jueves, 29 de abril de 2021

Reseña cómic : Voces que cuentan. Una antología / Raquel Riba Rossy, Leticia Dolera, Sandra Sabatés, Almudena Grandes, Ana Oncina, Sara Soler... / Planeta Cómic.


Parece que lo femenino, el empoderamiento y la fuerza de la mujer, cada vez son más visibles en la sociedad, por lo que los trabajos que ensalzan y dan visibilidad a estas temáticas son siempre bienvenidos. Voces que cuentan es un cómic en el que nueve dibujantas ponen su arte al servicio de las historias que cuentan otras nueve mujeres provenientes del mundo de la televisión, la radio, la música, los deportes...

Voces que cuentan es otro de esos cómics “chic”, como de culturetas, que se puede regalar incluso a los que no han leído ningún cómic en su vida y quedas fetén. Nueve historias de estilos muy variopintos y poco comerciales algunas, lo que dificultará su atractivo por mucha publicidad que se emplee en este tomo. Las historias son muy desiguales, pero hay de todos los gustos. Incluye narraciones de denuncias como Auctoritas escrita por Estefania Molina y dibujada por Ana Oncina, poéticas como Soledad de Eva Amaral y María Hesse, de superación como Mzungu de Patrica Campos y Sara Soler, duras como Pasos de tortuga o súper duras como El bicho. Desde el Rincón del Taradete resaltaremos tres.

La primera es, sin lugar a dudas, El Bicho, escrita por Diana López Varela y dibujada por Akira Pantsu, en donde López, periodista, guionista y escritora narra su infierno con la enfermedad de la anorexia y en la que Pantsu plasma en magnificas viñetas con un estilo de dibujo manga. Puro cómic que hace visible la penosa enfermedad de la que muchos son también culpables de una manera secundaria. Planeta tendría que publicar esta historia en formato grapa para que llegará a muchos colegios, porque la narración dentro de este tomo ya os digo que no sera apenas visible.

La segunda historia Pasos de tortuga está escrita por Sandra Sabatés, presentadora del programa de televisión El Intermedio de La Sexta y dibujada por Sandra Cardona. Narra la entereza de varias generaciones de mujeres, incluida ella misma, que se enfrentaron con su fuerza de voluntad a un mundo dominado por hombres. El dibujo de Cardona, perfilado y con diversos tonos para las diferentes épocas, es evocador, acogedor y atrayente.


Por último no podía dejar de mencionar la divertida historia Más mujer de Leticia Dolera, extraída de su libro Morder la Manzana y que traslada a las viñetas Raquel Riba Rossy, autora que con una sola ilustración te lanza un potente mensaje a la cara. Aquí narra en diez páginas la conversación en clave de comedia de dos actrices en una cafetería en torno al problema de una de ellas en una serie de tv… ¡porque tiene pocas tetas!

Mención especial para la preciosa portada de la antología dibujada por Esther Gili y también para los bonitos dibujos de Sara Herranz que adornan la narración Por una falda de plátanos escrita, por Almudena Grandes. También está muy bien que se incluya al final del tomo una pequeña biografía de cada una de las 18 mujeres con declaraciones de todas.

Voces que cuentan es una antología que posiblemente interesará más a las mujeres que a los hombres. Son nueve historias con estilos de dibujo muy diferentes y algunas son más cuentos que cómic. Un tomo que tendrá difícil su viabilidad comercial, pues son 20 euros por 135 páginas de las cuales más de 30 actúan como separaciones con solo el título… lo que viene siendo más un cómic como objeto de regalo. 



VOCES QUE CUENTAN
Nº de páginas: 135
Editorial: Planeta
Encuadernación:Tapa dura
Año de edición: 2021
PVP: 20€

lunes, 26 de abril de 2021

Star Trek: La Nueva Generación / Forum / World Comics

 
En 1995 el equipo de Comics Forum, enmascarado dentro de la linea World Comics, amplía sus publicaciones y lo hace con la licencia Star Trek: La nueva generación, con el material proveniente de DC cómics. Si bien lo lógico hubiese sido que los publicase en España la editorial Zinco, que editaba el material DC en España. Tal vez a Zinco les disuadió el poco éxito que tuvieron en 1987 con la adaptación en cómic de la película Star Trek IV: Misión Salvar la tierra.
 

En España los primeros cómics de Star Trek que se vieron fueron los de la editorial Marvel y los publicó en España Ediciones Vertice en 1981, pero tan solo fueron 5 números y los de la serie original. Volviendo a los noventa, en esos tiempos el fenómeno Star Trek estaba en plena efervescencia, ya que en las autonómicas se emitía la nueva serie La Nueva Generación, en Antena 3 Deep Space Nine y se estrenaba también en pantalla grande Star Trek: Generations, la película que juntaba las dos series de televisión la antigua y moderna  y además había clubs de fans bastante potentes en diferentes puntos del territorio español. Así que Antonio Martín, el director editorial de Comics Forum, y el editor y experto en cómics Antoni Guiral deciden que 1995 sea el año trekkie, y lo fue, lo malo es que tan solo duró ¡un año!


Desde el primer número del cómic Star Trek La nueva Generación, ya se informaba que la aventura editorial había ocasionado muchos problemas y cambios de ultima hora, pero que ahí estaban. Este es un claro ejemplo de que por mucho que cuides y publiques en muy buenas condiciones, esto no significa que un cómic vaya a triunfar. El número 1 se lanzó por todo lo alto, ya que incluía un póster calendario en papel de calidad, algo que no se hacía desde los primeros números de Comics Forum o el numero 100 de Spiderman. Además el tebeo contaba con unos buenos artículos de Ana María Meca presentando Star Trek en sus diferentes vertientes al publico generalista, y se incluía un elaborado dossier de ocho páginas llamado Diario de a bordo, que aparecería cada cuatro números. A todo esto se le unían otros documentos interesantes y el consabido correo de los lectores.



El cómic arrancaba con la serie regular de 1989 del mismo nombre escrita por Michael Jan Friedman y dibujos de Pablo Marcos. La Enterprise se dirige al planeta Raimon, ya que el Capitán Jean-Luc Picard ha sido convocado en la corte a la ceremonia de despedida del mandatario Sarlis Gaspadra. Le acompañará el Comandante Riker, que duda que sea una buena idea… La aventura en sí era un poco aburrida y no atrapaba demasiado, los dibujos de Marcos eran correctos pero algo carentes de vida todavía. Yo siendo algo trekkie reconozco que no pasé del número tres, así que la colección lo tenía difícil para llegar a enganchar a muchos lectores alejados de Star Trek e incluso a estos. Fue una pena porque solo se publicaron doce números y eso que la serie en Estados Unidos duro la friolera de ochenta números.

En el mismo 1995 Comics Forum publicó, esta vez en tomos, la serie original de Star Trek con la tripulación clásica también editada originalmente por DC. Pero como la aventura editorial de Star Trek únicamente duró un año, solo se llegaron a publicar 4 tomos con los 40 primeros números, la mitad de la original americana.

Después ha habido nuevas publicaciones de comics de Star Trek en España. Editorial Recerca editó en 2005 la primera serie de cómics que se empezó a publicar en EE.UU. allá por el año 1966 durante la emisión de la serie original de televisión. Un material muy añejo y vetusto. Ojo que en estos cómics colaboraron promesas luego famosas como el escritor Len Wein. Después editoriales como Likantro y Drakul han sacado tomos de diferentes series trekkies. Aquí destacamos La ciudad al borde de la eternidad, basado en el guión original de Harlan Ellison y dibujada con las paginas pintadas a mano, a la vieja usanza, por J. K Woodward.


Pero resumiendo y desde los tiempos de Vértice y de Comics Forum, los cómics de Star Trek nunca han gozado de mucha popularidad por estos lares...
 

viernes, 23 de abril de 2021

Reseña cómic : Lola Vendetta / Raquel Riba Rossy : una habitación propia con wifi / Lumen Editorial


 

Lola Vendetta, el alter ego de la dibujante Raquel Riba Rossy, es una chica liberada, feminista, independiente, dura, con las ideas muy claras y armada con una katana, pero en Una Habitacion propia con Wifi el personaje deja más espacio a su autora para contarnos en primera persona el proceso de una separación y la subsiguiente crisis de identidad, para más inri en plena pandemía.  Un cómic con el que nos muestra su sentir al enfrentarse a una nueva vida ¿Qué nos ocurre y por qué el amor desaparece? Temas cercanos que esta vez no se resolverán jocosamente a golpe de katana. Además el cómic trata otras temáticas cercanas como los últimos días y la muerte de un ser querido, la sensación de vacío ante la vida que llevamos, ese efecto de ahogo ante la misma, la relación con los amigos…

 

El trabajo más personal de Riba está resuelto como siempre estupendamente a través de ideas muy certeras gráficamente. Estampas que te hacen pensar con o sin casi globos de texto. En el cómic muestra una serie de pensamientos ante lo que le está pasando, que no dejan de ser una serie de historias autoconclusivas pero encadenadas que giran alrededor de los temas mencionados. Historias que invitan a la reflexión y pueden hasta servir de terapia. Acompañaremos a Lola / Raquel ante la perplejidad de la situación, la caída y la resurrección, lo que importa y lo que no. Algunos capítulos son más redondos que otros, pero sus pensamientos o ideas en forma de ilustraciones trasmiten mensajes certeros. Aparte de estos pensamientos dispares sobre una ruptura, el cómic introduce también una critica a los problemas medioambientales y a la diferencia de clases, aunque esto rompe un poco el ritmo de la historia.


Una habitación propia con Wifi pertenece a ese tipo de cómics que lo son casi sin serlo. Las páginas apenas tienen viñetas y suelen ser de solo uno o dos dibujos y cuando hay más no están delimitados. Sus dibujos son sencillos y definidos, a veces simbólicos. Los colores que utiliza son el blanco,  el negro y los grises, pero abundan tonalidades fuertes como el rojo, que dan a las páginas un toque especial. En las páginas suelen aparecen los personajes de medio cuerpo predominando los fondos blancos. A ratos tienes la sensación que son libros de diseño gráfico para expresar ideas.

Este es un cómic “chic” para regalar y quedas de fabula aunque a la persona no le gusten los cómics, en primer lugar porque es muy visual, sin mucha letra y en segundo porque se lee en un plis plas, lo cual, si su precio, 15€, no estuviera ajustado sería un handicap. Una vez acabado quieres saber más sobre la nueva vida de la protagonista.



Raquel Riba es una dibujante e ilustradora española. Se graduó en en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona. En 2017 publica su primer cómic con el exitoso personaje de Lola Vendetta, en el que denuncia los tabúes de la menstruación, la maternidad, el machismo y sobre todo el empoderamiento femenino, a través de la implacable Lola Vendetta. Riba amplió en 2020 su faceta artística como cantante con un CD de música titulado “El primer canto”. 

Raquel Riba Rossy / Una habitación propia con Wifi
Nº de páginas: 216
Editorial: Lumen
Encuadernación: Tapa blanda
Año de edición: 2021
PVP: 15,90€




domingo, 18 de abril de 2021

Reseña cómic: Se busca personaje para cómic / Supér Rayón / los mogollones de Lukas de Jan / DQ Comics



Jan presenta este nuevo trabajo por sorpresa que inaugura la nueva linea editorial de DQ Comics, una cabecera fundada por el antiguo director de Panini José Luis Córdoba y que en principio se encargará de rescatar obras olvidadas de diversos autores.

Esta es una historia que Jan empezó en el lejano 1981, dibujando las nueve primeras páginas. En ellas presentaba a un parado en busca de trabajo y a un dibujante falto de ideas. De rebote una de estas páginas, le sirvió a Jan para presentar el nuevo personaje de Rayón y crear después el cómic Laszivia para la revista A tope, de corte erótico festivo y publicada por Norma Editorial en los años 80. Volviendo al presente, el año pasado, en plena pandemia, y sin tener el autor trabajo con el cada vez más escaso Superlópez, decide recuperar esas nueve paginas inéditas de un cajón olvidado y seguir la historia y así nace este álbum que contiene nada más y nada menos que tres títulos a la vez: Se busca personaje para cómic, Súper Rayón (puño de Titanio) y Los mogollones de Lukas.

 Detalles como el ladrón en el metro hacen grande a Jan. Por cierto, robos, que se siguen produciendo igual 40 años después.

Las primeras nueve paginas nos retrotraen a ese Jan ochentero que es casi mágico en sus elaborados dibujos y las siguientes nos muestran su estilo más actual pero respetando la esencia de las primeras páginas, por lo que apenas se nota el cambio. Y en conjunto, al observar los dibujos con más fondos, se aprecia que Jan ha disfrutado más con este trabajo que con algunos de los recientes Superlópez.

El argumento de la aventura espacial de Se busca personaje para cómic… es sencillo, como es habitual en los últimos tiempos del autor, pero es un soplo de aire fresco ver algo alejado de su personaje estrella y leer un nuevo cómic de Jan siempre es un placer, si le damos más importancia al dibujo que al guión. Jan tiene intacta la habilidad de un dibujo precioso, que atrae, maravilla y te hace feliz, aun empleando expresiones trasnochadas como “mogollón” “rollo” y otras poco usadas por el autor, que causan cierta sorpresa como “pues verás, chorbito...” “Son lesbis” o que sorprenden con el dibujo de Jan como: ¡Abrid, cabrones! ¡Hijos de puta!.

Como hemos dicho el autor continua la historia donde la dejó, así que después de esa búsqueda de un nuevo personaje de cómic, ya tenemos al Capitán Rayón en acción en una aventura más heroica que erótica, en la que tiene que averiguar qué ha ocurrido con los mineros y tripulantes de una nave espacial. Por el camino se unirá en la aventura de manera fortuita el joven Lukas Erzegovino y la hija de un minero…Y así como aquel que dice ¡son tres historias en una!.

Este álbum iba a ser publicado por Panini en su linea Evolution, pero no sabemos si por esa moda de lo políticamente correcto la editorial no quería que en el inicio del cómic apareciese esa parodia de página de diario con anuncios de contactos en cachondeo o la viñeta en la que se ve la chorra a Super Rayon… Ver para creer… Por lo que cuando fue definitivamente rechazado por la editorial, José Luis Córdoba, anterior director de esta, lo publica en su propia editorial DQComics.


Es una lástima que el personaje Superlópez no conecte más con las nuevas generaciones de lectores. Esto es algo que Ibáñez con su Mortadelo y Filemón lleva haciendo mucho mejor desde hace años, sin tener que recurrir a la critica social, ni mensaje alguno, y usando temáticas y personajes de actualidad que han aumentado sus ventas. Un personaje no se puede mantener solo con los lectores veteranos o los que afirman “las diez primeras historietas esas sí que eran buenas” porque hay más de sesenta posteriores…

Esperemos ver pronto la recuperación de obras tan clásicas del autor como Lucas y Silvio, Los últimos de Vilapiñas  o Cab Halloloco y las nuevas aventuras de Superlópez a las que nos acercamos siempre con esa ilusión de antaño, aunque luego nos decepcionen un poco.

SE BUSCA PERSONAJE
Autor: Juan López Fernández, JAN
Género: Cómic parodia
PVP: 15€
Encuadernación: Tapa dura, formato 21 x 29
Nº de Páginas: 64

 

lunes, 12 de abril de 2021

Entrevista a Juan Álvarez: Los estudios de dibujos animados Cruz Delgado



Juan Álvarez es conocido por sus creaciones en el campo del cómic de humor en la revista El Jueves con series como Los Mendrugos sobre un grupo de estudiantes con pocas ganas de estudiar y muchas de ligar,  Lucía, gabinete de sexología o la Capitana Diana (aunque esta para la revista Puta Mili). Desde que dejó el semanario sus dibujos se han visto en otras publicaciones, carteles y otros medios, participando en eventos y realizando talleres sobre este arte.  Sus obras están dispersas en diferentes publicaciones de cómic en España, Estados Unidos, Francia e Italia. Recientemente ha vuelto a la revista El Jueves con la serie Hera y sus cosas de bombera con su socio de siempre Jorge Gómez al color. Ha realizado obras alejadas del tono de comedia como 1968. Un año de rombos (Edicions De Ponent, 2012)  o Como peces en la red (2020).  Y hace poco ha estrenado un artbook que repasa sus 35 años de carrera junto a Jorge Gómez. Pero Juan Álvarez también trabajó en el campo de los dibujos animados y ni más ni menos que en los míticos estudios Cruz Delgado. Como complemento al artículo sobre Cruz Delgado entrevistamos al dibujante sobre su pasada experiencia en este campo.

ENTREVISTA A
JUAN ÁLVAREZ
 

                                          
-¿Cómo entraste en los estudios Cruz Delgado?
Yo trabajaba en Fuenlabrada, en un estudio que formamos Matías Marcos, Antonio Zurera y yo mismo. El estudio era también donde vivíamos Antonio (que venía de Córdoba) y yo, que llegué desde Murcia. Era todo muy ilusionante, Matías nos enseñó a intercalar y empezamos a trabajar para Filman. Por desgracia, el trabajo para Filman no nos daba para vivir, así es que, un día, apareció un anuncio en un periódico solicitando dibujantes para una serie y Antonio y yo fuimos, hicimos una prueba, y entramos a formar parte de los estudios de Cruz Delgado y José Romagosa.

Juan Álvarez al fondo en los Estudios Cruz Delgado
 
 
-¿En qué consistía tu trabajo y cómo lo llevabas a cabo?
Empecé siendo intercalador, es decir, el señor que intercala dibujitos entre animación y animación; lo de intercalador ha quedado en desuso y se utiliza, desde hace tiempo, el término ayudante de animación. Más tarde, después de unas pequeñas vacaciones, al volver al estudio, me dijeron que me querían para hacer layouts, así es que, yo encantado. Hacer layouts era más creativo que intercalar, podías inventar escenas, personajes secundarios...tenías más responsabilidad porque tenías que controlar mucho las proporciones y dejar claro qué pasaba, qué hacía la cámara, en qué campo se movían. Hay que tener en cuenta que después, tu layout, lo cogía el animador y sobre él trabajaba; de igual manera, el layout era un referente para los de cámara, pues ahí venían las instrucciones de lo que debían hacer (Traveling, zoom, etc...). Y bueno, en el departamento de planificación, también pagaban más, jajaja...

Layout original del autor dibujado con 19 años para el capítulo 26 de la serie

-¿Cuántos años estuviste? ¿Estaba bien pagado?
Estuve un año exactamente, de septiembre de 1979 a septiembre de 1980 (Lo tuve que dejar porque en octubre de ese año me fui a hacer la mili). La verdad es que mi estancia en la serie, fue tan intensa, que me pareció mucho más tiempo. Trabajábamos duro, pero éramos todos tan jóvenes y con tantas ganas... Se produjo tal cantidad de complicidad entre todos, que yo creo, que gracias a eso, salió adelante.
El sueldo que cobraba me permitió trasladarme al centro de Madrid, cerca de la Carrera de San Jerónimo. Compartí buhardilla con Antonio Zurera. Y sí, para mí, ese trabajo, lo que cobraba por él, significó un gran salto cuantitativo y cualitativo. No era para tirar cohetes, pero sí suficiente para un joven de 20 años en 1980.

 
-En la foto que se te ve en el estudio pero todo parece muy añejo y rudimentario... Esos pupitres...
Jajajaja...pues es lo que había. Era 1979. En esas calcadoras o mesas de luz, había grabadas iniciales y nombres de animadores que habían pasado por los estudios de Cruz Delgado generación tras generación...muchos de ellos han sido y son referencia. Fueron alumnos de Cruz y luego han sido maestros de maestros.

-¿Conociste en persona a Cruz Delgado? ¿Cómo era el director y dibujante en aquella época?
Claro que lo conocí. Todos los departamentos estaban en el mismo piso. Éramos muchos y el espacio no era muy grande. El departamento de fondos, por ejemplo, estaba separado de intercalación por una especie de biombo acristalado. Cruz tenía su despacho a cinco metros de mi departamento, entraba y salía, pero la mayor parte del tiempo estaba encerrado en su tarea de director. Muy de tarde en tarde nos hacía pasar junto al animador jefe para ver alguna prueba de línea.
En realidad todos echábamos de menos mayor contacto con él y con el equipo de animadores. Queríamos aprender.
Cruz tenía mucho más contacto con sus colaboradores, con los que ya había hecho series y largometrajes, eran como una familia. El resto, éramos nuevos, no nos conocía. Pienso, realmente, que Cruz Delgado era muy tímido.
Yo recordaba su personaje Molécula, que me encantaba, pero aquí, en esta serie de Don Quijote de la Mancha, él delegó la creación de los personajes principales en Basilio González.

"En el centro, Cruz Delgado, yo, el segundo por la derecha, de pie, pequeñico, como soy, jajajaja."
 

-¿Recuerdas alguna anécdota trabajando en los estudios Cruz Delgado?
Con el tiempo, llegó un momento en que la emisión de los capítulos en televisión nos comía terreno. Así es que echábamos horas como locos, hasta la madrugada. Y todos hacíamos de todo. Si las chicas que daban color necesitaban ayuda, allí que todos nos liábamos con los acetatos a pintar. Si estábamos en layouts y se necesitaba sacar intercalaciones, pues hala...a intercalar. Fue, en muchas ocasiones, una carrera a contrarreloj. De tal forma fue así que hubo momentos en que salían los rollos del laboratorio, se cogía una moto, y a toda leche por Madrid para llegar a TVE y proyectar el capítulo que tocaba...faltando 10 o 15 minutos para emitirla. Jajaja...fue brutal.

-¿Que sentías al ver la serie Don Quijote en televisión?
El primer día que se emitió estábamos los dibujantes en un restaurante. Comíamos allí porque la empresa tenía un concierto con ellos y nos pagaba la comida. Todos comimos nerviosos, expectantes...hasta que empezó la sinfonía. Fue muy emocionante. Reconocíamos nuestros planos, las intercalaciones que habíamos hecho...es como ver tu primera historieta publicada.
Y luego ver tu nombre en los créditos. Mucho orgullo.
La serie, que se vendió a un montón de países, la pudo ver mi hermana en Italia, vivía allí. Imagina cómo se sentía ella tan lejos de casa, viendo el nombre de su hermano en la RAI.
 


-¿Trabajaste antes en otros estudios de animación como los de Hanna-Barbera? Cuéntanos un poco del mítico estudio, que realizabas y en qué series…
Trabajé para Filman al principio de estar en Madrid. Gracias a Matías Marcos había aprendido a intercalar y era allí, donde él y otros dibujantes llevaban sus trabajos. Íbamos a la calle Tutor y nos llevábamos el trabajo a Fuenlabrada.
Filman la fundaron Juan Pina Molina y Carlos Alfonso, dos animadores españoles que habían trabajado en Estados Unidos para la Hanna Barbera. A su regreso a España decidieron montar un estudio propio desde donde nutrir a la productora americana.
Yo intervine en un largometraje de los Harlem Globbe Trotters.
 

-Luego estuviste en series infantiles como Benjamin Blünchen y Babar….
Con el tiempo (Yo volví a Murcia en 1982), Matías Marcos había fundado el estudio Lápiz Azul. Me llamó en 1988 para que hiciera el story board de una nueva serie de dibujos animados llamada La Corona Mágica, producida por Filman y por TVE. Más tarde, también en Lápiz Azul, realicé layouts para Babar, un encargo que venía de Canadá, concretamente de la productora Nelvana. Unos meses después, mi compi de piso y andanzas juveniles en Madrid, Antonio Zurera, contactó conmigo. Había montado un estudio buenísimo junto a uno de los más grandes animadores españoles de todos los tiempos: Ángel Izquierdo. El estudio se llamó Milímetros y a parte de hacer películas propias (Dragon Hill, por la que obtuvieron un Goya), también trabajaban para mercados internacionales. En esa ocasión me encargué de realizar layouts para la serie alemana Benjamin Blümchen.
 
 

- ¿Cómo ves la animación hoy en día?
Hoy, la animación española está que se sale. Nunca antes había habido tanta calidad y tanta gente buena a la vez realizando animación. Españoles que trabajan aquí y españoles que trabajan fuera.
Hay una diferencia notable con respecto a generaciones anteriores: que hay escuelas donde aprender, con profesores fantásticos y que esos animadores que salen, no sólo animan bien, sino que saben contar.
Saber contar creo que era la asignatura pendiente de nuestro cine de animación.

-¿Cuál es tu serie favorita de dibujos animados de la infancia y la actual?
En cuanto a las series de la época, no seguía muchas, la verdad, pero en 1981 aparecieron Los Mosqueperros y Ulises 31 y me gustaron mucho. Sobre todo Ulises 31; ese llevar al futuro la obra de Homero, con esa estética y fantasía, me encantó. Creo que, de todas formas, los finales de los 70 y principios de los 80 no fueron, para mi gusto, de mucha calidad. Yo aún tenía grabada en mi memoria las maravillas de la Warner Brothers (Bugs Bunny, el pato Lucas, Silvestre y Piolín...) o las mejores cosas de la Hanna Barbera.
En la actualidad no sigo ninguna serie. Sí que me he interesado en lo que hacen los españoles en el cine de animación (tengo muchos amigos que han trabajado en Tadeo Jones), en películas como Klaus o en las maravillas de diseños que ha hecho Carlos Grangel para Tim Burton o Steven Spielberg. También me entusiasmó, a principios de los 2000, la serie Vaca y Pollo o la de Batman, con los diseños de Bruce Timm.




Entrevista realizada en marzo de 2021