El pasado martes 17 de diciembre tuvo lugar la presentación del cómic ¿Quién le zurcía los calcetines al rey de Prusia mientras estaba en la guerra? del guionista Benoît Drousie alias Zidrou y del dibujante Roger Ibáñez.
La conferencia fue presentada por Óscar Valiente director de Norma Editorial y la periodista Marisol Hernández y contó con la presencia del dibujante de la obra en cuestión, Roger Ibáñez, y los dibujantes Oriol Hernández y Josep Homs que también han trabajado con Zidrou.
Si queréis saber cómo fue el proceso de creación de este cómic y más sobre Zidrou y Roger Ibáñez aquí tenéis la transcripción de esta interesante presentación.
Oriol Hernández, Josep Homs y Roger Ibáñez |
Oscar Valiente: ¿Quién le zurcía los calcetines al rey de Prusia mientras estaba en la guerra? es una obra muy especial y estamos muy contentos de que Zidrou sea un autor de nuestro catálogo con el que tenemos cinco o seis obras publicadas. En 2014 realizaremos una obra con él y con la autora Mai Egurza que él mismo seleccionó.
Es un placer trabajar con Roger Ibáñez porque hace 20 años que nos conocemos y está ligado a mis principios profesionales. Él ganó el primer concurso de manga de Norma Editorial y participó con varias historias cortas en una revista que dirigí para Norma que se llamaba Otaku, donde a parte de hablar de manga y animación japonesa quisimos dar cancha a varios autores españoles. No eran historias con estética 100% manga sino tramas de aquí con una influencia manga. Roger en aquella época creo que estaba muy influenciado por Katsuhiro Otomo, por Enrico Marini y otros, una mezcla muy interesante de estilos que cuajó muy bien en la revista.
Zidrou en Francia y Bélgica es un autor que tiene una reputación extraordinaria sobre todo en el cómic infantil. Tiene más de 80 álbumes publicados aunque en España apenas tengamos publicado material suyo. Aquí cuesta mucho, aparte de los clásicos, que penetre el cómic infantil / juvenil de humor franco-belga.
Zidrou empezó a publicar con nosotros con la recopilación de las historias de “La anciana que nunca jugó al tenis...”. También publicó con Norma la obra que más repercusión ha tenido a nivel de crítica y ventas que ha sido Lidye con Jordi Lafebre al dibujo, la cual creo que es un historia cuyo argumento y sensaciones están bastante conectadas con la obra que hoy tratamos. Nuestra editorial también publicó La piel del Oso con Oriol Hernández como dibujante. Zidrou escribe dos libros cada mes. Tiene una vocación con el mundo de la enseñanza ya que antes de escritor fue profesor. Esto lo plasmó en una serie de historias escolares de gran éxito en Francia tituladas Ducobu, de la que ya ha publicado 17 volúmenes y también ha sido adaptada al cine, como otros de sus cómics que han tenido mucho éxito.
Es un autor que se caracteriza también porqué ha trabajado muchísimo con dibujantes españoles. Le gusta rodearse de autores noveles porque dice que tienen menos prejuicios que los consagrados. También ha trabajado con autores de referencia pero ha traído a primera plana o ha descubierto nuevos talentos como el caso de Oriol Hernández que con su primer álbum ha causado un gran impacto en Francia.
Es un placer trabajar con Roger Ibáñez porque hace 20 años que nos conocemos y está ligado a mis principios profesionales. Él ganó el primer concurso de manga de Norma Editorial y participó con varias historias cortas en una revista que dirigí para Norma que se llamaba Otaku, donde a parte de hablar de manga y animación japonesa quisimos dar cancha a varios autores españoles. No eran historias con estética 100% manga sino tramas de aquí con una influencia manga. Roger en aquella época creo que estaba muy influenciado por Katsuhiro Otomo, por Enrico Marini y otros, una mezcla muy interesante de estilos que cuajó muy bien en la revista.
Zidrou en Francia y Bélgica es un autor que tiene una reputación extraordinaria sobre todo en el cómic infantil. Tiene más de 80 álbumes publicados aunque en España apenas tengamos publicado material suyo. Aquí cuesta mucho, aparte de los clásicos, que penetre el cómic infantil / juvenil de humor franco-belga.
Zidrou empezó a publicar con nosotros con la recopilación de las historias de “La anciana que nunca jugó al tenis...”. También publicó con Norma la obra que más repercusión ha tenido a nivel de crítica y ventas que ha sido Lidye con Jordi Lafebre al dibujo, la cual creo que es un historia cuyo argumento y sensaciones están bastante conectadas con la obra que hoy tratamos. Nuestra editorial también publicó La piel del Oso con Oriol Hernández como dibujante. Zidrou escribe dos libros cada mes. Tiene una vocación con el mundo de la enseñanza ya que antes de escritor fue profesor. Esto lo plasmó en una serie de historias escolares de gran éxito en Francia tituladas Ducobu, de la que ya ha publicado 17 volúmenes y también ha sido adaptada al cine, como otros de sus cómics que han tenido mucho éxito.
Es un autor que se caracteriza también porqué ha trabajado muchísimo con dibujantes españoles. Le gusta rodearse de autores noveles porque dice que tienen menos prejuicios que los consagrados. También ha trabajado con autores de referencia pero ha traído a primera plana o ha descubierto nuevos talentos como el caso de Oriol Hernández que con su primer álbum ha causado un gran impacto en Francia.
Marisol Hernández hizo un breve repaso de la carrera de Roger e inició la entrevista a tres bandas.
-¿Quién le zurcía los calcetines al rey de Prusia mientras estaba en la guerra? es una obra que deslumbra desde el principio hasta el final. Aunque no tiene un guión excesivamente complejo, sí que es cierto que cada página te despierta una nueva inquietud. Estamos ante una heroína cotidiana que nos podríamos cruzar por la calle sin darle importancia. La lectura de la obra es un autentico placer, no solo por la trama que nos cuenta en la línea de las historias más intimistas de Zidrou, sino también por su dibujo, ya que estamos ante una obra de altísima calidad. El argumento nos sitúa en el día a día de una madre coraje y de su hijo de 40 años. Un hombre atrapado en el cerebro de un niño. Una historia contada desde el corazón que en ningún caso nos dejará indiferentes y en la que me gustaría destacar, la expresividad de los personajes a través de un dibujo, que sabe dar a cada circunstancia de la obra el matiz más conveniente.
Roger, me ha sorprendido que aunque tus inicios estuvieron influenciados por el manga, en esta obra se detecta la influencia de autores claramente europeos. ¿Cómo evoluciona la obra de Roger?
Supongo que todo es fruto de ser un autor inquieto. Antes de la influencia del manga que a mi me pilló con Bola de Drac, ya estuve influenciado por los cómics de superhéroes y por autores como Jim Lee. Iba a decir Jack Kirby, porque sé que queda pedante decirlo, lo que pasa es que este autor no me ha gustado nunca (risas). Prefiero otros autores americanos o franceses de la época.
La clave está en que mi padre era lector de cómic europeo, yo crecí rodeado de tebeos y desde muy pequeño supe que existía una profesión que era la de dibujante de tebeos y ya no quise hacer otra cosa. Siempre me ha gustado dibujar como a cualquier niño, pero la gente a cierta edad deja de dibujar y yo nunca lo he dejado supongo que apoyado por este ambiente familiar. De pequeño me llevaban al Salón del Cómic de Barcelona y me apuntaron a la escuela de Cómic de la Joso. La clave en cuanto a las influencias está en encontrar tu propio camino. Cuando eres joven vas dando palos de ciego y si hay que copiar a Jim Lee, a Otomo o a quién sea, se copia sin platearte si es japonés o americano. Te pones a prueba y buscas tu propio estilo y así es como empecé como dibujante. Copiando de aquí y de allá sin ver el nombre el autor y sus orígenes. Cuando eres joven si algo llama tu atención lo pruebas y si te gusta lo incorporas a tu forma de entender el dibujo. Si no te agrada, ya lo has probado y aunque solo sea para darte cuenta de que no va contigo también sirve como influencia.
¿Cómo justificar el gusto por tantas influencias? Pues básicamente porque me gusta leer todo tipo de cómic y el tiempo te va definiendo. Realmente tu no decides “pues mira al final mi estilo va ser una suma de este autor, de este y de este”. Algunas cosas se te quedan y otras no. Normalmente es la gente que te rodea la que se da cuenta, antes que tu, que ya vas teniendo un estilo propio. Creas tu estilo copiando a los demás y con el tiempo, sin darte cuenta, tienes algo personal e intransferible que es lo que te define como dibujante. Cuando tomas conciencia de ello es cuando te estableces y vas madurando. A no ser que esta inquietud todavía te lleve a seguir explorando cuando ya más o menos afianzas un estilo, que es lo que me pasó a mi cuando dibujé Jazz Maynard. Del primer álbum al cuarto no tiene nada que ver uno con otro. Hay una constante evolución. Es posible que en el cuarto volumen sí que encontrara una consolidación de mi estilo pero esa inquietud no me ha abandonado nunca.
La clave está en que mi padre era lector de cómic europeo, yo crecí rodeado de tebeos y desde muy pequeño supe que existía una profesión que era la de dibujante de tebeos y ya no quise hacer otra cosa. Siempre me ha gustado dibujar como a cualquier niño, pero la gente a cierta edad deja de dibujar y yo nunca lo he dejado supongo que apoyado por este ambiente familiar. De pequeño me llevaban al Salón del Cómic de Barcelona y me apuntaron a la escuela de Cómic de la Joso. La clave en cuanto a las influencias está en encontrar tu propio camino. Cuando eres joven vas dando palos de ciego y si hay que copiar a Jim Lee, a Otomo o a quién sea, se copia sin platearte si es japonés o americano. Te pones a prueba y buscas tu propio estilo y así es como empecé como dibujante. Copiando de aquí y de allá sin ver el nombre el autor y sus orígenes. Cuando eres joven si algo llama tu atención lo pruebas y si te gusta lo incorporas a tu forma de entender el dibujo. Si no te agrada, ya lo has probado y aunque solo sea para darte cuenta de que no va contigo también sirve como influencia.
¿Cómo justificar el gusto por tantas influencias? Pues básicamente porque me gusta leer todo tipo de cómic y el tiempo te va definiendo. Realmente tu no decides “pues mira al final mi estilo va ser una suma de este autor, de este y de este”. Algunas cosas se te quedan y otras no. Normalmente es la gente que te rodea la que se da cuenta, antes que tu, que ya vas teniendo un estilo propio. Creas tu estilo copiando a los demás y con el tiempo, sin darte cuenta, tienes algo personal e intransferible que es lo que te define como dibujante. Cuando tomas conciencia de ello es cuando te estableces y vas madurando. A no ser que esta inquietud todavía te lleve a seguir explorando cuando ya más o menos afianzas un estilo, que es lo que me pasó a mi cuando dibujé Jazz Maynard. Del primer álbum al cuarto no tiene nada que ver uno con otro. Hay una constante evolución. Es posible que en el cuarto volumen sí que encontrara una consolidación de mi estilo pero esa inquietud no me ha abandonado nunca.
Cuando surgió la ocasión de trabajar con Zidrou, el tipo de dibujo necesario era la antitesis del de Jazz Maynard. Como dibujante, te exigía controlar unas áreas del trazo, que con Maynard no podía poner en practica. El estilo de Maynard no tenía ningún sentido con un guión que apela a las emociones como el de Zidrou. No hubiese funcionado y básicamente tuve que replantearme el estilo para una historia con un trasfondo tan trágico y para que a mi me resultara mucho más fácil que los personajes trasmitieran emociones tanto a nivel del gesto como del rostro. Es por ello que para esta historia decidí emplear un estilo más cartoon y darle un aire más estilizado del que utilizaba con Jazz Maynard, que era mucho más académico.
Con otro proyecto será diferente. Es cuestión de irte poniendo a prueba porque yo creo que no sabría estancarme en un tipo concreto de historias. No es cuestión de hacer siempre thriller policíacos como con Maynard o historias hiper emotivas como “el Rey de Prusia”. Me gustaría dibujar cómic de fantasía heroica, de terror, o pornográfico o al menos volverlo a intentar. Necesito retos y para mi el reto está en buscar un registro nuevo que se adecue al tipo de historia. El hecho de realizar historias distintas las unas de las otras también te facilita la búsqueda de nuevos registros. Todas tienen un denominador común más o menos evidente o sutil, por ejemplo, en “El rey de Prusia” el nexo que veo con Maynard está sobretodo en el tema del acabado, en el entintado, que es deudor de lo que había aprendido con este cómic.
-Hay algo que me ha sorprendido muchísimo en esta obra en una época en que las tecnologías parecen dominarlo todo, demasiado cine que parece un videojuego, demasiado dibujo animado al que le falta calidez, que es la paleta de colores que utilizas. Me ha sorprendido por la calidad que aporta al dibujo. ¿Cómo has tomado las decisiones para esa paleta de colores que tanto impacta en este cómic?
Celebro que te guste mi elección porque yo lo del color lo llevo fatal. No me gusta nada colorear. Siempre pienso en blanco y negro cuando trabajo y al final el color lo añado por imperativos editoriales. Con el color hago lo que puedo. Tengo con él una relación de amor-odio. Lo utilizo más a nivel de ambientación ya que no me quiero recrear en las texturas, los degradados... Básicamente lo que busco es una paleta de colores para conseguir una atmósfera determinada. Lo que sucede es que toda la seguridad que tengo con el dibujo, no la poseo con el color y me dejo llevar por la intuición o sentido común. Si en una secuencia está lloviendo no se me ocurre otra cosa que poner colores azules o grises. También tengo una manía enfermiza de entonarlo todo y de tanto que entono acaba siendo todo monocromo. Algún día lo superaré y conseguiré una paleta rica en colores.
-¿En un álbum con tanta riqueza de matices, has utilizado mucho el ordenador? ¿Has empleado en alguna parte elementos digitales o es todo trabajo humano?
Si te refieres al dibujo igual sí que aparece algún coche que utilicé a partir de SketchUp, pero el resto está todo dibujado a mano igual que los fondos en los cuales busco la perspectiva, no utilizo el 3D. Para los coches, que me resultan más costosos, si que utilizo el Google SketchUp que es una buena herramienta.
Esta historia transcurre en el sur de Francia pero en el guión no especificaba en que ciudad. Para documentarme buscaba un pueblecito cerca de Barcelona que tuviera cierto encanto. Algunos amigos me comentaron que el casco antiguo de Girona era bastante bonito. En una escapada hice fotos para tener referencias y es donde decidí ubicar la historia de Benoît. Lo que pasa es que al final en el cómic muchas secuencias suceden en lugares cerrados y no le pude sacar mucho provecho pero lo intenté en las pocas imágenes de exteriores.
-Zidrou parece tener debilidad por los autores españoles, tres de los cuales los tenemos aquí, ¿Cómo se trabaja con Zidrou? ¿Qué supone? ¿Cuál es el proceso?
Esta historia transcurre en el sur de Francia pero en el guión no especificaba en que ciudad. Para documentarme buscaba un pueblecito cerca de Barcelona que tuviera cierto encanto. Algunos amigos me comentaron que el casco antiguo de Girona era bastante bonito. En una escapada hice fotos para tener referencias y es donde decidí ubicar la historia de Benoît. Lo que pasa es que al final en el cómic muchas secuencias suceden en lugares cerrados y no le pude sacar mucho provecho pero lo intenté en las pocas imágenes de exteriores.
-Zidrou parece tener debilidad por los autores españoles, tres de los cuales los tenemos aquí, ¿Cómo se trabaja con Zidrou? ¿Qué supone? ¿Cuál es el proceso?
Oriol Fernández: Hay una anécdota, La piel del oso se tenía que titular: "¿Quién le zurcía los zapatos..." O sea que Zidrou ya tenía la idea de utilizar este título largo antes de tener la historia.
Para mi trabajar con él fue muy sencillo porque empecé haciendo dibujos y a partir de ahí a él se le ocurrieron cosas. Por ejemplo el dibujo de Comodoro de la portada, lo hice un poquito por hacer, copiando un dibujo de Mignola, y él decidió poner a ese personaje. Algunas cosas me las hizo tirar por otro camino, pero te da mucha libertad, no te dice apenas que cambies nada, si haces que la historia se defienda y la estas contando a su modo. Siempre y cuando cuentes lo que él quiere contar. Como se te escape algo en que el lector se pueda perder, ahí si que es muy directo. Una de las cosas que me sorprendió mucho es que le envías una página, te has pasado una semana haciéndola, te has esforzado un montón, y te contesta en un email que solo pone: bien.
A veces dice: Muy bien, perfecta o genial, pero normalmente es “bien”. Y cuando te dice “bien” eso es que esa página ya no la vas a tocar, al final si que se lo lee entero e igual te hace cambiar algún globo de texto para luego añadir algo, pero cuida y mima mucho a los dibujantes. Una de sus prioridades es siempre tener a todos sus dibujantes con una historia para dibujar. Siempre procura que los cambios no impliquen mucho trabajo porque sabe que es difícil avanzar con las páginas. Son procesos largos, yo estuve dos años con “La piel del Oso”, el mismo tiempo que Roger Ibáñez con “el rey de Prusia”. Si empiezas a cambiar cosas se te puede hacer muy duro. Te deja libertad, incluso a la hora de escoger la historia. No se si trabajaré en el futuro con alguien más, pero no quiero dejar de trabajar con Benoît.
Para mi trabajar con él fue muy sencillo porque empecé haciendo dibujos y a partir de ahí a él se le ocurrieron cosas. Por ejemplo el dibujo de Comodoro de la portada, lo hice un poquito por hacer, copiando un dibujo de Mignola, y él decidió poner a ese personaje. Algunas cosas me las hizo tirar por otro camino, pero te da mucha libertad, no te dice apenas que cambies nada, si haces que la historia se defienda y la estas contando a su modo. Siempre y cuando cuentes lo que él quiere contar. Como se te escape algo en que el lector se pueda perder, ahí si que es muy directo. Una de las cosas que me sorprendió mucho es que le envías una página, te has pasado una semana haciéndola, te has esforzado un montón, y te contesta en un email que solo pone: bien.
A veces dice: Muy bien, perfecta o genial, pero normalmente es “bien”. Y cuando te dice “bien” eso es que esa página ya no la vas a tocar, al final si que se lo lee entero e igual te hace cambiar algún globo de texto para luego añadir algo, pero cuida y mima mucho a los dibujantes. Una de sus prioridades es siempre tener a todos sus dibujantes con una historia para dibujar. Siempre procura que los cambios no impliquen mucho trabajo porque sabe que es difícil avanzar con las páginas. Son procesos largos, yo estuve dos años con “La piel del Oso”, el mismo tiempo que Roger Ibáñez con “el rey de Prusia”. Si empiezas a cambiar cosas se te puede hacer muy duro. Te deja libertad, incluso a la hora de escoger la historia. No se si trabajaré en el futuro con alguien más, pero no quiero dejar de trabajar con Benoît.
Josep Homs: Yo he trabajado con él en el álbum La anciana que nunca jugó al tenis, a parte de otras historias que tenemos en mente y he tratado mucho con él. En mi caso concreto para el cómic de la anciana fue muy sencillo al tratarse de historias cortas. Me dejó escoger entre varias propuestas y elegí la que más me gustaba. Una de las cosas que quizá vi distinto de otros guionistas con los que he trabajado, es que proponía las páginas de guión, y en este caso concreto, en lugar de desarrollar mucho cada viñeta con lo que estaba sucediendo, te hacia una breve explicación de detalles, que pueden parecer, a lo mejor superfluos, de situación. “Esto en un baño, un baño de un personaje que es soltero y vive solo desde hace x tiempo”. No te describía el baño, pero te describía la personalidad del personaje. En mi caso las tres historias se desarrollan un poco igual, historias íntimas de relaciones entre dos personas que suceden en un baño. Te da también plena libertad a nivel narrativo, luego tu cuentas la historia, pero si que te introduce muy dentro de la historia a base de estos pequeños detalles que normalmente un guionista no te suele dar.
Zidrou, a diferencia de otros guionistas con los que he trabajado, es un tipo que directamente vomita historias, desde el punto de vista positivo. Hay autores que analizan muy bien la historia, se la plantean previamente, en que momento esta tiene que estar en un momento álgido. Él todo esto lo hace maravillosamente bien y lo tiene como muy integrado en el ADN. No se lo plantea, y al final hace que los personajes también transmitan mucho, son muy de verdad, son menos técnicos y artificiales. Tienen unos diálogos que solo le puedes leer a Zidrou. Te cuenta historias que no has leído nunca. Otros guionistas se adaptan más a contar un tipo de historia que puede ser cliché o no. Zidrou tiene una sensibilidad y una personalidad en esta etapa de guiones para adultos que es increíble. Tiene la habilidad de sacar el potencial de cada dibujante, la virtud de saber que es lo que puedes dibujar y además te ofrece el guión de aquello que a ti te apetece dibujar. Ah, y yo conseguí un “Muy bien. Genial”. (Risas)
Este tomo contiene relatos de diversos dibujantes incluida la de Josep Homs. No dejeis de leer la obra El Angelus pues contiene, a parte de una historia genial, una maravilla de dibujos de Josep Homs.
Roger Ibáñez: Cuando entre en el mercado Franco Belga, ya estaba agotado de dibujar el mismo personaje y la misma serie, Jazz Maynard. Como autor inquieto quería cambiar de chip y hacer cosas nuevas. A través de Jordi Lafebre me enteré que Zidrou estaba buscando dibujantes para unos guiones cortos que podrían salir publicados en la revista Spirou. A mí me gustaban mucho sus trabajos. Se sumó el hecho de cambiar de aires con el hecho de encontrar un buen guionista. La primera colaboración fue una historia corta de 10 páginas que salió publicada en la revista Spirou en un especial verano. Mi experiencia fue fantástica porque yo pasaba por un bache creativo por el hastío que me provocaba el hecho de estar tantos años dibujando lo mismo. Fue un soplo de aire fresco. El guión me gustó muchísimo, me permitía dibujar cosas que se salían de lo que venia haciendo habitualmente y me hizo recuperar la ilusión por el dibujo. Fue tan buena la experiencia que quería repetir. Se me ocurrió plantear a los de Dargaud hacer una pausa con Jazz Maynard y que me dieran permiso para hacer una obra auto conclusiva con Zidrou. Aceptaron. Zidrou es un hombre que se compromete con sus dibujantes, si ve que a un dibujante que le gusta le apetece trabajar con él y no tiene páginas, es tan comprometido que es capaz de frenar cualquier cosa que tenga entre manos, para preparar algo en un tiempo record para ese dibujante que esta parado. Me preguntó de que quería la historia, yo no lo tenía claro, pero quería una historia opuesta al thriller policíaco, que apelara a las emociones, ya que cuando los personajes se pelean y abren las puertas a patadas, no tienes esa ocasión. En cuestión de semanas ya tenía medio guión escrito de ¿Quién le zurcía los calcetines al rey de Prusia mientras estaba en la guerra? Es un tipo de historia que no sueles leer en los cómics. Incluso en la novela gráfica que se presupone que tiene un campo más amplio es difícil leer este tipo de historia. Y que conste que ahora estoy súper contento y estoy haciendo un quinto álbum de Jazz Maynand que vais a alucinar.
El sello más evidente de Zidrou es como es capaz de manejar cualquier historia y los personajes. Incluso cogiendo a un personaje que invita a moverte en clichés es capaz de darle la vuelta y darle una personalidad propia que la mayoría de guionistas no caen en la cuenta. Sus historias no son nada previsibles, disfrutas mucho leyéndolas.
A la hora de hacerte el guión, por ejemplo, no te explica el aspecto físico de la protagonista, te la describe más a nivel psicológico para que a ti te resulte más fácil visualizarla y obtener el diseño del personaje. Si me transmite lo que le pasa por la cabeza al personaje, el carácter que tiene, el tipo de vida que ha llevado, no le hace falta decirme que lleva gafas o que es bajita. Indirectamente tu sabes como es. Esa creatividad es otra de las cualidades que destacan en él y hace que muchos dibujantes queramos trabajar con él.
Zidrou tiene muchas virtudes, si que es cierto que responder emails no es una de ellas (risas) pero lo entiendes porque es un hombre muy ocupado, y lo último que va hacer, es pensar en poesía para responderte, si le envías una página y le gusta para que ponerle prosa.
Poner tu talento al servicio de un guión tan bueno es un reto y te permite crecer más como dibujante. No es fácil dibujar según que cosas que te pide Zidrou y cuando lo consigues la satisfacción es mayor. Si te mueves en un guión de tópicos y siempre dibujas el mismo universo, es fácil estancarse.
A la hora de hacerte el guión, por ejemplo, no te explica el aspecto físico de la protagonista, te la describe más a nivel psicológico para que a ti te resulte más fácil visualizarla y obtener el diseño del personaje. Si me transmite lo que le pasa por la cabeza al personaje, el carácter que tiene, el tipo de vida que ha llevado, no le hace falta decirme que lleva gafas o que es bajita. Indirectamente tu sabes como es. Esa creatividad es otra de las cualidades que destacan en él y hace que muchos dibujantes queramos trabajar con él.
Zidrou tiene muchas virtudes, si que es cierto que responder emails no es una de ellas (risas) pero lo entiendes porque es un hombre muy ocupado, y lo último que va hacer, es pensar en poesía para responderte, si le envías una página y le gusta para que ponerle prosa.
Poner tu talento al servicio de un guión tan bueno es un reto y te permite crecer más como dibujante. No es fácil dibujar según que cosas que te pide Zidrou y cuando lo consigues la satisfacción es mayor. Si te mueves en un guión de tópicos y siempre dibujas el mismo universo, es fácil estancarse.
Roger junto a el premio Expocomic 2013 a la mejor Obra Internacional:
¿Quién le zurcía los calcetines al rey de Prusia mientras estaba en la guerra?
¿Quién le zurcía los calcetines al rey de Prusia mientras estaba en la guerra?
-¿Cómo se elige esta portada?
Roger Ibáñez: Fue bastante sencillo. La idea fue de Zidrou, se que en otros álbumes suyos podría no tener la idea muy clara, y dar más libertad al dibujante para buscar ideas, pero en este no. La idea era suya e incluso el pobre intentó hacer un boceto de la idea y bueno... “Bien” (risas). La idea es genial, tener al protagonista de la historia en la portada, y la persona que le zurce los calcetines al rey de Prusia, que obviamente es Catherine en la contraportada. Enfatizando la idea de que la madre es tan protagonista del libro como su hijo Michel, y al fin y al cabo es la que esta detrás del protagonista. Realmente no sabes quien es el protagonista en la historia, recae el peso en ambos. El hecho de estar detrás como manteniendo el misterio, el anonimato de esta figura, es muy buena idea, para que seguir buscando. Aunque presenté un par de ideas más porque a los editores les da miedo dar el visto bueno a la primera idea que se le ocurre a los autores. Me pidieron más opciones, pero cuando llegas a este punto la clave esta en dibujar dos ideas suficientemente malas, que obviamente por comparación, digan: sí, tienes razón, la primera idea es la mejor. (risas)
Al principio me tenía que ocupar del dibujo y color de la portada. Hice una primera prueba entintada y coloreada pero no me acababa de gustar porque la había resuelto con la misma técnica que en el interior del libro. Quedaba como una ilustración con un trabajo de tinta muy de línea. No habían apenas sombras, cuando puse el color como eran colores planos quedaba muy vacía. Más tarde cuando empezaron a hacer las pruebas de maquetación con la tipografía, la ubicación de la misma, su color, todavía me gustaba menos. Todas esas decisiones las consideraba equivocadas. No podía salir así al mercado. Faltaban ya pocos días para cerrar el libro y se me ocurrió hacer una jugada arriesgada, porque ya no había tiempo, con un as en la manga que se llama Josep Homs. Se que estaba muy liado con el cómic de Millenium, pero tenía que intentarlo, por que era muy importante. Él hizo el color de la ilustración y luego decidí hacerme yo cargo de la maquetación. Pudimos salvar la portada pero hubo momentos dramáticos.
-Entrar en el mercado francés es difícil, los primeros que entraron como guionista y dibujante pisando muy fuerte fueron Guarnido y Canales con su Blacksad, una obra que me encanta y enamora. En que medida te influyeron o os facilitó esta entrada, ya que sigue siendo muy difícil.
Yo también incluiría a Miguelanxo Prado, José Luis Munuera y Rubén Pellejero. Son autores que lo consiguieron con éxito, establecerse y ganarse una muy buena reputación. Con el tiempo tienes la suerte de conocer a estos autores y estableces una buena amistad. Llegados a este punto, no hay nada como tener autores a los que admiras y que conocen el mercado para el cual trabajan. Como buenos amigos que son te dan buenos consejos, para orientarte mejor y que no cometas sus mismos errores. El mercado Franco-Belga como el Americano es muy competitivo y es un trabajo que no solo se limita a escribir un guión o dibujarlo en tu casa, hay muchas áreas que debes conocer. Decisiones que debes de tomar al respecto de tu carrera: como funciona el tema de los contratos, el mundo editorial en si, los Festivales, las galerías de exposición. Son muchas historias en las que te acabas metiendo y que te conviene saber como funcionan para no cometer errores que luego tengas que lamentar. La experiencia de estos autores es de importancia capital. Lo valoras no por el hecho de haber abierto camino o por ser una influencia evidente, sino por contar con su opinión, apoyo y consejo. Es lo mejor que te puede pasar.
Pregunta del público:
- Creo que el personaje principal de ¿Quién le zurcía....’ es el tiempo. El tiempo en el sentido global. El hecho de vivir cada día esta señora con su hijo. El hecho de vivir cada día el hijo con su madre.Vivir con el problema cada segundo de su vida. Empieza la historia con ella que se toma su tiempo pero en realidad no se lo esta tomando realmente porque su cabeza no esta allí. El tiempo siempre esta ahí, sigue en el recurso y desarrollo de la historia. También me ha gustado el utilizar el tiempo en la presentación, de cada frame, de cada viñeta, la realidad de cada momento. Me paro como lector, no voy rápido como se leen los cómics. Paro y estoy ahí en la ambientación, en la casa con la mujer, escuchando el silencio, no tanto lo que se dice como lo que no se dice. Es algo que me ha gustado mucho en esta historia.
Roger Ibáñez: Esos silencios y ese tiempo estan por que Benoît hace que surjan. Es cierto que Benoît te da libertad pero siempre digo que si gusta este cómic el mérito es suyo. Yo más que nunca me considero como una herramienta para transmitir su guión, lo que quiere contar. Simplemente soy el dibujante que traslada esa intención, ese espíritu e intenta estar a la altura del guión. Todos los momentos de emotividad, el humor que sabe tratar muy bien, intento que lleguen al lector de la forma más fiel posible.
Al poner el color, al entintar, espero que mis decisiones sirvan para trasmitir del mejor modo posible su historia. Más allá de lo que la gente opine de mi trabajo, si a la gente le gusta el libro es por dos cosas, por la conjunción de guión y dibujo, y porqué Zidrou es un guionista increíble. Dibujar "el rey de Prusia" implica un reto que no es nada fácil. Si a la gente le gusta, como mínimo que no puedan decir lástima del dibujante.
Roger Ibáñez: Esos silencios y ese tiempo estan por que Benoît hace que surjan. Es cierto que Benoît te da libertad pero siempre digo que si gusta este cómic el mérito es suyo. Yo más que nunca me considero como una herramienta para transmitir su guión, lo que quiere contar. Simplemente soy el dibujante que traslada esa intención, ese espíritu e intenta estar a la altura del guión. Todos los momentos de emotividad, el humor que sabe tratar muy bien, intento que lleguen al lector de la forma más fiel posible.
Al poner el color, al entintar, espero que mis decisiones sirvan para trasmitir del mejor modo posible su historia. Más allá de lo que la gente opine de mi trabajo, si a la gente le gusta el libro es por dos cosas, por la conjunción de guión y dibujo, y porqué Zidrou es un guionista increíble. Dibujar "el rey de Prusia" implica un reto que no es nada fácil. Si a la gente le gusta, como mínimo que no puedan decir lástima del dibujante.
¿Quién le zurcía los calcetines
al rey de Prusia mientras
estaba en la guerra?
Zidrou / Roger Ibáñez
24.1x31,8cm. 56 páginas. Color.
Formato: Cartoné
PVP: 15 euros
Norma Editorial
2 comentarios:
Brutal, Taradete!! Menudo currazo te has pegado! Chapeau!
Verdaderamente sabroso.
Publicar un comentario