miércoles, 17 de noviembre de 2021

Reseña cómic: Cab Halloloco de Jan / DQómics


Poco a poco, se están rescatando las obras del guionista y dibujante Jan más allá de su sempiterno Superlópez. Ahí están para atestiguarlo la recuperación interrumpida por el formato nefasto de Pulgarcito (Ediciones B, 2014), Don Talarico (Amaníaco Ediciones en 2012, 2017 y el tercer tomo con material inédito ya está en marcha) y Se busca personaje para cómic / Supér Rayón / Los mogollones de Lukas (DQómics, 2021)

Cab Halloloco es la última novedad que se recupera un antiguo personaje de Jan de la mano de la nueva editorial DQómics dirigida por José Luis Córdoba, antaño director de RBA y más tarde director de publicaciones de la división Panini en España, cuando esta comenzó a publicar los cómics Marvel. Una vez jubilado Córdoba decide montar su propia editorial de cómics que ya está dando sus primeros buenos frutos. No está mal para un hombre que de joven no leía cómics, cosa que, claro está, cambió con el tiempo al descubrilos en diferentes fases de su carrera profesional. DQómics nace en principio para recuperar obras olvidadas o no publicadas de autores nacionales.

 Cab Halloloco fue un personaje creado por Jan en 1982 para el tebeo Jauja, una publicación quincenal de la editorial Druida que pretendía hacerse hueco, cosa que consiguió durante poco tiempo, en la marabunta de títulos de la Editorial Bruguera en el campo de las revistas de humor para toda las edades. Jauja tenía calidad ya que en ella colaboraban tanto en la dirección como en el dibujo habituales de Bruguera desencantados con el mal rumbo que llevaba esta editorial. Así teníamos a Vázquez, Ricardo Oliván, José Luis Martín, Robert Segura, Bernet Toledano, Casanyes… incluyendo tiras de prensa estadounidenses. Jauja tuvo tirada media de 15.000 ejemplares. 



Jan aportó a la revista dos series memorables: Los últimos de Villapiñas con guión de Oli, las aventuras de una familia de pueblo y que pronto también será recopilada en un tomo y esta que nos ocupa Cab Halloloco, un vaquero al que le ocurren las cosas más disparatadas, y que te arranca más de una sonrisa. No en vano, la serie se titulaba Las extrañas historietas del más extraño cowboy al oeste de pecas: Cab Halloloco.

El cómic no deja de ser una parodia de los tópicos del salvaje oeste con un Jan en plena forma que presentaba cada semana historias autoconclusivas del personaje en dos páginas que acababan en un gag. Era tal la calidad del dibujo que no había color con otras series de la competencia del mismo estilo gag final a lo Bruguera. Jan desplegaba todo su arte en esas páginas con personajes súper expresivos que rezumaban vida y movimiento. Viñetas que nos sumergían en el western con buenos y trabajados fondos y una fuerza visual que te atrapaba. Un cómic que era una delicia visual y encima te hacia reír.

Los ochenta fue una época de esplendor editorial en el ámbito del cómic, en el sentido de que podías encontrarte en el quiosco nuevos tebeos como este Jauja, lo malo es que a veces duraban poco, en este caso una revista de salida quincenal que solo aguantó 12 números, esta vez, por una mala gestión de la editorial Druida que cerró al año de ser creada. Quedaron colgadas algunas historietas de este personaje que a la postre, fueron publicadas en la revista Superlópez en el año 1987 en la primera época de Ediciones B.


Cab Halloloco destacó en Jauja y muchos guardan un grato recuerdo del personaje con historietas que fueron leídas y releídas. Ahora han sido recopiladas, junto a las aparecidas en la revista Superlopez, en este tomo en tapa dura con el aliciente de que Jan ha creado una historia nueva para la ocasión de quince paginas que no tiene ninguna trama en concreto, siendo un poco floja de guión y que nos presenta al propio Jan que se va encontrando con todos los personajes que pueblan el mundo de Halloloco. Una especie de aventura fantástica y hasta algo melancólica en la que el autor vuelve a este mundo de indios y vaqueros y despropósitos varios. Aunque los personajes son los mismos el estilo de dibujo es el actual y no está al nivel de su época de máximo esplendor cuando abundaban los buenos fondos, los detalles, y ese estilo fresco y explosivo de dibujo tan peculiar, bonito, dinámico y divertido. Esto se aprecia al comparar la nueva trama con las historias cortas de los ochenta que la siguen. Jan no es muy amante de volver a sus personajes lejanos, pero también por suerte para nosotros algo está cambiando.



Para este tomo el propio autor ha vuelto a colorear todas las páginas antiguas por lo que lucen mejor ya que en aquellos locos años ochenta los colores algo aleatorios. El tomo se complementa con un prólogo de Miguel Pellicer Esteban, editor de la revista Jauja. Y ya puestos podían haber reproducido en este tomo, las dos portadas portadas, no solo una, que Jan dedicó al personaje en la misma Jauja y la de la revista Superlópez (ver segunda imagen de este artículo)

Cab Halloloco es un cómic de humor blanco muy divertido que solo por su brillante dibujo ya enganchará a niños y mayores. Un cómic que respira ese toque de vigor, fuerza y maestría que Jan  destilaba entonces y que parece haber ido perdiendo con el tiempo, tal vez por falta de esa ilusión motivadora con Superlópez, por la parte económica, por la edad, y la evolución de su dibujo más ahorrativo y con guiones más sencillos. Si leíste las historietas de este vaquero en aquellos años ahora puedes recuperarlas o descubrirlas si eres un nuevo lector y constatar que Jan es uno de nuestros más grandes dibujantes veteranos que tenemos en el campo de las revistas de humor de la factoría Bruguera, en la cual siempre destacó con su estilo propio, sin amoldarse a ningún otro, con trabajos de gran calidad.

CAB HALLOLOCO
Autor: Jan
56 páginas/ color
Medidas: 21 x 29 cm.
PVP: 15 €
EditorialDQ




2 comentarios:

Folk dijo...

Jan...todo un maestro del arte de hacer tebeos.

Anónimo dijo...

"que no tiene ninguna trama en concreto, siendo un poco floja de guión" sí, la marca de la casa desde hace más de 20 años.
Este lo conseguí gratis, en una liquidación de una tienda de comics de segunda mano, con suculentos TBO, Capitanes Trueno, Pumbys, Mortadelos, Zipi y Zape.
El vendedor no era capaz de librarse de él, así que me lo regaló.
Tras leerlo me vino bien para encender mi chimenea al estilo Pepe Carvalho.
Al menos se aprovechó para algo el papel, porque era aburrido de narices.