martes, 13 de junio de 2017

Entrevista a Leonel Castellani (1ª parte)


Leonel Castellani nació en Buenos Aires, es dibujante de cómics, animador de dibujos animados, pintor y escultor.  Estudió Artes Plásticas en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata. Ha dibujado un sinfín de personajes para Warner, Hanna-Barbera y Disney. Así como los personajes Marvel pero de una forma peculiar. Ha estado en la Artist Alley del Salón Internacional del Cómic de Barcelona en dos ocasiones. La última este mismo año. Conozcamos un poco mejor a Leonel Castellani en esta entrevista en dos partes.

ENTREVISTA A 
LEONEL CASTELLANI


 -¿Cuáles fueron tus lecturas infantiles o juveniles con las que te iniciaste en los cómics?
Arranqué con la historieta latinoamericana  Patoruzú, Patoruzito y Condorito. En primaria empece a leer Mafalda pero no entendía el contenido real de lo que era el personaje hasta que fui creciendo. Eran revistas muy baratas, en formato tira. En cualquier casa argentina estaban estos cómics. En paralelo veía muchos dibujos animados por al tele de Hanna-Barbera, Warner Bross, Disney... Me gustaban y estos cartoons tienen que ver con mi inicio en la profesión. También las revistas de García Ferré que eran educativas pero también tenían páginas de historieta. Conocí a gente que trabajó en esas publicaciones.  Como Oswal (Osvaldo Viola), autor de Sónoman para la revista Anteojito, autor a quién  tuve la suerte de conocer y que además me enseñó muchísimo, alguien a quien yo estimaba mucho. En algunos eventos me he cruzado y charlado con Clemente Montag es muy popular allá, su Coco y Cilindrina es un clasicazo y admiro su trabajo.

-¿A qué edad empezaste a sentir que dibujar te apasionaba?
Los primeros recuerdos son de estar viendo la tele y copiando: el Pájaro Loco y personajes Warner y Disney… Desde que tengo uso de razón que empecé a dibujar.


-¿Tus primeros trabajos fueron dentro del ámbito de este arte?
Yo tuve la suerte desde muy joven de arrancar a trabajar en un estudio de dibujo como asistente. Ahí cogí mis primeras armas como dibujante profesional. Siempre he trabajado en lo mio pero pasando por todos los estadios, borrando los lapices de un dibujante, haciendo los cuadros de las paginas, los fondos, haciendo los personajes secundarios. Creciendo en este ámbito de abajo para arriba (risas) llevando el café!!.

¿Tuviste algún mentor o fuiste autodidacta?
Tuve muchos mentores dentro del oficio, aprendí de muchísima gente. No tuve un profesor particular. En el estudio en La Plata había muchos buenos profesionales. Algunos aún son amigos y mantengo contacto. Daniel Griffo, Walter Carzon y Carlos Escudero.... me dejo muchos, no sé si por aquí son muy populares, pero son excelentísimos artistas. Cuando empiezas a dibujar por ti mismo se acaba la critica de la familia que te dice “hay que lindo” y empieza la critica profesional. Después con otros artistas de los que me he ido empapado de sus trabajos y me han enseñado u otros que he ido conociendo en mi carrera.

-Trabajaste como asistente, colorista y dibujante en los estudios Warner, DC y Disney y en diversas editoriales con series como Looney Tunes, Tom y Jerry, Scooby Doo… ¿En qué consistía tu trabajo?
Todo esto era en el marco del Estudio Duendes del Sur donde arranqué. Luego pasé por otros estudios de publicidad. Salté por todas esas series, y de algunas hoy en día sigo haciendo cosas. En Duendes del Sur empecé como asistente de otros dibujantes en series de cómic de estos personajes. Primero fui colorista para una colección de libros infantiles de Warner de Scooby Doo, luego Looney Tunes. Hacia layouts color, teníamos las fotocopias con los bocetos y generábamos una paleta atmosférica y luego se pasaba al departamento de color digital. Formalmente empecé a trabajar ahí. Me pasé mucha época pintando con el ratón, a veces hacíamos también color de la manera tradicional. Luego asistí a otros dibujantes realizando los fondos y personajes secundarios de sus cómics. Más tarde dibuje de forma individual libros infantiles siempre en el marco de estas colecciones de Warner, Disney...

 Tom y Jerry vistos por el autor

-¿El cómic de acción ya lejano en el tiempo David y Goliath es un homenaje al cine ochentero a lo Historia Interminable?
Fue el primer cómic que hice firmando con mi nombre para Estados Unidos. Había trabajado en muchas colecciones pero siempre como un dibujante fantasma. El Guionista Jay Ju nos contactó porque tenia la idea de presentar este proyecto en Image Comics, que funcionaría como base para otras cosas tipo película, serie… Eran sueños grandes… El guionista quería que la historia tuviese un perfil muy tipo Disney y sabía que yo trabajaba ese estilo. Estamos hablando de finales de los noventa y estaba muy en boga en Estados Unidos eso, las productoras compraban licencias que igual luego no utilizaban. El plan de muchos editores era armar proyectos de ese tipo y el objetivo era que se los comprara alguna productora y ganar dinero, y luego las comisiones, trabajar en cine… Fue una carta de presentación, pero también un medio de demostrar que podíamos hacer lo que nos pedían. Terminé dibujándolo todo yo a excepción de las tintas en las que me ayudaron un montón de amigos del estudio. Le tengo cariño, si ahora lo miro, a veces me dan ganas de hacerlo todo de nuevo, porque veo cosas de principiante, de querer demostrar...
Después de este cómic tambien realice dibujos para libros de actividades y juegos de Tom y Jerry.


-Para Marvel Animation has sido diseñador de Super Hero Squad y Avengers. Cuéntanos un poco.
A raíz de trabajar para Disney me llamaron para dibujar Super Hero Squad. Al estar tantos años en un estudio no me gustaba el proceso separado de un dibujante, un entintador, un colorista. Para mi es mas fácil hacerlo todo yo que andar delegando el trabajo. Ellos me pidieron pruebas de lápiz y yo les mandé pruebas de todo. Como en el mercado americano suelen encasillarte o limitarte, me enviaron trabajo infantil sobre un videojuego anterior, no me gustaba, pero en vez de rechazarlo, traté de poner la mejor onda, disfrutarlo y poco a poco respetando los parámetros de la serie fui rompiendo con los modelos que me mandaban y poniendo cosas miás. Cambiando proporciones, detalles sútiles pero que el editor los veía y pasaban. Después me pasaron a Marvel Animation para hacer las portadas que iban en los videos de los dibujos animados. Pero me encargaban cosas variadas, desde dibujar el Hombre Araña, al Doctor Extraño para aplicaciones posteriores de las serie, todo desde el punto de vista comercial, no para el dibujo animado en sí. Pero sí dibujé y diseñé para los cómics y para los dibujos animados.



-¿Qué tienen estos personajes que ya sea en el formato que sea y de la forma más rara que sea, siguen siendo un éxito?
Yo creo que te lo imponen. Te va a gustar esto. Hace cinco años si no eras aficionado del cómic, nadie sabía quien era el Doctor Extraño. Las empresas y el mercado imponen tendencias. Los Guardianes de la galaxia otro ejemplo. Unos personajes oscuros que hasta incluso dentro del mundo del cómic pocos sabían de su existencia. El mercado impone que se haga la película, da pie a videojuegos, muñecos, series de animación y nuevamente cómics. Es más, el cómic en general y el cómic americano en particular hoy por hoy son un soporte publicitario, como entidad independiente hace años que no funciona más. Es como un panfleto caro, en lugar de sacar un afiche sacan una revista. Como mercado independiente no se hasta que punto se sostiene el cómic.


-Has dibujado historietas y portadas de Chip y Chop Guardianes rescatadores, Pato Aventuras. ¿Disney da libertad al dibujar estos cómics?
Sí porque era Disney Afternoon y son bastante liberales. En ese sentido son mas cuidadosos con las películas. Cuando he tenido que hacer cosas relacionadas con ellas son mas recelosos en relación al modelo. En los Disney Afternoon trataba de cuidarlos mis dibujos, pero los he visto dibujados por otros, sin prestar atención a los modelos y salían aprobados igual. Al principio el modelo, la narrativa y el estilo eran importante pero con el tiempo... También en virtud de los ritmos de producción que son descarnados, las cosas no están tan bien cuidadas. Este tipo de historietas se producen con una velocidad y un presupuesto pobre y eso obliga al dibujante a sacar mucho material muy rápidamente también, sin dejar mucho espacio a la calidad. Por eso yo también me fui alejando un poco de los cómics de licencia. Sigo haciéndolo, pero lo que es cómic para empresas como Marvel o DC, no digo nunca jamas, pero si puedo escaparme me escapo, por la locura del ritmo al que no estoy hecho y porque no lo disfruto. Dibujar cosas de Disney me gusta, disfruto y consumo, buscando material de dibujantes clásicos como Giorgio Cavazzano, de Disney Italia.



-¿Porque Thor es tu personaje favorito Marvel?
Me encanta estéticamente El hombre araña. Me gusta también desde chico a nivel de historias, un chico común y corriente con el que te puedes identificar. Pero recuerdo que mucho antes de leer los cómics de Thor, esa cosa grandilocuente que dibujaba Jack Kirby con lenguaje pomposo, yo coleccionaba un juego de cartas de superhéroes de la empresa argentina Cromi y tengo marcado en el cerebro a fuego el primer dibujo de Thor que vi que si no me equivoco era de John Buscema. Un Thor de costado, regodeando el martillo con la capa gigantesca, esas alas en el casco, esas botas amarillas con negro, era estéticamente brutal. Después empecé a meterme en el universo de Thor y descubrí otros personajes que también eran visualmente impactantes. Le tengo cariño al personaje y a esos dos autores. Me encanta dibujarlo, y me encantaría hacer un cómic del Thor clásico, lo he dibujado para Super Hero Squad y Avengers pero nunca en serio.



OTROS TRABAJOS Y CURIOSIDADES:

 Una magnifica Red Sonja con la cual podemos comprobar 
los variados registros de Leonel en el dibujo.

Cómic Shadow Pirates dibujado por Leonel

Portada B7 Companion. 
De este y otros cómics hablaremos en la segunda parte 

Una mítica portada a lo Lego

También comentaremos cierta serie favorita de su infancia. Dibujo del autor.


FIN DE LA PRIMERA PARTE
ENTREVISTA REALIZADA EL 3 DE ABRIL DE 2017


domingo, 11 de junio de 2017

Muere Adam west. Recordando serie TV años 60: Batman


El pasado 10 de Junio de 2017 nos dejó el actor Adam West a la edad de 88 años a causa de una leucemia. Para todo el mundo el Batman más fondón y molón, desde el cariño, de todos los tiempos. Es el papel por el que todo el mundo le recuerda y por el que será inmortal en la memoria de muchos. Como homenaje a su trabajo recuperó este artículo publicado por un servidor hace años en Fans Club Magazine y dedicado, como no, a él y a la serie que lo encumbró.


BATMAN LA SERIE DE TV DE 1966: 
UN MUNDO MULTICOLOR

 
A mediados de los sesenta la productora norteamericana ABC compró los derechos de Batman para realizar una serie con personajes reales para la televisión que se estrenó en enero de 1966 y se mantuvo en antena hasta 1968, con tres temporadas y una película derivada. Posiblemente el producto más camp o pop art de la televisión. La serie más desenfadada, absurda, multicolor y diferente de la pequeña pantalla.

¿Quién no recuerda la antológica escena Batman con una bomba tipo dibujos animados correteando por el puerto sin saber donde lanzarla para no dañar ni a un triste patito? O contrarrestando el “furioso” ataque en la pierna de un tiburón desde la escalerilla de un helicóptero con un milagroso Bat repelente de tiburones. Son escenas de la película que amplificaba lo mejor de la serie de la que hablamos a continuación.


William Dozier, el productor, quería una serie que pareciera jocosa sin pretenderlo y que no pudiera ser tomada en serio. Con la ayuda de guionistas como Lorenzo Semple Stanley, Ralph Ross, y Charles Hoffman vaya si lo consiguieron. Lorenzo Semple fue un gran guionista de comedia y de otras películas posteriores como Papillon, King Kong, Flash Gordon, Sheena o Nunca digas nunca jamás. Ralph Ross por su parte guionizó muchos de los capítulos en que aparecía Catwoman, explotando divertidamente la tensión sexual entre ella y Batman. Por cierto Dozier ponía la voz en off que narraba partes de los episodios. El pegadizo tema musical que abre la serie es mundialmente conocido y fue creado por Neal Hefti.

Adam West interpretaba a un Bruce Wayne / Batman decente, bueno y recto hasta la risa, e inocente y cumplidor con su deber justiciero. Serio y abnegado, Batman está al servicio de Gotham City, aunque su figura, no muy atlética, no invitaba de entrada a la acción. Tal vez por eso estaba asistido por el joven Robin interpretado por Burt Ward a la edad de unos 20 años. Actor que a la productora le costó encontrar porque tenía que ser mayor de edad pero aparentar en la serie unos 15 años. Este fue el primer trabajo profesional como actor de este vendedor de fincas de fin de semana y cinturón negro de taekwondo para más señas.



Los dos héroes estaban arropados por una galería de extravagantes villanos bien caracterizados con disfraces de ropa (nada de látex) a semejanza de los cómics. Estaban muy bien interpretados por actores conocidos, que se soltaron el pelo en sus actuaciones prestándose a la exageración y el sinsentido: César Romero (Joker); Burgess Meredith (Pingüino), que mucho más tarde se hizo conocido por su papel de entrenador en la película Rocky de Sylverter Stallone; Julie Newmar, Lee Meriwether y Eartha Kitt fueron las tres diferentes Catwoman; Frank Gorshin y John Astin fueron los dos Acertijo y Vincent Price (Cabeza de Huevo)...



En cada capitulo el villano de turno trazaba un plan rocambolesco y el Comisario Gordon y el jefe O´Hara, interpretados por Neil Hamilton y Stafford Repp, trabajaban lo justo para llamar a los dos cruzados enmascarados para salvar a la ciudad. Los héroes vivían plácida y ociosamente (estudiando, investigando...) en una gran mansión como Bruce Wayne y su pupilo Dick Grayson, en compañía de su mayordomo Alfred (Alan Napier) y la tía Harriet (Madge Blake). Al sonar el bat-teléfono Bruce y Dick se lanzaban a la Batcueva deslizándose por una barra en la que al final del recorrido ya aparecían vestidos con los trajes de superhéroes. La Batcueva llena de computadoras de “última generación” parecía un decorado infantil, con todos los artilugios etiquetados con su batnombre.

Cada historia se dividía en dos capítulos de media hora. Al final del primero, los héroes quedaban invariablemente atrapados en una trampa muy peligrosa e inverosímil, de la que escapaban al principio del siguiente episodio de manera muy esperpéntica, muchas veces con la ayuda de algún gadget secreto del batcinturón de Batman. Los misterios se resolvían siguiendo pistas extravagantes, adivinanzas, y deducciones de risa con unos diálogos que no podías tomártelos en serio.


La serie también destacaba por su color vistoso y estridente y por sus decorados originales y llamativos, aunque algunos parecieran de cartón piedra. La estética era innovadora con esas filmaciones de cámara con planos torcidos. Las peleas estaban bien coreografiadas y sobre ellas se sobreimprimían exclamaciones onomatopéyicas comiqueras a cada porrazo que se daba, algo que nunca antes se había visto. Los malos nunca usaban pistolas. Los diálogos y las situaciones eran ridículas y delirantes, con acciones desenfadadas y exageradas que provocaban la risa entre los jóvenes y los mayores, aunque a los más pequeños simplemente les encantaba. Y ahí radico parte del súper éxito instantáneo de la serie, con una creatividad diferente que por un motivo u otro gustaba a todos los grupos de edad. Fue tal el éxito de la serie que era un prestigio para muchos presentadores y artistas aparecer en ella, así que en las típicas escenas en las que los dos héroes se paseaban trepando con una cuerda por la pared de un edificio, se abría una ventana de la que salía el artista invitado en cuestión, que mantenía una divertida conversación con los superhéroes. Llegó hasta a aparecer el mismísimo Bruce Lee en un crossover con la serie The Green Hornet (El avispon Verde), en el que interpretaba a Kato. Toda esta ascendente Batmania no quita para que los seguidores del cómic estuvieran descontentos, pues en los tebeos de la época ya se había empezado a dejar atrás la etapa en la que las historias de Batman eran más irracionales y risibles y el éxito brutal de la serie de televisión propicio su retorno.


En la tercera temporada se incluyó a Batgirl para dinamizar y alegrar la serie, ya que las audiencias habían bajado. El personaje fue interpretado por la guapa Ivonne Craig. Ella era la heroína que ponía más sentido común en el trío. Además los episodios ya no se dividían en dos partes y toda la acción se condensaba en media hora.


Sin embargo su presencia, junto a la de la fugaz Eartha Mae Kitt como la primera Catwoman negra, no consiguió remontar la serie y su andadura finalizó en la tercera temporada con un total 120 capítulos emitidos. Algunos afirman que en el cierre influyó el hecho de que los episodios resultaban demasiado costosos debido a los efectos especiales que implicaban el trabajo de muchos técnicos. Cada episodio se rodaba frenéticamente en tan solo cuatro días con el objetivo de ahorrar en costes. Los guionistas tampoco se sentían cómodos con los episodios de tan solo media hora sin continuación que se rodaban en la tercera temporada. Así, se fue descuidando la serie, repitiendo sus esquemas y bajando el presupuesto. Sea por lo que fuera el público se cansó de las andanzas del hombre murciélago y como curiosidad cabe decir que cuando la ABC canceló la serie, otra cadena, la NBC, se mostró interesada en continuarla, pero desgraciadamente tan solo dos semanas después los decorados, como los de la Batcueva, habían sido destruidos y su elevado coste les hecho para atrás.



Al finalizar la serie a los dos actores principales les costó mucho encontrar otros papeles ya que estaban encasillados. Sin embargo ganaron dinero con apariciones especiales por todo el mundo en televisiones y shows.

EL NACIMIENTO DEL BATMOVIL Y EL BAT MERCHANDISING

Uno de los platos fuertes de la serie fue el Batmóvil, que a diferencia de las otras dos series anteriores de Batman, en esta sí lució. Sorprende que su diseño futurista y elegante estuviera basado en un coche ya existente diez años antes. El modelo original era un prototipo de la Ford construido a mano a mediados de los cincuenta por la compañía Ghia en Italia y llamado Lincoln Futura. El prototipo de color blanco azulado llamaba la atención por su complejo diseño, con un parabrisas con forma oval y su ausencia de techo. Este atrevido y extravagante diseño y su elevado coste hizo que no tuviese éxito entre el publico y sólo se utilizase en exposiciones o para fines publicitarios, llegando a aparecer pintado en rojo en la película “Empezó con un beso” (1959) dirigida por George Marshall e interpretada en el papel principal por Glenn Ford.


Después de este rodaje el automóvil acabó olvidado durante años en el taller del diseñador y constructor de coches personalizados George Barris, ya que nadie en Hollywood se hizo responsable de su almacenamiento. Barris lo ofreció sin éxito para el rodaje de películas de ciencia ficción y con el tiempo se lo quedó "en concepto" de pago por el almacenamiento. Pero la vida de este coche aún no había finalizado ya que un fulgurante éxito le esperaba.
Semanas antes de empezar el rodaje los productores de la serie Batman le encargaron a Barris un Batmovil. Se pensó en usar como base un Cadillac, pero el trabajo de transformación era costoso y tampoco disponían de tiempo. Fue entonces cuando Barris se acordó de su Lincoln Futura. De esta forma Barris y varios expertos más como Bill Cushenbery convirtieron el antiguo modelo en un diseño todavía mas fantástico. Hay que decir que Cushenbery era el competidor de Barris en este negocio, pero como el tiempo jugaba en su contra, tuvo que pedirle ayuda. Los laterales del Lincoln se elevaron; se cambiaron piezas del morro pareciéndose ahora más a un murciélago; en la parte de atrás se instaló lo que simulaba una turbina que escupía literalmente fuego; se incluyeron dos paracaídas para las frenadas bruscas y otros gadgets que se fueron sumando con el paso del tiempo durante los rodajes. Fue difícil de conseguir, por ejemplo, el detalle de que el logotipo de Batman del centro de las ruedas no girase con estas.

Con todo esto el flamante Batmovil pesaba más de tres toneladas pero estaba listo para ser utilizado en el primer capitulo, al menos exteriormente porque interiormente era una chatarra. El motor se recalentaba, consumía mucha energía y se quedaba sin batería. El primer parabrisas realizado en lexon daba problemas de visibilidad. Un neumático estalló el primer día de rodaje porque no soportaba el peso y tuvieron que ponerle neumáticos de coche de carreras. En la serie para dar mas sensación de velocidad se rodaban algunas escenas del Batmovil en cámara lenta, con ese peso no es que corriese mucho, y luego las pasaban a cámara rápida. También aparecieron dos motos o batcycles con o sin sidecar. La primera era una Harley Davidson casi tal cual y la segunda, más modificada, una Yamaha. Apareció, incluso, un ¡Bat helicóptero!. Sin olvidar claro está, la Bat tabla de surf, aunque ninguno de ellos alcanzó la magia del Batmovil.


Más tarde Barris y su equipo cambiaron el motor del Batmovil e hicieron una puesta a punto del vehículo. Las replicas del Batmobil para uso publicitario de la serie, fueron realizadas en fibra de vidrio a partir de moldes de la carrocería original metálica y utilizando otros coches como base, ya que el original era un coche único. El diseño del Batmovil fue patentado por Barris para tener el control legal sobre las replicas. El éxito del vehículo se constataba en los revuelos que causaba en las exposiciones y shows en los que participaba y en las cerca de cinco millones de ventas unitarias que hizo la casa de juguetes Corgi de su modelo a escala entre 1966 y 1979. Y es que con el fulgurante triunfo de la serie el mercado se inundó de Bat merchandising. Se crearon más de 500 productos fabricados por 54 empresas diferentes en el año de su estreno. Curiosamente no había juguetes de Batgirl. Según Ivonne Craig esto se debió a que su agente, al cerrar su contrato, incluyó los posibles beneficios del merchandising al menos durante los 10 años posteriores a la emisión de la serie. Adam West y Burt Ward no contaron con esta cláusula en sus contratos y, claro está, interpusieron demandas. Al cabo de los 10 años establecidos en el contrato de Craig, sí que comenzaron a aparecer juguetes Batgirl.

BATMAN UNA SERIE DE ACCION PELIGROSA EN TODOS LOS SENTIDOS

Una de las escenas clásicas de la serie era la de Batman y Robin subiendo por la pared de un edificio tranquilamente y charlando sin esfuerzo. Para ello una pared falsa  exterior era inclinada unos siete grados y la cámara se colocada en una posición que compensaba el ángulo por lo que hacía parecer que los dos superhéroes ascendían por la pared vertical. Cuatro hombres movían las capas con hilos cosidos en sus bordes para crear el efecto de la inclinación y del viento. Tal como menciono Adam Westlo hicimos de la manera que los adultos se divertían si miraban con atención y veían los trucos que usábamos, pero en cambio los niños pensaban: ¡uauuuh, superhéroes por las paredes del edificio!

Batman fue una de las primeras series en explotar el color que recientemente había llegado a los televisores. Se utilizaban muchos humos de colores para los efectos especiales por lo que era algo normal que Adam West cayese asfixiado durante el rodaje. Su capa llegó a incendiarse en una ocasión. Una ambulancia estaba siempre aparcada cerca del plató y ¡hacían uso de ella! Una de las anécdotas favoritas de West ocurrió en una escena en la que cuelga el teléfono y se lanza a la entrada oculta de la biblioteca para ir Batcueva, al grito de ¡a la Batcueva Robin!, pero la pared no sé deslizó con lo que se estrelló de lleno contra esta, provocando las risas de todos los presentes. Burt Ward se llevó la peor parte de los accidentes por quemaduras, caídas del Batmovil y diversos puñetazos reales. Solo decir que de los primeros cinco días de rodaje, cuatro se los pasó en un hospital. En una ocasión en que Batman tenía que estallar una pared para salvar a Robin, los técnicos al ver que con una primera carga no resultaba, aumentaron la cantidad de explosivo y casi destruyeron todo el set estando Ward estaba atado muy cerca. En otra explosión si no hubiese cerrado los ojos podría haberse quedado ciego. El actor ha afirmado, no sabemos si jocosamente o no, que la razón de todos estos accidentes que sufrió es que en sus inicios en la serie su doble, Victor Paul, cobraba más que él.


La máscara de Batman no permitía a Adam West ver bien a por los lados, ni hacia abajo, ni girar bien la cabeza. Solo podía ver de frente. Además le daba mucho calor.

Si en el título de esta parte del artículo se incluye “acción peligrosa en todos los sentidos” es porque con el éxito de la serie los dos protagonistas ligaron lo que no está escrito hasta no poder más. Burt Ward afirmaba lo siguiente en una entrevista en la pagina web Batmania: Adam West Squadron y su revista número 9: Cuando entré a trabajar en la serie de Batman tenía solo 20 años y apenas había salido con un par de chicas, allí conocí a Adam West quien de inmediato me introdujo en las mas salvajes aventuras sexuales que puedan imaginar. En un par de meses éramos como dos hambrientos tiburones en un mar de peces ilimitados. Tal vez yo era un poco más austero que Adam, de quien para ser mas descriptivo puedo decir que él era como una ballena en un mundo de plancton. Juntos pasamos momentos muy salvajes, recuerden que estábamos en medio de los locos 60’s y era un mundo muy diferente, Adam era como un mentor, y no es que yo necesitara uno para tener con quien salir, pero yo no llegué a comprender la cantidad de conquistas que se podían hacer hasta que lo conocí a él. Adam me enseñó las mas refinadas extravagancias del mundo de las citas, claro que con los años fuimos ganando madurez, somos personas muy diferentes ahora y llevamos una vida absolutamente normal. Por ejemplo llegábamos al set a las 7:30 de la mañana y nos dirigíamos directamente al maquillaje, las señoritas comenzaban a desfilar por los camarines a las 7:45 !!!, produciéndose episodios allí mismo, en el set, entre escenas, en el vagón comedor, etc., así que imagínense que cuando regresábamos a casa después de catorce horas de trabajo creo que podíamos redefinir el significado de la palabra placer.



EXTRAÑAS SECUENCIAS DESAPARECIDAS

De hecho Burt Ward escribió un jugoso libro titulado My Life in Tighs, donde desvela los aspectos erótico-festivos más salvajes de esa época. Explica que en una ocasión el director le citó a él solo para un rodaje muy rápido. Al llegar al plató solo estaba el director, unos técnicos y una cuantas chicas de buen ver y bien dotadas. El director le dijo que se trataba de un regalo para los de la cadena ABC que consistió en que las chicas se quedaron en topless y mientras le pasaban los pechos por su cara, Burt /Robin tenía que exclamar frases como “Santos enormes Batiglobos” Evidentemente la mini película no ha aparecido jamás. ¿Será esto cierto?


Tampoco se han visto muchas tomas falsas, y eso que Adam West a veces olvidaba el papel dándose situaciones divertidas. La Batgirl Ivonne Craig cuenta que en una escena se encontraba en medio de  Batman y Robin caminado sigilosamente por un pasillo casi de puntillas. Supuestamente Batman tenía que gritar shhh!! y poner su mano detrás para detenerlos, pero la puso sobre uno de sus pechos. Ivonne la dejó ahí, por si se podía utilizar la escena, hasta que dijeron corten, al preguntarle los presentes a Adam donde tenía la mano, dijo inocentemente: ¿En su hombro?.



Desde  noviembre de 2014 puede adquirirse por primera vez esta serie remasterizada con 3 horas de contenidos adicionales y ediciones en DVD y Blu-ray. Su precio es caro pero hasta ahora nunca se había comercializado, a excepción de la película, por problemas de derechos entre Fox y Warner Bros.

Bibliografía consultada:
La noche del murciélago. Trajano Bermúdez. Camaleón Ediciones 1988
Televisión de culto. Antonio Blanco. Glénat. 1996
Web Batmania: Adam West Squaron.


viernes, 9 de junio de 2017

Secret Wars en Cómics Forum.

Si hay una colección que enganchó a los niños del año 1985 fueron los 12 números de Secret Wars. No por su trama, sino por contener juntos a casi todos los héroes y villanos de Marvel.
El explosivo anuncio Forum:


domingo, 4 de junio de 2017

Reseña: El Último Cromo de Maxi González y Xavier LeRougue / Carmona en Viñetas

Hubo un tiempo en los setenta y en los ochenta en el que existían diferentes álbumes de cromos de temáticas monstruosas, porque evidentemente esos cromos horripilantes con sus historias atraían a los niños ávidos de emociones fuertes. Era una época en la que si eras niño lo tenias difícil para ver películas de terror por el control parental. Sin embargo los álbumes de cromos de temática terroríficas con sus estampas ilustradas podían pasar la censura.


Uno de estos álbumes titulado Mostruos fue una delicia por sus variopintos y atrayentes cromos, que presentaban seres del ultramundo, monstruos clásicos y la historia de cada uno de estos engendros. A día de hoy no se sabe quien lo dibujó pero sus cromos ilustrados son horripilantemente bellos y además iban acompañados de imaginativas textos. Este álbum inspira la historia de este cómic...




EL ÚLTIMO CROMO
La asociación Carmona en Viñetas, que edita muy variado cómics en grapa (Freelancers), lo que ya es toda una proeza, publicó el año pasado El último cromo, obra guionizada por Maxi González y dibujada por Javier LeRougue que es toda una declaración de amor nostálgico a ciertos álbumes de cromos ochenteros que destacaron por su temática terrorífica muy imaginativamente ilustrada.



En los ochenta solía ser común que en las puertas de los colegios repartiesen de regalo álbumes de cromos vacíos con dos o tres sobres para engancharte e incitar a comenzar una colección...
En el colegio de David un misterioso hombre les ofrece a él y sus amigos un álbum Montruoso y algunos terroríficos sobres de cromos de la colección. David queda prendado de la magia visual de los cromos, pero desde que tiene el álbum en su poder cosas raras suceden al caer la noche, se escuchan ruidos muy extraños…


El guionista Maxi González recrea la vida de colegio de aquellos años, con los problemas de amor con las niñas, las gamberradas, los hermanos mayores más vividos, las madres abnegadas y, claro está, las colecciones de cromos... pero introduciendo un elemento fantástico. El dibujo y tinta de Javier LeRougue a lo Bill Plympton le va como un guante a esta historia que nos transporta a películas tipo Creepshow y a revistas como Creepy y similares. Un cómic con buen ritmo que enganchará a un público de todas las edades. Además para los que vivieron en la época hay referencias “muy discretas”, como la de la mítica revista Tele-Indiscreta.
Maxi González dirige el proyecto SURF & COMICS que nace en su mente inquieta, ya que él mismo es un surfista que lleva un par de años intentando ganarse la vida como guionista profesional de cómics. Y a parte de obras como El último cromo, también intenta contar historias de temática surfera.
¡Queremos la segunda parte YA de esta terrorífica historia El Último Cromo!

Maxi González/ Xavier LeRouge/ Carlos Ríos
Asociacion Juvenil Carmona en Viñetas
Grapa
3,50 euros / 34 páginas