domingo, 29 de enero de 2023

Crítica teatro: Pares Normals - Els amics de les Arts - Minoria Absoluta - Teatre Poliorama

 

Pares Normals es una comedia musical con apariencia agradable y divertida (que lo es) pero debajo de esa capa te va lanzando, con sutileza, cargas de profundidad emocional que te conmueven.

Aran, hijo único, regresa de un larga estancia en Estados Unidos. Sus padres, ya algo mayores, son los propietarios de una karaoke llamado Moixiganga, y le parece que nunca le han demostrado demasiada atención y afecto, yendo un poco a la suya. En esta vuelta al hogar parece que las cosas siguen igual, pero un desafortunado accidente hará que Aran reviva capítulos de su pasado.


 Pares Normals nos muestra que para ser padres no hay un camino fácil a seguir y al protagonista le han tocado unos de muy especiales y disparatados. Una obra que recorre diferentes etapas en la vida de Aran, desde la adolescencia hasta la madurez, al estilo un poco de Cuento de Navidad de Charles Dickens con aire de la película Ghost. Estamos ante una comedia de situación a ritmo de canciones originales que nos presenta unas escenas algo chocantes, surrealistas y cómicas, jugando con buena ironía con las partes más dolorosas de la vida, con lo que te produce una extraña sensación, mezcla de tristeza y diversión al mismo tiempo. Ahí tenemos para corroborarlo esa pieza musical titulada “Partimoney”, que muestra el show que se monta en la organización de un entierro y posterior herencia.

Enric Cambray da vida a Aran, él es el solido eje de la función, el amigo que nos cuenta “al oído” de forma natural la particular historia de su vida. En esta historia están presentes sus disfuncionales padres, interpretados por unos sensacionales veteranos Annabel Totusaus y Albert Pérez, que aportan esa locura surrealista y entrañable. Genial esa escena en la que el padre interviene ante una rotura amorosa en la adolescencia de su hijo. Luego están la triunfadora novia actual de Aran, interpretada por una enérgica Lucía Torres, en contrapunto con la dulzura que desprende Júlia Bonjoch que borda ese papel romántico de “la vecina de al lado” y en cierta forma también cuenta su historia, a la vez que esperamos y deseamos el happy end. En verdad solo hay ocho interpretes en el escenario pero parece que sean más, gracias al ritmo de la obra que no decae y a que algunos interpretan varios papeles, como ese genial y tronchante “azafato aereo”. Ni que decir que estas interpretaciones exigen cantar y moverse con soltura por el escenario, cosa que consiguen todos.


El plato fuerte son las canciones creadas para la ocasión por el grupo Els Amics de les Arts, que también llevan la dirección musical junto al libreto de Marc Artigau y producción de Minoria Absoluta. Las coreografías corren a cargo de Marta Tomasa y dirige Sergi Belbel. Canciones divertidísimas como “La curiosidad” con ese gran estribillo que dan pie a situaciones inverosímiles y otras contundentes con las que es imposible no emocionarse, como la titulada “Ningú et prepara” o “Crec que podria odiar-te”. Como es debido, la música es en directo.

En el escenario no hay un gran despliegue de elementos decorativos, más bien es sobrio, pero eficaz para zambullirte en los diferentes escenarios en los que el protagonista explica situaciones de su vida al ritmo de la música. Los momentos más íntimos de confesión sosegada se resuelven con el típico y efectivo halo de luz enfocándole solo a protagonista. En nuestra propia vida, cuando echamos la vista atrás, siempre tenemos ese poso de nostalgia de los años perdidos de la infancia y la obra lo representa muy bien, con ese sinfín de fotos añejas que van apareciendo como diapositivas de antaño y marcando el paso del tiempo. Son buenos y sencillos efectos que llenan el desnudo escenario.

Pares Normals toca termas universales como el enamoramiento, la vida en pareja, tener hijos, el éxito laboral, la muerte… No decae en ningún momento, presentándonos diversas situaciones con tonos irónicos y exagerados de la vida de sus padres y de la suya propia. Puedes estar sonriendo por  situaciones que en realidad son amargas, a la vez que te golpean al recordar tus propias experiencias, vamos, como la vida misma. Y al fin y al cabo, ¿Qué es lo que se considera normal? Por si fuera poco, la obra tiene un broche final sorpresa de “olé tu”, y que te acaba de conquistar, en el raro caso en el que “¡Pares Normals no lo hubiera hecho ya a esas alturas.


  

PARES NORMALS – Teatre Poliorama – Hasta el 26 de febrero de 2022
Entradas a partir de 20,95€

Horarios: Miércoles y jueves: 20:00 h / Viernes: 20:30h / Sábado: 17:30 y 20:30 / Domingo: 18:30
Interpretes: Enric Cambray, Júlia Bonjoch, Albert Pérez, Annabel Totusaus, Lucía Torres, Bernat Cot, Víctor Gómez, Anna Herebia
Rafaella de Assis / Laia Pérez, Ona Mas, Emma Alegret
Título original: Pares Normals
Autoria: Daniel Alegret, Joan Enric Barceló, Ferran Piqué, Marc Artigau i Queralt, Minoria Absoluta
Idea original: Els Amics de les Arts
Año del texto: 2022
Ajudante de dirección: Joan Martorell, Alícia Serrat
Dirección artística: Alícia Serrat
Dirección escénica: Sergi Belbel
Dirección musical: Joan Enric Barceló, Ferran Piqué, Daniel Alegret
Dirección tecnica: Marc Amigó
Músicos: Joan Martorell, Vicens Martín , Anna Fusté , Laia Fortià
Escenografía: Enric Planas
Iluminación: Kiko Planas
Sonido: Marc Sarda
Caracterización: Helena Fenoy, Marta Ferrer
Vestuario: Marc Udina
Coreografía: Marta Tomasa
Música original: Els Amics de les Arts
Producción musical: Andreu Gallén
Diseño gráfico: Marina Velasco
Comunicación: Maria Permanyer, Anna Pujol
Producción: Isaac Vila
Producción ejecutiva: David Felani, Eva Mor, Rita Peré, Jordi Sellas
Colabora: Teatre Sagarra de Santa Coloma de Gramanet

1 comentario:

Bernat Lluch dijo...

Ahir vam anar a veure "pares normals" i, tot i que m'imagino que deu ser per no saber prou teatre, música o escenografia, he de dir que tot plegat ens va semblar un despropòsit.
Des de la poca capacitat de cant dels actors/actrius, la música, la veu desagradable de més d'un cantant, fins que tot té el mateix to tota l'estona i fa perdre l'interès des del minut 3', el suposat espectacle és ofensiu artísticament.
El que em sap més greu és que el públic aplaudeix i s'aixeca de les cadires com si fos un bon espectacle. No és que sigui mediocre, és que hi ha moments infames. I si ningú ho diu, no hi ha marge de millora.
És un espectacle vergonyós de ser produit. Trobo decepcionant que hi hagi tant públic amb tant poc recorregut teatral i musical.
Tant la meva parella com jo, va haver-hi moments que vam sentir vergonya aliena i em sap molt greu dir-ho però ... va ser així.
De debò que el públic ha vist espectacles musicals amb qualitat mínima com per qualificar aquest com a molt més que digne? De debò que em costa de creure.
Algú ha anat mai a l'espectacle més depriment de Broadway? Doncs si és així, ha de ser sincer/a i reconèixer que li dóna 10 voltes a "això"
I a sobre, es fa cua havent-hi 3 entrades al teatre.
Lamentable

Salutacions!