A LA RICA PORTADITA:
¡VUELTA AL COLE!
Cuando antes se acababa el verano y te habías pegado tres meses de vacaciones hasta tenias un poquillo de ganas de empezar el colegio.
Eran los tiempos de primero y segundo de EGB. Nuestros padres, al igual que los de ahora, ya temblaban al tener que comprar los libros del nuevo curso. Pocos, de otros hermanos, se podían aprovechar. ¡Es que cambiaban tanto las materias de un año a otro!. De todas formas a mí siempre me hacia ilusión estrenar libros nuevos, con ese olor característico e impoluto, sin arrugas, tachones, subrayados y dibujitos. Ventajas de ser el hermano mayor.
Luego venía el ritual de forrar los libros. Lo mejor era hacerlo tu mismo con aquel papel transparente adhesivo. Era difícil que quedasen perfectos, porque siempre te quedaban una o dos jodidas burbujas de aire traicioneras en toda la portada. ¡Y hala! O hacerlas correr de arriba o abajo o a pincharlas con una aguja.
Y llegaba ese importantísimo primer día de curso. La clave estaba en el sitio en que te sentabas, que sería el tuyo para el resto del año. Y si elegías mal las compañías...
¡VUELTA AL COLE!
Cuando antes se acababa el verano y te habías pegado tres meses de vacaciones hasta tenias un poquillo de ganas de empezar el colegio.
Eran los tiempos de primero y segundo de EGB. Nuestros padres, al igual que los de ahora, ya temblaban al tener que comprar los libros del nuevo curso. Pocos, de otros hermanos, se podían aprovechar. ¡Es que cambiaban tanto las materias de un año a otro!. De todas formas a mí siempre me hacia ilusión estrenar libros nuevos, con ese olor característico e impoluto, sin arrugas, tachones, subrayados y dibujitos. Ventajas de ser el hermano mayor.
Luego venía el ritual de forrar los libros. Lo mejor era hacerlo tu mismo con aquel papel transparente adhesivo. Era difícil que quedasen perfectos, porque siempre te quedaban una o dos jodidas burbujas de aire traicioneras en toda la portada. ¡Y hala! O hacerlas correr de arriba o abajo o a pincharlas con una aguja.
Y llegaba ese importantísimo primer día de curso. La clave estaba en el sitio en que te sentabas, que sería el tuyo para el resto del año. Y si elegías mal las compañías...
Portada de Ramis para el número 156 de 1989 de la revista Guai!
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9 comentarios:
sólo el ver el precio en pesetas ya le da un cierto aire melancólico a la portada!
muy buena sr. taradete
jejjejej es verdad, jooo que recuerdos...y esas pesetillas...como las ehamos todos de menos, desde que llegó el euro esto se ha puesto insoportable.
Gracias taradete por la portadita!!
A mí me ha pasado lo mismo al ver las pesetas. Joer! me ha venido a la mente todo mi pasado, jajaja...
Si lo de las pesetas son tambien recuerdos ya pasados...pero más melancolico me pone pensar en aquellos tiempos de colegio tal como reza el texto...
Qué recuerdos! Yo era de las que tenía suerte y siempre estrenaba libros (soy hija única), y como bien dices, que ilusión hacía abrirlos con ese olor a nuevecito, ponerles el nombre y el dichosito forro de las narices!! Y la agenda escolar y preparar el estuche y ponerle el título de cada asignatura a las libretas...
Como me gustaría volver a esos tiempos!
Gran web Taradete.Ví tu artículo sobre los cromos de los pastelitos Spiderman y me encantó, ¿cómo puedo ponerme en contacto contigo?. No encuentro ningún correo electrónico al que escribirte en la web.
Un saludo
AZAHARA bienvenida a estos lares y entre otras cosas algun que otro recuerdo te encontraras y mucho cómic por supuestito.
RASEC es que de momentor no tengo activado el correo pa to el mundo, pero si lo quieres por algo en concreto te lo pasaría aunque en tu perfil tampoco esta el tuyo.
Aina, que bonito era todo cuando eres una cría, pero mañana empiezo las clases en la uni y estoy con depresión postvacacional U_U
DYLAN animate y bienvenida a este rincon!!!
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