domingo, 30 de mayo de 2021

Reseña libro: Los chicos que coleccionaban tebeos / Julian M. Clemente y Helio Mira / Panini Ediciones


“las chicas que coleccionan tebeos son las que más molan”

Hay, a veces, relatos sencillos que, sin tener nada de espectacular, son maravillosos, te llegan, te emocionan y sabes muy bien por qué lo hacen, porque lo que narran lo has vivido de formas similares. Los chicos que coleccionaban tebeos, de Julián M. Clemente y Helio Mira, es uno de estos loables casos.

La novela narra la amistad de cuatro jóvenes en la década de los ochenta, en plena explosión de los cómics de la editorial Marvel y DC en España, de la mano de Comics Forum y Ediciones Zinco. Los ochenta fueron tiempos difíciles para conseguir todos los tebeos que le podían gustar a un chico, no solo por la falta de dinero y la gran variedad de publicaciones, sino porque dependiendo de donde vivieses los tebeos no solían llegar asiduamente a los quioscos.  Tiempos sin Internet en que las informaciones llegaban a través de los correos de los propios cómics, en donde se crearon obras muy potentes que aún perduran y en donde las sorpresas y descubrimientos leyendo esas historias eran mucho más auténticas y marcadas. Con 14 o 20 años las amistades son más intensas y las aventuras más vividas, si además te gustaban los tebeos, tenias ese plus de pasión y disfrute compartida o no, que no pueden entender los que no les gustan.

Los chicos que coleccionaban tebeos tiene esa magia especial de películas como Los Goonies, libros como IT, o series como Stranger Things. En la novela, la amistad y la afición tebeística , desembocan en una serie de historias y aventuras entrañables o rocambolescas, sin olvidar ese otro motor de alegrías y pesares, que son las chicas.

Julián M. Clemente y Helio Mira crean, de manera ficcionada, un relato creíble, entrañable y sensible, porque las historias que cuentan tienen base real, pero van más allá pues ponen, en cierto modo, el madurar y tratar todo ese mundo de “papel y plástico” de otra forma. Hacerse mayor es enfrentarse a las pérdidas, pero también en cómo gestionamos de forma distinta nuestro mundo de fantasía que es el cómic y todo lo que lo envuelve. La novela hace hincapié de forma crítica y muy bien narrada de ese estancamiento que sufren algunos. Pero salvo este pasaje, que a más de uno le dará un bofetón,  la novela es un divertimento nostálgico que encantará, pues no solo habla de tebeos y vivencias con estos, sino de la vida en sí en pasado y presente. Y por encima de todo, es un canto de amor a estos.

La novela se inicia en 2012. La vida de uno de los protagonistas cambia para siempre pues ha tenido un hijo, pero también está el estreno de un acontecimiento cinematográfico sin precedentes y el recibimiento de una llamada fatídica, que le hará recordar su juventud.

Julian M. Clemente es el editor de Panini en España y ha creado junto a Víctor Gómez la serie de dibujos animados Hero Kids. Escribe todos los artículos de las publicaciones actuales en Panini y tiene publicados varios ensayos comiqueros. Helio Mira ha escrito guiones para series y programas de televisión, es divulgador de cómics y profesor de guión.

 

LOS CHICOS QUE COLECCIONABAN TEBEOS  

 Julián M. Clemente, Helio Mira
Novela / Páginas:208
Formato: Tapa Dura
PVP: 15€

domingo, 23 de mayo de 2021

Entrevista a Jordi Coll / Amaníaco especial 30ª aniversario

 

 
En 1990 un grupo de hombres (bueno por aquel entonces jóvenes) que formaban un comando en la Escuela de Cómic Joso, decidieron realizar un fanzine con el nombre de Amaníaco… Y así fue, en febrero de 1991 aparecía el número 0. Aquel primer ejemplar contenía cómics, un póster, un reportaje sobre Bernie Wrightson y algún que otro artículo… La revista Amaníaco lleva ya la friolera de treinta años publicándose, una revista trimestral que si juntamos todas las épocas ya lleva 87 números publicados, casi sin quererlo y que a día de hoy muchos aficionados al cómic aún no conocen... Para más inri es una revista que no da pingües beneficios. ¿Es esto amor al arte o locura de vida? ¿Tal vez la misma que tuvieron los creadores de la revista Nueva Dimensión pero durante la mitad del tiempo y a la que tampoco había manera que se suscribiese el público por mucho que se rogase para hacerla más rentable…? Desde este blog deseamos que Amaníaco siga en pie muchos años más y entrevistamos por la efeméride a su alma mater: Jordi Coll.

 AMANÍACO 30 AÑOS
ENTREVISTA A JORDI COLL
 
 

Equipo inicios Amaníaco


-¿Que se encontrarán los lectores en este número 56 especial 30 aniversario de Amaníaco?
Bueno, este número empezamos a planteárnoslo hace ya un año, antes de que tuviéramos todo el follón del coronavirus, los confinamientos y demás movidas. Había dos opciones, por un lado podríamos haber hecho un número doble, con 128 páginas, pero como está la cosa como está, igual lo hubiéramos sacado, podría haber caído un nuevo confinamiento y nos lo comíamos con patatas. Ya nos pasó con el número de abril del año pasado... que acabó saliendo en junio, cuando empezó la desescalada.
 
La otra opción era incluir colaboraciones especiales, como se hizo en el número del décimo aniversario, en el que participaron Juan Álvarez y Jorge G. que hicieron la portada, Monteys, Fontdevila, Carlos Azagra, Max, Carlos Giménez... e incluir también algunos textos de los que empezamos montando el Amaníaco. Pero otra vez estamos con lo mismo, con las restricciones, habría sido muy difícil reunirnos todos y recordar anécdotas que pudiéramos incluir en este número.
 


Así que, al final, lo que se ha hecho ha sido recordar aquellas series y personajes que nos influyeron y que, gracias a ellos, nos dedicamos a esto del cómic. Además, la portada es también un homenaje recordando la portada del 50 aniversario de Pulgarcito que dibujó Gin. Al fin y al cabo, nuestro principal referente fueron las revistas de Bruguera que habíamos leído de pequeños y no tan pequeños.



- ¿Cómo se gestó el primer rudimentario número de Amaníaco en 1991? ¿Cuánto os costó? ¿Quiénes erais? ¿Y por qué ese nombre? 
Coincidimos un grupito en la escuela de cómic Joso y, hablando en clase o cuando volvíamos con el metro para casa, empezamos a madurar la idea de hacer un fanzine entre todos. Eso sería a finales de 1990, cuando empezamos a planificar las páginas y secciones que tendría el fanzine.
Al principio, los que montamos el tinglado fuímos Alexis Calvo, J.A. Noé, Toni Vizcarra, Daniel Aguilar y yo mismo. No obstante, en el número cero también colaboraron Francis Portela, que luego se añadiría al grupo que llevábamos el Amaníaco, Álex Martos, Xavier Font y Sergi López. Como en aquella época no teníamos un céntimo (y ahora seguimos sin tenerlo), entre todos pusimos tres mil pesetas para pagar las primeras fotocopias. Pero como no salieron con una calidad lo suficientemente aceptable como para llevar el Amaníaco a las tiendas, tuvimos que repetirlas y nos tocó rascarnos el bolsillo de nuevo para poderlas hacer.

El nombre de Amaníaco salió en una de esas tormentas de ideas que los ingleses llaman “brainstorming”. Estábamos en la Joso y cada cual proponía un posible nombre para el fanzine. La cosa es que, en una de estas discusiones, como en aquella época se publicaba una revista llamada HdiosO (Hache Dios O), haciendo el juego de palabras de la fórmula del agua. Y yo solté el nombre de NH3. Alguién preguntó, ¿y eso qué es? La fórmula del amoníaco, contesté. Y creo que fue J.A. Noé, que dijo, lo del amaníaco. Y así se quedó.
 

-¿Qué recuerdas de aquellos años de fotocopias? Fueron 17 números con este sistema...
Recuerdo totalmente el proceso artesanal del recorta, pega y colorea. Me pasaban los originales, hacía una regla de tres para calcular el porcentaje de reducción para encajarlas en la página e iba a la fotocopistería para preparar la maqueta. Recortaba, pegaba textos, rotulaba, hasta tener una maqueta con todo el fanzine. Luego tocaba ir otra vez a la fotocopistería y sacar las copias. Al principio eran cien ejemplares, pero hacia el final de nuestra etapa fanzinera, hubo un momento en que llegamos a fotocopiar quinientas copias en tres meses. Fue cuando decidimos hacer el paso a la imprenta.
A parte de esto, el proceso de encuadernación consistía en ir doblando todas las fotocopias, montar cuadernillos, graparlos y guillotinarlos. A veces quedábamos varios y nos poníamos toda la mañana a doblar y grapar, otras veces lo iba haciendo yo en casa. Nunca hemos calculado la cantidad de páginas que llegamos a doblar, pero contando los números que salieron, seguro que sale una buena cifra.

 
-El primer salto cuantitativo fue ya en imprenta en 1996 y tengo entendido que se pudo llevar a cabo ¿a partir de los beneficios de unos carteles publicitarios para Comisiones Obreras?
Sí, hacía ya tiempo que hablábamos de sacar el Amaníaco por imprenta, pero los presupuestos que habíamos pedido eran muy elevados y no nos lo podíamos permitir. Al menos si deseábamos que la revista tuviera una periodicidad.
En aquellos días, yo colaboraba en L’Ona Sindical de Comisiones Obreras y me pidieron hacer unos carteles sobre el reciclaje, así que me junté con Xavi Palop, otro compañero que estaba con nosotros estudiando en la Joso y que sabía de diseño gráfico, e hicimos el trabajo. Cuando nos pagaron, fueron cien mil pesetas que, tanto Xavi como yo, decidimos que servirían para poder sacar el Amaníaco por imprenta. Era el “empujón” que nos faltaba.

 
- Una segunda época con 32 páginas en formato comic-book con portada color. El esfuerzo, constancia y mejoras os hace ganar el premio al mejor Fanzine del Salón del Cómic de Barcelona en 2000 cuando paradójicamente ya no sois un fanzine…
Bueno, sí, eso es curioso. El salón del cómic de Barcelona premiaba a los mejores fanzines, pero cuando lo hacíamos por fotocopias, no éramos lo bastante buenos. Con los años, y cuando ya salía editado por imprenta, seguíamos sin ganar el premio. Una vez se dió el caso de que, en dos años sucesivos ganó el mismo fanzine, y yo comenté por qué y cómo era que nosotros nunca optábamos a los premios. Me contestaron que el Amaníaco era demasiado profesional (?).
No sé, considero que cuando una gente hace un fanzine y está empezando, pues si ya lleva una temporada, evidentemente, van mejorando y, aquí estaría bien que se les reconociera el trabajo. Lo del premio hubiera estado bien cuando comenzábamos, pero al cabo de diez años... No te negaré que nos hizo ilusión, pero dos años después volvimos a ganar y, sinceramente, cuando salí a recoger el premio ya dije que, si volvíamos a optar a mejor fanzine, renunciaríamos a favor de otro candidato, a nosotros ya se nos había pasado esa etapa. Curiosamente no fuimos los únicos, también a la gente del TMEO les dieron dos veces el premio a mejor fanzine.


- ¿Por qué crees que la grapa vende poco? Hace muchos años la línea “Los Impresentables de Amaníaco” era una manera de tener todo el material de un autor en concreto a muy buen precio...
Yo tengo mi teoría. Nosotros queríamos hacer tebeos buenos, bonitos y baratos. Pero luego piensa que, con la cantidad de novedades que salen y al precio que están los alquileres, es lógico que el librero quiera rentabilizar cada metro cuadrado y, en el espacio que ocupa una grapa, cabe una novela gráfica, que es más cara y le deja más margen. También, si tenemos en cuenta la distribución, sale más a cuenta distribuir álbumes caros que grapas baratas. El trabajo es el mismo, pero el margen es mayor.

-Amaniaco es posiblemente la última revista heredera del estilo Bruguera (sin contar El Jueves) con un humor entre blanco, mordaz y salvaje, o de simple aventura y con un montón de colaboradores de diferentes estilos por número. Se lee en redes sociales la queja de que ya no existen publicaciones de este tipo, pero Amaníaco sigue al pie del cañón. ¿Son buenas las ventas? ¿Hay apoyo de los lectores?
Somos como un dinosaurio en vías de extinción. La gente ha cambiado, no se leen revistas, pero esto ya viene de hace mucho, los hábitos de lectura han variado. Antes había más tradición de ir al quiosco a  pillarse algo para leer, había muchas revistas donde elegir. Pero claro, cuando los lectores veían que, al cabo de poco tiempo aparecía un álbum recopilando las historias que leían, mes tras mes (o semana tras semana, dependiendo de la periodicidad) en las revistas, pues hacían números y veían que les salía más a cuenta pillarse el álbum que la revista. Total, que en vez de comprarla cada vez que salía, lo hacían de tanto en tanto y, si veían alguna serie que les interesara, ya sabían que en poco tiempo estaría el álbum. Por ejemplo, un ejemplar de Humor a tope, donde se publicaba la serie Laszivia de Jan, costaba entre 200 y 250 pesetas. En cambio, el álbum que reunía todas las historias salía por 500 pesetas. ¿Te ibas a pillar la revista sabiendo que luego saldría el álbum con todo reunido y mejor de precio? No sé, creo que algunos editores, queriendo rentabilizar al máximo lo que publicaban, acabaron matando a las revistas.
 


Manolito Rastamán, José Luis Platero y Diego Moreno para este número especial

También, yo creo que cuando cerró Bruguera, desaparecieron un montón de revistas infantiles/juveniles, con lo cual ha habido una generación que no ha encontrado nada para leer y ha buscado otras fórmulas de entretenimiento. Antes, los viejos del lugar lo recordarán, en casa siempre había tebeos para leer, salías los domingos a pasear con tus padres y, mientras ellos pillaban la prensa, a ti te compraban un tebeo. O, saliendo del colegio, pasabas por el quiosco, te entretenías mirando los cómics que había y, al final, siempre caía alguno. Claro, con el cierre de Bruguera, que copaba el quiosco con sus publicaciones, ¿qué otra opción encontrabas? Que sí, que vale, que los videojuegos han quitado público lector, no diré que no. Pero en resúmen es que al no haber revistas la gente busca otras opciones de ocio, aunque no quiere decir por eso que no hubieran seguido leyendo tebeos.

En cuanto a lo del apoyo de los lectores, pues sí, en Amaníaco tenemos una buena parroquia. Claro que no todo el mundo nos conoce, pero en alguna feria o salón del cómic, alguno se pasa por nuestro stand a ver qué hacemos y acaban descubriendo la revista.

También entiendo que habrá gente que le gusta más cuando en Amaníaco tocamos determinados contenidos. Por eso lo de los especiales dedicados a un tema concreto, como terror, zombis, detectives, música... la gente prefiere uno u otro antes que un número genérico.



Eduardo Uturria, Manel Cruz  y Aguilar Sutil en acción para este Amaniaco Especial 30 aniversario

-Se consiguió nada más y nada menos que Jordi Bernet realizará dos portadas cuando se cumplieron 25 años…. ¿Cómo fue la cosa?
Esto venía de hace años. Ya en una ocasión le dije a Bernet si dibujaría una portada para el Amaníaco y él, para librarse de mí (en el buen sentido de la palabra), me contestó que sí, que cuando hiciéramos veinticinco años. Pues bien, pasó lo que pasó, que llegamos a los veinticinco años y entonces se lo volví a decir, recordándole lo que me contestó. ¡Lo pillé! Y Bernet, todo y que me contestó que andaba liado, me llama al día siguiente y me dice que había tenido una idea y que no había hecho una portada, si no dos, con pequeñas variaciones.


-¿Qué ocurrió con esta portada de Manel Fontdevila Especial Marcianos?
Bueno, todas las portadas de Amaníaco, más o menos, todas tienen su historia. En el caso de la del Amaníaco especial marcianos, resulta que llevábamos unos meses hablando del tema con Manel y no teníamos claro qué hacer. Algunos referentes de la ciencia ficción que nosotros conocemos, igual resultan desconocidos para los jóvenes de hoy, así que estuvimos dándole vueltas. Manel me escribía y me proponía posibles portadas, pero ninguno de los dos lo acababa de ver. Total, que un día estaba escuchando las noticias por la tele y hablaban del tema de las listas de espera en sanidad. Y me vino la idea. Enseguida llamé a Manel y le comenté lo de las listas de espera y el tema de las abducciones extraterrestres. Que podíamos hacer a un tipo abducido en un ovni, donde los extraterrestres le hacían todo tipo de pruebas y, en vez de estar acojonado, el tío contento porque así se saltaba las listas de espera. A Manel le gustó la idea y la dibujó. Luego, en su blog, citaba que la experiencia había sido como trabajar en Bruguera, en aquellos especiales que hacían en los setenta.

 
-¿Recuerdas cuál es el especial que ha vendido más?
Pues para ser sincero, no te lo sabría decir. Cada año, el número de octubre, lo dedicamos al tema del terror, que si especial zombis, halloween, monstruos... son temas que pueden parecer repetitivos, pero parece ser que a la gente le gusta y, el enfoque, no es siempre el mismo. Es como los especiales de verano o invierno de Súper Mortadelo. Sabías que cada año habría uno.

 
-Luego vino en 2007 la tercera época con otro salto cuantitativo de calidad y ya como sello editorial profesional. Formato tomito y con 76 páginas. Cada número contiene unos 40 autores. ¿Como es todo el proceso de montar un número Amaníaco?
¡Buf! El proceso es laborioso. Tengo que llamar o escribir a todos y cada uno de los colaboradores para explicarles de qué va a ir el tema y preguntarles si tienen alguna idea sobre el mismo, si no yo les apunto lo que podría ser la historia. Eso sí, luego que cada cual haga lo que quiera. Pero también así sé lo que harán y que no repitan historias similares, aunque alguna vez ha pasado.
No es solo por saber qué hace cada uno, si no también para asegurarme de las páginas que tendré para hacer el número. Cada año paso un calendario con las fechas de entrega y los temas, pero como me conozco a los autores, sé que si no escuchan mi melodiosa voz al otro lado del teléfono, alguno a veces se despista. Pero no, en general todos tienen los plazos asumidos y, salvo rara excepción, acaban entregando, más o menos, en el plazo convenido.



Inicio de dos historias de Kalitos , Jos y Carlos López para Amaníaco nº 56 30 aniversario
 
-Biblioteca Amaníaco de Enrich… Un crimen que no siga su recuperación… Así como la Biblioteca en sí claro…
A ver, la biblioteca sigue, lo que ocurre es que como los temas de cada monográfico son bastante diferentes, pues no sé si tenía mucho sentido. Internamente, para nosotros, todos estos libros siguen siendo parte de la colección Biblioteca Amaníaco, pero a la gente eso creo que le da igual. Si ve el Gari Folch, luego encontrará el Best seller y el Looking for Nobody de Joan Mundet, que son una trilogía, pero no tienen nada que ver con el Hermi y Max. Sexo, caspa y ositos de peluche de Ricardo Peregrina o el Hospital central de L’Avi.

Del tema de Enrich hay material para un tercer libro, pero por problemas de salud del autor, hace años que no hemos vuelto a hablar del tema. Es más, incluso hay una serie de chistes sobre fútbol titulados ¡Qué mala pata! que están ahí, pero que tampoco se han publicado.
 

-¿Qué anécdotas recuerdas a lo largo de estos años?
Buf... hay un montón, muchas. Y si ya hasta aquí alguno ha llegado a leerse esta entrevista, si empiezo a contar anécdotas, nos quedamos sin Internet para ponerlas todas. Quizás, y sin profundizar, está la vez que los editores franceses descubrieron la obra de Raule y Roger Ibáñez,  autores de Jazz Maynard, en el estand de Amaníaco y la reacción de Ibáñez cuando luego le dije que estaban interesados en conocerle. O la vez que, empezando el salón del cómic y decorando el stand, se acercó Sergio Aragonés para saludarme y nos pusimos a charlar, pasó por allí Sergio Córdoba y se quedó sin habla... es, es, es Sergio Aragonés, dijo. Luego nos hicimos una foto los tres. O no sé, tampoco quiero alargarme, pero las peripecias que pasábamos cuando íbamos a entrevistar a algún dibujante como Vázquez o Tha, o la vez que nos perdimos como cuatro o cinco veces con Jordi Canyissà hasta que conseguimos llegar a casa de Víctor Mora y, al llegar allí, Víctor nos abrió la puerta sorprendido, pensando que la entrevista tenía que haber sido el día anterior y que no nos habíamos presentado.

-¿Cómo has conseguido o engañado para que autores de la talla de Jan, José Orcajo, Juan Álvarez, Kim, Ozeluí entre otros, hayan colaborado en la misma en algunos momentos? 
Bueno, la verdad es que no he tenido mucho problema en “enredarlos”. A algunos ya los conocía de hace tiempo y fueron ellos los que me dijeron de colaborar. Otros, con los que tenía relación, se pusieron en contacto conmigo porque lo que querían era publicar y el Amaníaco encajaba con su idea de revista. Hasta alguno me echó la bronca por no haberle llamado antes.


-Desgraciadamente nos dejaron hace poco dos grandes dibujantes de Amaníaco como Marc Alberich con sus Don Pankracio, el yayo punk, Historias histéricas, Historias Noctámbulas…. Y Fer que recuperó, incluso antes que la propia revista el Jueves sus Historias Fermosas. ¿Qué puedes contarnos de ambos?
Bueno, lo de Marc y lo de Fer son esas anécdotas tristes. La desaparición de Marc nos dejó bastante tocados a todos los que lo habíamos conocido, fue algo totalmente inesperado.
En el caso de Fer, bueno, había estado enfermo, aunque estaba mejor. Justamente tres días antes de su fallecimiento, estaba con un compañero de El Jueves, que me contaba que estaban los dos juntos, que le hacía de chofer y que habían quedado para comer con Kim. Y bueno, tres días después, te dan la triste noticia de que había fallecido. Evidentemente que se les echa mucho en falta después de haberlos conocido y trabajado con ellos.


-Es es imposible enumerar a todas las series y dibujantes que han pasado por sus páginas el añorado Hermi y Max de Ricardo Peregrina, realquilados con Josep Busquet y Yayu , Suso de Bié, Manolo y Pepi de Enrique Bonet, Doble cero de Vicente Montalbá, Estiércol TV de Víctor Araque, Fargons & Gorgons de Busquet y Pere Mejan.. Funeraria de Cirilo de Majarena y Moratha, Con uno basta de Busquet y Albert Xiqués..., Julka de Ivan Sarnago, el Hombre que Araña de Felix Sánchez Dibujantes como L´Avi o Ricard Soler… Nos dejamos cientos en el tintero, nunca mejor dicho… No estaría mal publicar en los siguientes números artículos o mini entrevistas recordando a todos los autores que han pasado por la misma en estos treinta años. Ahí lo dejo…
Pues lo cierto es que algo haremos. Lo del especial de los 30 años se nos ha quedado corto. Inicialmente, el año pasado, teníamos ya varias ideas para este número, pero con la pandemia hubo que replantearse muchas cosas. En principio, como decía al comienzo de la entrevista, pensábamos hacer un número doble e incluir estas entrevistas, pero viendo como evolucionaba todo, teníamos miedo que nos pasara como el año pasado y que, si había otro confinamiento, este número de abril acabará saliendo en junio. Y, claro, todo el esfuerzo no habría valido para nada.
También, otra opción que barajábamos, era hacer como en el número de nuestro décimo aniversario e invitar a colaborar a toda una serie de autores del panorama comiquero nacional. Pero estábamos en lo mismo, la inseguridad de saber qué pasaría. Nos hubiera gustado poder hacer alguna exposición, presentaciones e incluso íbamos a dar una charlas por estos 30 años de Amaníaco que luego tuvimos que anular, pero que queda pendiente de hacerse, seguramente para junio o, si no, para después del verano. Pero lo de hacer algo especial para estos 30 años de Amaníaco está en mente. Más que nada por recopilar todas las anécdotas y vivencias de estos años, que luego ya no nos acordamos de todo. A la que podamos, la idea es reunirnos un día (o los que hagan falta) y empezar a anotar todo lo que recordamos y ponerles fecha y lugar.





-La editorial Amaníaco acaba de sacar un tomo recuperando el cómic Atasco Star de Alfonso López y Rafel Vaquer con algunos guiones de FP Navarro y Xavi Roca. ¿Cómo se fraguó este cómic y que se encontrarán los lectores en el tomo?
Bueno, aquí esto nos pilló de rebote. Inicialmente la idea era una propuesta de la gente de El foro de la T.I.A. que le hicieron a Alfonso López de sacar este recopilatorio, pero luego estaba el problema de darle el formato de libro y editarlo. Fue entonces cuando, por mediación de Alfonso, contactó conmigo Alejandro Ortega y nos pusimos a hacer el recopilatorio. También, por problemas personales de salud primero, y después por el confinamiento, que era imposible preveer cuándo se darían las condiciones para poder sacarlo, pues se retrasó bastante.
El recopilatorio ha quedado precioso. Es toda una joya para todos aquellos amantes de las revistas de Bruguera y también por poder ver la evolución de la serie, teniendo todas las historias reunidas en un solo libro. Estoy muy contento con el resultado y, creo, no soy el único. Eso sí, hay que dar las gracias a todos esos lectores de El foro de la T.I.A. que lo han hecho posible.
 

- ¿Qué próximos lanzamientos de Jan se tienen en mente de obras antiguas suyas pero exquisitas como el buen vino?
A ver... como tener, están Los últimos de Villapiñas, que está dando su trabajo con el tema de la restauración. No es una faena tan sencilla, lleva su tiempo y, evidentemente, a veces la gente nos recrimina que tardamos, pero han de tener en cuenta que nosotros, por desgracia, no vivimos de esto y que, en medio, tenemos que estar haciendo otras faenas remuneradas para poder vivir. Ojalá pudiéramos dedicarnos, única y exclusivamente, a recuperar estos materiales perdidos. Pero creo que a estas alturas todo el mundo ya sabe que, con lo que vende un cómic en este país, es prácticamente imposible para la mayoría vivir de esto... a menos que trabajes para fuera.

Hay un tercer álbum de Don Talarico que saldrá este año y que Jan acabó justamente este mes de febrero. Sale antes porque están todos los materiales y solo es el trabajo de maquetación.

Está el álbum de Lucas y Silvio que, como me pidió Jan, antes teníamos que sacar Los últimos de Villapiñas. Ahora, con DQomics, saldrá el Cab Halloloco, con las historias que salieron publicadas en su momento en Jauja y nuevas páginas. Aquí Jan se ha tomado el curro de volver a colorear de nuevo todas las páginas, para que no se viera variación entre las antiguas y las nuevas.

Y ahora que, esperemos, en breve volveremos a la normalidad, tenemos el recopilatorio de Días moscosos, la serie que dibujaba con guiones de Raúl Deamo en el Amaníaco. También hay otro libro que empezamos a preparar hará algo más de un año y que, con el confinamiento, todavía no hemos tenido tiempo de reunirnos y hablarlo. Eso ya lo contaré más adelante.





Deliciosos trabajos de Jan que pronto veran la luz

-Hace mucho se barajó la posibilidad de publicación de un tomo de Mirlowe y Violeta de Raf. ¿Aún está ahí la cosa? ¿Qué planes editoriales tienes?
No está aparcado, al contrario, con Jordi Canyissà no hace mucho que le dimos un repaso para ver qué materiales son los que faltan. Ahora te lo diría de memoria, pero creo recordar que si eran diecinueve álbumes, yo tengo escaneados quince de ellos. El resto habrá que recuperarlo de lo publicado y luego repasarlo todo e ir corrigiendo lo que veamos. Serán unas novecientas páginas.
Y aquí vuelvo a la respuesta de la pregunta anterior... son muchas, muchísimas horas las que hay que dedicarle y durante todo este tiempo uno ha de vivir, por lo que he de coger otros trabajos que me mantengan. Y el día sigue teniendo 24 horas y mis horarios son bastante alucinantes, por lo que no es de extrañar que a las dos o tres de la mañana esté contestando correos o que esté encerrado durante días, fines de semana incluídos, y que la gente no tenga noticias mías.


-¿Cuál será la próxima temática del número 57 de Amaníaco?
Pues el próximo Amaníaco será un especial publicidad. Ya estamos trabajando en ello, ya he hablado con algún que otro colaborador para darle posibles ideas a desarrollar y vamos tirando. Como siempre, saldrá para la segunda mitad del mes de julio.

Primeros trabajos de  Ricardo Peregrina en Amaníaco

Entrevista realizada en mayo de 2021

martes, 18 de mayo de 2021

Fallece Esegé / Segundo García González

 

Lamentablemente quedan muy pocos dibujantes clásicos del tebeo de humor Brugueriano, de los que entretuvieron a niños y no tan niños entre los sesenta y ochenta, cuando leer tebeos era algo habitual.   Hoy nos ha dejado un gran dibujante Segundo García González (1958-2021). Sus dibujos eran una maravilla con un estilo muy franco-belga que enamoraba a primera vista.

Esegé trabajó en el TBO renovando sus contenidos allá por 1977. A inicios de los años 80 realiza para Bruguera la serie Neronius con guiones de Jesús de Cos y Francisco Serrano. Curiosamente esta era la continuación de una poco conocida serie belga llamada Résidus tyran de Rome de Blaureu y Pierre Guilmard: Un emperador caprichoso y déspota que lleva por el camino de la amargura a sus vasallos con sus ideas estrambóticas. En 1986 para la corta revista Garibolo crea Tito Sidecar junto al escritor Jaume Ribera. El dibujante llegó a realizar en Ediciones B, en la última etapa de la revista Guai!, una historieta larga de Paco Tecla y Lafayette pero sin el entusiasmo que destilaba en Neronius.  

Los Alquimistas fue una de las series menos conocidas de Esegé con un dibujo muy de estilo franco-belga. En la mejor tradición de la serie Leonardo escrita Bob de Groot y dibujado por Philippe Liégeois, dos alquimistas la liaban con sus inventos para su majestad o el que se terciase. La serie nació hacia 1987 en la nueva revista Mortadelo de Ediciones B. En 1990 dibuja El Dinosaurio Jerermías para el suplemento de El periódico de Catalunya y en 2005 para la revista Mister K crea El pequeño Quijote. Trabajó también durante un tiempo en los dibujos animados en estudios como Neptuno.

En los últimos años estaba trabajando día a día en una nueva aventura de Neronius aplicando todos sus conocimientos del cómic y sin las prisas de ninguna entrega. Algo que lamentablemente demoró mucho en el tiempo. Esperemos que alguna editorial pueda publicar todo este material de alguna manera. Ademas había empezado otras recuperaciones suyas de la época pero actualizadas como  Antares 10 y le rondaba la idea también de recuperar Parsley. Además conocíamos sus avances de forma activa traves de las redes. La editorial editorial "hereditaria" ni sabrá quién es y así vamos... Descanse en paz.

Dedicatoria de Esegé para el 80 cumpleaños de Escobar