miércoles, 26 de febrero de 2020

Crítica Teatro: El Funeral con Concha Velasco / Teatre Borras


En la última película de Rocky Balboa este decía algo así como que un boxeador boxea y que si una persona se encontraba con ánimo y fuerzas para realizar lo que sentía y gustaba, no importaba la edad ni las barreras que le impusieran los demás. Concha Velasco tiene ochenta años y toda una vida dedicada al espectáculo y al igual que el púgil interpretado por Sylvester Stallone, un coraje y una fuerza envidiables para su edad.

La gran actriz y diva del cine, teatro y televisión Lucrecia Conti acaba de morir y el Ministerio de Cultura le ha organizado un funeral. En el velatorio sus dos nietas Ainhoa y Mayte lloran de aquella manera su muerte. Su manager, Alberto Luján, intenta hacer negocio con la defunción, y un primo lejano llamado Miguel, cuyo parentesco real es desconocido, también hará acto de presencia. La lectura del testamento invocará al fantasma de Lucrecia. Un fantasma con ganas de marcha y espectáculo teatral.

  
Es admirable que Concha Velasco quiera continuar y envejecer con dignidad encima de los escenarios, cuando ya no tiene nada que demostrar en cuanto a reconocimiento y maestría se refiere. En El Funeral se siente que el que tuvo, retuvo, y veremos sus tablas y su poderío en el escenario en la mejor tradición del espectáculo ha de continuar. Y hay peligro en estas obras en formato añejo, con sabor a despedida, porque a menudo se bordea la frontera entre el esplendor de tiempos pasados y la decadencia y espectáculo naif en la actualidad. El Funeral transita entre esos dos mundos. Se han vertido muchas criticas negativas sobre la obra, pero no hay que olvidar que es un espectáculo para los devotos de la actriz y para un tipo de público más bien mayor de un teatro de comedia y humor blanco de otras épocas.

El Funeral no tiene argumento,ni una trama sólida y en conjunto es un espectáculo flojo. A partir de la aparición del fantasma interpretado por Concha Velasco, es un ir y venir del mismo, creando situaciones dispares, algunas divertidas y otras no tanto, y creando vínculos con el espectador. Escenas inconexas, con mayor o menor fortuna y con la curiosa inclusión de algunas citas de la cultura popular en boca de Concha Velasco, no en vano la obra está escrita por su hijo Manuel M. Velasco a petición de esta, a la que le apetecía hacer algo divertido. Cosa que no está conseguida la mayor parte del tiempo. Las situaciones son poco creíbles, y aunque le falta humor al conjunto, Velasco sale airosa la mayoría de veces, sobre todo cuando se compara con su propia vida y leyenda o cuando interpela al espectador y hay alguna buena originalidad al respecto. Se aprecia su esfuerzo y naturalidad incluyendo frases y palabras en catalán.


Concha está muy bien arropada, querida y apoyada por los cuatro actores que la acompañan y esto se nota. Las dos actrices, Irene Soler e Irene Gamell, son catalanas y al hablar en catalán y castellano le dan un toque de modernidad a la obra y conectan con el público. Pepe Ocio interpreta al manager, y se notan sus años a las espaldas como actor. Irene Soler con experiencia en la dirección y la interpretación en cine y televisión, defiende aquí el papel de nieta con más cordura. La debutante Irene Gamell, su otra nieta más alocada y enamoradiza, está muy graciosa y pizpireta en su papel. Emmanuel Medina interpreta al primo lejano más tontaco. La aparición de Buenafuente está muy bien sincronizada aunque no se sepa acabar de desarrollar bien y finalizar correctamente (lo del hacha no tiene ningún sentido, ni gracia).


El escenario es sobrio. Estamos en un funeral con el ataúd, unas coronas fúnebres y algunas sillas. A destacar a favor lo singular del previo a la obra. Después, en algún momento, aparece un bonito set representativo de su carrera.

A pesar de no cosechar muy buenas criticas, la comedia lleva ya un recorrido de dos años y como decimos es un homenaje a la propia actriz pero más apto para los fieles seguidores de la misma y del teatro más añejo. A pesar de que le falta más humor, ligar una historia, y de no ser de lo mejor de Concha Velasco, pasareis un rato agradable y gozareis al final de una despedida emotiva.


EL FUNERAL  con Concha Velasco / Teatro Borras
Del 12 de febrero de 2020 al 8 de marzo de 2020

Horarios: Miércoles a Viernes 20:30 /  Sábado: 18:00 / 20:30  Domingo: 17:30
Precio: A partir de 20€
Dirección: Manuel M. Velasco
Reparto: Concha Velasco, Jordi Rebellón, Ana Mayo, Irene Gamell, Emmanuel Medina
Ayudante de dirección: Irene Soler
Escenografía: Asier Sancho
Iluminación: Jose Manuel Guerra
Vestuario: Ion Fiz
Música: Juan Cánovas
Diseño gráfico: David Sueiro
Fotografía: Sergio Parra
Producción: Pentación Espectáculos, Jesús Cimarro

domingo, 23 de febrero de 2020

Crítica Teatro: Germanes con Mónica López y Llüisa Castell / Teatre Tantarantana


Geneviève es una abogada mediadora en conflictos internacionales que ha de realizar una conferencia, siendo esta lejos de su casa, tendrá que pasar la noche en un hotel.  En la habitación del  mismo un cúmulo de circunstancias la harán explotar. Tal vez la presencia de Layla una perito de una compaña de seguros la pueda rescatar…

Germanes, nos presenta a Geneviève, interpretada por Mónica López, una mujer en apariencia fuerte e independiente, pero que el paso del tiempo y el arrastrar conflictos familiares y políticos la amenazan en la sombra. La soledad de la habitación de un hotel, sacará a la luz con fuerza un drama vital con muchos recovecos que puede colapsarla. Mónica López se enfrenta a un texto sobrio y serio sin apenas concesiones al humor por la situación y salva una obra demasiado pretenciosa en el fondo. Germanes tiene un ritmo pausado con aire triste y melancólico. Layla, interpretada por Llüisa Castell, que aparece pasada más de la mitad de la obra, es su contrapunto. También esta hastiada de su trabajo y si la primera tiene problemas de entendimiento con su madre, esta con un padre, que no le agradece sus cuidados. Sin embargo Layla tiene un punto de esperanza, pese al mismo tono melodramático.

Roberto Romei dirige el texto del autor Wajdi Mouawad del que algunas de sus obras como Incendis ya se han representado aquí. El autor libanés es también escritor y actor. Sus padres huyeron por los conflictos civiles del Líbano a París, y posteriormente él se instaló en Quebec. El conflicto idiomatico de Canadá se ve reflejado en la función.  Germanes no deja de ser un momento en la vida de dos personas diferentes que se encuentran. En el escenario solo vemos una habitación de un hotel y una pantalla que sirve de ventana de la habitación y también para mostrar el estado convulso de la protagonista a través de luces espectroscópicas que alargan esa sensación de silencios, lentitud y conflicto emocional que impregnan toda la obra. Los rótulos explicando lo que ya vemos o intuimos en el escenario, salvo los poéticos, acaban siendo recurrentes. Muy bien el juego con el idioma ingles y catalán.


Al ser solo dos personajes se utiliza bastantes veces el recurso de la llamada telefónica con el que podemos intuir como es la relación con la madre y otros personajes del entorno. El problema principal es que no acabas de empatizar con los personajes y su gran drama, pues las situaciones emocionales en el fondo son muy comunes.

La obra trata de los conflictos familiares y de la búsqueda de los lazos familiares, pero también del exilio, de la guerra, y de los conflictos políticos y lingüísticos. Del desencanto laboral en el que estamos atrapados en algunas ocasiones. La locura de verse desbordado y abandonar o no perder la esperanza y seguir.

Si os gustan las obras intimistas y dramáticas de ritmo pausado Germanes os gustará y ya sabéis no os quedéis solos en una habitación en una ciudad perdida, la soledad es mala en ciertas ocasiones…

GERMANES / Teatre Tantarantana
Del 12 de febrero de 2020 al 8 de marzo de 2020
Precio: A partir de 21€
Horarios: Miércoles a sábado 21:00 / Domingo: 19:00
Idioma: Catalán
Compañía: Arsènic Creacions Tantarantana
Dirección: Roberto Romei
Reparto: Lluïsa Castell, Mónica López
Autor: Wajdi Mouawad
Traducción: Helena Tornero

martes, 18 de febrero de 2020

Salvador Larroca en cómics Forum

"El estilo fotorrealista de Larroca utiliza en Iron man para sus personajes, junto con las capas de tecnología gráfica aplicadas a la presentación de la tecnología ficticia que configura el paisaje natural de la serie, contribuyen de forma singular a hacernos creer que las superaventuras futuristas del multimillonario ligón y genial tienen los pies en la tierra" . Santiago García en  librito 32 Mostra de Valencia de  Salvador Larroca Superhéroes de Cine.

Podemos ver sus primeros trabajos en estas preciosa ilustración de Hulka para los posters de cómics Forum.

 La Cosa nº 16 / 1990

martes, 11 de febrero de 2020

Crítica cómic: El Solar de Alfonso López / Editorial La Cúpula


El cómic El Solar, de Alfonso López es un precioso canto de amor y homenaje a los personajes de los tebeos de humor Bruguera,  también al TBO y, por ende, a sus autores. Unos personajes de papel que dieron alegría y acompañaron a niños y mayores en la España gris de los años cuarenta.  Un cómic ambientado en el año 1947, en una España de posguerra dominada por el hambre, la miseria y el franquismo. En esos años, el estraperlo, el mercado negro y el racionamiento estaban a la orden del día y, todo esto y mucho más, queda reflejado en el cómic, gracias al gran trabajo de documentación que ha realizado Alfonso López. El Solar nos muestra cómo era la vida o, mejor dicho, la supervivencia en esa época, a través de un reparto coral de personajes.

La agradable sorpresa viene dada porque los personajes principales y secundarios son, sin llegar a serlo abiertamente, personajes Bruguerianos tratados de forma realista, manteniendo su espíritu e idiosincrasia. Toda una delicia para todos aquellos que leímos estos tebeos en el amplio periodo de los cuarenta y hasta inicios de los noventa. Además de estos reconocibles personajes principales, hay sutiles, o no, cameos de otros tantos clásicos como si de una película de la saga Torrente se tratase. Evidentemente, es más placentera su lectura si conoces a esos personajes, pero si  no los conoces, no la dificulta, pués el cómic se basa en las historias interesantes que cuenta a través de ellos.

Pepe Gazuza acaba de salir del campo de concentración para prisioneros de la República. No tiene oficio, ni dinero, pero sí un hambre atroz ( no hace falta decir que es un Carpanta) y se habrá de ganar la vida como camarero, metiéndose en una historia con tintes de espionaje. Por otro lado hay una Petra "criada para todo" (otro trasunto personaje de Josep Escobar) que emigra a la gran ciudad para servir como criada y allí conocerá a un fascista llamado Alfredito, con intenciones no muy claras...


El Solar nos presenta pedacitos de la vida cotidiana y podremos descubrir detalles curiosos como que te podías llegar a ganar la vida con el estraperlo de boniatos, y otros más conocidos de los estragos de la posguerra.  Si en el cómic “Estraperlo y Tranvía”, del mismo autor, los protagonistas eran La familia Ulises, aquí lo son varios, en algunos momentos, de la desaparecida Editorial Bruguera.

El titulo del cómic hace referencia a los solares que en los cuarenta y cincuenta había por las ciudades de España, fruto de huertos abandonados o por los estragos de los bombardeos.  En esos solares los niños jugaban sin temor a la pelota o a lo que se terciase.  Tal vez el título, algo soso, no sea del todo acertado pués parece que sea un cómic relacionado con la especulación o la crisis inmobiliaria aunque, en lo positivo, evoca cierto misterio.


Alfonso López hace un buen trabajo de ambientación de Barcelona, y documentación de esos años de represión y aislamiento. Un buen ejercicio de memoria histórica, a través de personajes de papel que se mezclan con iconos populares reales de la cultura. Introduce varios temas, como la situación interna del franquismo, los criminales nazis, las personas que tenían que vivir escondidas… Y además lo hace en buen equilibrio con el humor y usando las expresiones que destilaban aquellos añejos tebeos.

El dibujo es caricaturesco pero su línea es muy espontánea. Puede que su tipo de dibujo no entre a primera vista, pero estamos ante un veterano profesional que sabe como narrar y componer una página de forma fluída y atractiva, y sin apenas acción. La tonalidad del color es apagada, como lo gris y triste de la época. Un color que parece dado a gruesas pinceladas, sin que parezca rellenar todo el dibujo y que presenta un estilo visual diferente al que estamos acostumbrados.


Así que, ya sabes, si eres un enamorado de aquellos entrañables personajes de los tebeos de Bruguera, pero además buscas una historia humana y entretenida, de picaresca, supervivencia, pesares y alegrías, El Solar es un gran cómic. En 2017 obtuvo el premio Junqueda de cómic.

Alfonso López (1950) empezó su carrera de dibujante con 20 años. Ha publicado en multitud de  revistas de cómic como El Jueves, Cimoc, Rambla , Titanic, Cavall Fort  y extranjeras, como Fluide Glacial. Ha publicado en diarios como La Vanguardia, El Periódico de Catalunya, Avui, el Diari de Barcelona y Público. En los setenta, crea la mítica revista Butifarra! y, a finales de los ochenta, dirige la revista (a revindicar) Más Madera! en la última etapa de Bruguera. En ediciones B publicó dos inusuales álbumes Silencios: La Juventud de el Capitán Trueno y Estraperlo y tranvía. Otros álbumes: La saga de los chaves, Color café, Políticamente Incorrecto y Malvados e Imbéciles. Su obra es dispersa pero extensa a lo largo de los años.

La edición de El Solar, de la Editorial La Cúpula, está cuidada y es en tapa dura. Contiene un sentido prólogo del autor, que nos pone en situación, y un calendario con aquello que acontecía en 1947 con expresiones y hechos de aquel tiempo.

EL SOLAR Alfonso López
Editorial La Cúpula
Páginas: 112
Formato: cartoné 17,5 x 23,5
PVP: 18,90 €




martes, 4 de febrero de 2020

Fallece el guionista y dibujante José López Fernández / J. L. Fernán

El autor con 31 años en Bruselas

El pasado 6 de enero de 2020 fallecía el guionista y dibujante José López Fernández (1931-2020), que firmaba sus obras como J.L Fernán o Psepol. Un gran dibujante del cual, el grueso de su trabajo, lo disfrutaron en Francia y Bélgica en la década de los sesenta y setenta, aunque también se vieron algunas de su obras publicadas aquí. Sirva esta entrada como un pequeño homenaje a su memoria.  Y se demuestra, una vez más, que desgraciadamente contamos con grandes autores de décadas pasadas que permanecen casi en el olvido, al no haber tenido un personaje propio popular, no  publicar muchos de sus trabajos aquí o hacerlo sin su firma.

Fernán conoció a otros grandes dibujantes como Jesus Blasco y Emilio Freixas
XI Certamen Internacional de cine para niños y Feria del Cómic

Arte de J.L Fernán

A finales de la década de los cincuenta J.L Fernán dibuja historietas históricas escritas por Yves Duval o André-Paul Duchâteau para el semanario Tintín.  Con el citado Yves Duval en el número 659 (1961) de la revista Tintín, resumian en cuatro páginas Don Quijote de la Mancha, alternando dos en color y dos en tres colores. 
Uno de sus primeros trabajos publicados en España fue en el número 18 de la revista católica Tres Amigos. En los años sesenta, en la Editorial Toray, presenta un cuadernillo completo de la serie Brigada Secreta, una colección de carácter policíaco en formato cómic con portadas con fotogramas de añejas películas del género. Dentro de la colección Novelas Gráficas Clásica, tendremos su adaptación en viñetas de la novela Héctor Fieramosca.  En el suplemento Cuco del diario Pueblo, en 1970 colaboraba con páginas de carácter divulgativo sobre personajes históricos o temas variados, acompañadas de sus ilustraciones. En ese suplemento, versan sobre el espacio y llevan por título: el Hombre y el Espacio. De hecho, el grueso de sus historietas son de carácter histórico, ya sea como dibujante o como guionista. Ese mismo año, empieza a publicar la serie Les Mayas con guión suyo y dibujos de Juan Manuel Cicuéntez Ortega, en el semanario Le Journal de Spirou. Con el mismo dibujante también realizaron la serie del oeste Les Trafiquants d'Ébène, para la revista Spirou, con la que ganaron el St. Michel en Bruselas. Estos trabajos también se verían después en España, serializados en la revista Piñon en el caso de Los Mayas y reeditada en los ochenta en la revista Mortadelo, de la editorial Bruguera. En el suplemento Gente Menuda del diario ABC, se publica Los traficantes de Ébano en 1976. 


 Primitivos trabajos mencionados del autor y publicidad en la revista Mortadelo con su serie.

Sin embargo, en la serie que estuvo más tiempo José López Fernández fue Les Belles Histoires de l´oncle Paul de 1962 a 1968. Eran historietas de 4 a 6 páginas, que repasaban mayormente hechos o personajes históricos y se publicaban en la revista Spirou. Las firmaba como Fernán o Psepol. Las historietas fueron creadas por el guionista Jean-Michel Charlier, pero todo el grueso de la obra fue del guionista Octave Joly. La serie era de carácter educativo y trataba sobre varios personajes y eventos históricos. El esquema era sencillo: el Tio Paul observaba a sus sobrinos jugando, estos tenían una discusión o duda sobre algún tema y el tío Paul, pipa en mano, les ilustraba y, con mensaje moralizante al final, a menudo. Más adelante, el Tio Paul ya presentaba directamente el hecho y personaje como si de el Tio Creepy se tratase. Fue una serie muy longeva y por la que pasaron dibujantes de la talla de René Follet ( Les Zingaris), Jean Graton ( Michel Vaillant ), Mitacq ( La Patrouille des Castors), Gérald Forton ( Bob Morane ), Liliane y Fred Funcken ( Le Chevalier blanc ), Édouard Aidans (Les Franval y Tounga ) y Hermann ( Jeremiah ). De hecho, la serie era como un banco de pruebas para las jóvenes promesas.

Diversas páginas donde podemos apreciar la fuerza de sus dibujos
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 Recopilaciones del personaje Oncle Paul dibujadas por  J.L.Fernán

A finales de los setenta dibuja los últimos episodios de Dragut, un corsario al servicio de Barbarroja, obra de Claude Legrand y que dibujó en sus inicios el también español, Fuentes Man
Dragut. Nuevos recopilatorios.

En la década de los ochenta José López Fernández dibuja ilustraciones para licencias en diferentes libros y coleccionables de Barrio Sésamo, David el Gnomo y los Ewoks, entre otros. También para libros de texto.

Con estos trabajos podemos apreciar que como buen dibujante se adaptaba a varios estilos de dibujo muy diferenciados.

En 1980 publicó en algunas revistas de ciencia ficcion como Infinitum 2000:


En los 2000 José López Fernández decide dedicarse de pleno a la pintura. En siguientes entradas en el blog veremos más trabajos bastante desconocidos de este autor.