por allá y ¡ostia la página estaba cogiendo vida! Realmente la arregló completamente en un minuto. Yo ya pensaba que me echarían a la calle y no “tu si que vales y vamos a trabajar juntos” Y si trabajamos unos meses juntos, él me preparaba las páginas y yo las pasaba a tinta.
Él fue uno de los pioneros en usar el rotulador en vez de la tinta porque se iba más rápido. Tenía una soltura increíble con el rotulador. Era bueno porque como era un hombre tan informal, me decía ven el miércoles y te tendré preparadas cuatro páginas. Yo iba el miércoles puntual y naturalmente ni se acordaba de mi, ni de las páginas. No había hecho nada. Ostia Rovira, si vale, ¿Has desayunao? Bueno ve al bar y tomate un café y vuelve a subir en unos veinte minutos. Cuando volvía a subir ya tenia todas las páginas hechas. Una rapidez increíble.
Era un hombre que trabaja prácticamente sin guión, esto también es extraordinario. Notabas que para trabajar él necesitaba divertirse, no soportaba la rutina. ¿Y como se divertía? pues como ha dicho Jaume Capdevila transgrediendo. Yo le había visto hacer una historieta, que tenia delante la página en blanco solo con las líneas dibujadas de las viñetas y empezar a dibujar la viñeta por abajo, luego hacer una por el medio, y otra por arriba. Luego iba llenando y haciendo las siguientes y luego hacia el guión. ¡Era genial! ¡No te lo creías! Él lo que no soportaba e sentarse allí como hacían los otros: llegar a las nueve, hacer un horario... Esto le aburría y era fatal para él. A él lo que le gustaba era transgredir. Veías aquellas historias con humor surrealista y pensabas que idea más buena a tenido y a veces lo había hecho por pura vagancia. Por ejemplo, al Anacleto lo manda de misión al desierto y estaba en la oficina. Vazquez decía: ahora lo tengo que mandar en avión, un barco... Anacleto salia a la calle, le ponía una puerta en medio, la abría y ya estaba el desierto. Tu pensabas ostia esto es surrealismo y lo había hecho para no dibujar ni el avión, ni el barco. Entonces venían los analistas detrás y él se reía mucho de ellos. Recuerdo una vez que el Terenci Moix lo analizo en un estudio sobre el Vázquez (nota: supongo debe referirse al libro "los comics arte para el consumo y formas pop"), Vázquez siempre se cachondeaba de ese estudio. Para el no era nada de lo que había dicho Terenci, “aquellas paridas intelectuales”. No estaba de acuerdo. Seguramente tendría razón también Terenci Moix, pero para él nada de nada.
Yo he conocido muchos dibujantes en mi vida y los dibujantes tienen fama de gente así como un poco bohemia y no es verdad. El 90 % es gente seria, trabajadora, sufridora, que cumplen... El Vázquez era una de las excepciones que había. Él era todo lo contrario de esto. Siempre iba a la contra y disfrutaba yendo a la contra. Era aquello de grande para los pequeños y pequeño contra los grandes ¿se dice así o al revés?. La gente grande le excitaba para ir en contra y a los pequeños los ayudaba y ningún problema.
Yo colaboré con él unos cuatro meses por que enseguida me dieron páginas para hacer yo y él cogió otro ayudante, pero toda la vida mantuvimos una relación muy buena y con mucho afecto.
Vázquez y Rovira colaboraron en las revistas Garibolo y Bichos. Arriba portada del nº 1 de Garibolo (1986). Viñeta del rebautizado Gu-Gú para Bichos por Vázquez y en tercer lugar Jaume Rovira reconvertía su famosa 5 amiguetes en "bichos" para este atípico tebeoLa última vez que lo vi fue en la redacción de Garibolo... Una de las anécdotas típicas de Vázquez, en aquel tiempo le habían hecho fuera del piso o hotel donde vivía, lo que fuera, porque esto era cíclico en él. Y ocupó la redacción de Garibolo, o sea hizo de okupa. Una mañana llegamos a la oficina y nos abre él la puerta con camiseta.
¿Otras Vázquez
qué haces aquí? No que me he quedado a dormir. Y estaba con su pareja. Total que se quedo a vivir allí no sé hasta cuando.
De anécdotas de él hay muchas. Cuando te encuentras con otro dibujante y hablas de Vázquez inmediatamente salen anécdotas. Que no sabes nunca si son verdad o no. Algunas si que lo sé porque yo estaba allí a su lado. En el libro hay bastantes. Era un hombre muy complejo y me parece que solo lo conocía su propia familia, si es que lo conocían...
Ahora como dibujante y artista fue un revolucionario por que rompió la línea establecida. Aquella línea gris que había del humor blanco. Con la censura era duro trabajar entonces se hacia un humor blanco. Nosotros mismos ya nos cuidábamos y autocensurábamos. Lo único que se nos pasaba y censuraban eran palabras como el verbo coger por que como los tebeos también iban para Sudamérica allí en Argentina significaba otra cosa.
El Vázquez si que rompió con todo esto, fue muy innovador. Y también rompió en el aspecto gráfico. Hacía los bocadillos muchos más grandes, viñetas inmensas (aunque a veces lo hacía para no trabajar tanto). ¿Cómo es que la Abuelita Paz esta siempre en el campo? Ah no, porque en el campo solo hay arbolitos y florecitas... Le daba igual él no quería dibujar coches ni ciudades. Respecto a esto hay una anécdota que es cierta, de el principio de Bruguera. Estaban todos los dibujantes el Peñarroya, el Escobar... y dibujaban muy bien y muy preciso, de la manera que se trabaja antes que era más complicada. El Vázquez llegaba pim pam, acababa y se iba antes. Algunos se quejaron a la dirección ¡Ya estaba bien! Cobraban igual y este trabajaba menos. Vázquez se picó, y se quedo toda una noche allí y al día siguiente cuando llegaron había hecho un póster en plan Opisso: las Ramblas toda llena de gente hasta el final de todo, coches, farolas, había de todo. ¡Tomar! dijo. Todos se quedaron sorprendidos y a partir de aquel día se acabaron las polémicas porque había demostrado que él era capaz de hacer eso y más.
De anécdotas hay tantas y buenas, a veces da miedo explicarlas porque no sabes si son verdad o no, pero tenia de muy buenas. De hecho era como un representante de la novela picaresca del siglo XVII. Era capaz de engañar a cualquiera y con una facilidad increíble. Lo que explican en la película de la muerte de su padre es verdad. Pidió dinero para ir a Madrid porque se había muerto su padre y le dieron dinero y tiempo. Al cabo de un año ni se acordaba y volvió a pedir lo mismo. Y estoy seguro que cuando lo engancharon el tío se salió tranquilamente porque tenía mucha cara. Yo había visto un cajón en Bruguera que me enseñaron lleno de facturas de Vázquez, compraba cosas y las facturaba a Bruguera. Pero bueno este es el personaje, lo importante de aquí es el dibujante que para mí es uno de los mejores que hay tanto en lo gráfico como en el humor. En resumen un dibujante increíble. Para acabar diré otra cosa que también vi, de cuando se habla del plagio. Una vez cogió un cómic belga, un álbum, y le gustó la historia. Prácticamente la plagio de arriba abajo con el Anacleto, pero el resultado final...es que era mucho mejor el suyo que el original. Infinitamente mejor y fantástica. La historia es de Anacleto que se va a los mares del sur y sale un loro. A veces de Picasso también se ha dicho que plagiaba y estos genios cuando plagian superan a quien plagian.
Vázquez y Ana Miralles en una cena de Glénat por el Salón del cómic del año 1994. Foto del blog Viñetas.Uno de los últimos trabajos de Rovira en el campo del tebeo de mediados de los 90. En el ratito que pude charlar con él afirmó que a él le gustaría continuar dibujando cómics.
Lo que cuenta Rovira de hacer las historietas en el último minuto pero con la gracia de quedarle geniales, también lo constata Jordi Coll, el alma mater del recomendable Amaníaco. Lo entrevistaron en el lejano nº9 de la primera época (1993). Jordi contaba que él habia presenciado como dejaba para última hora uno de los chistes graficos que publicaba en el diario El Observador.Para leer más anécdotas de Vázquez y mucha más información ya sabeis... Coge el dinero y corre.
Dibujo de Vázquez para la revista Bichos