lunes, 2 de abril de 2012

Crítica: Los melones de la ira de Bastien Vivès

¿Podrían ser estos los de la ira ...?

ErComicRecomedao:
Los Melones de la ira

Bajo este potente titulo se esconde una inverosímil historia trágica de inocencia, traición, abuso de poder, engaños, ignorancia, venganza, y superación. Todo plasmado con un peculiar trazo de Bastien Vivès. Un cómic atípico que al terminarlo surgen pensamientos opuestos. No sabes si pensar que es una tomadura de pelo, una ida de olla, una tontería, o una historia muy poética visualmente en su crudeza y la sensación de que te acaba gustando se abre camino entre las otras.

La historia: Magalie es una joven chica de pueblo. Vive en una casa aislada en el campo en compañía de sus padres y de su hermano unos años más pequeño. Magalie tiene unos enormes pechos y eso le provoca dolores de espalda. Los padres no pueden permitirse un especialista por lo que en primera instancia la visitará el veterinario. Esta y las siguientes visitas acaban de una forma muy diferente a la que imaginan sus padres.
Bastien solo usa el bitono. Color negro, blanco y gris para componer esta sosegada y apacible historia que contrasta con las únicas escenas flashes en forma de splash page en que se muestra el porno duro. Un sexo desatado que dura un instante pero que consigue transmitir toda la fiereza de esa escena.
Las viñetas son grandes, no más de tres por página. Los rostros de los personajes apenas tiene rasgos, un espacio en blanco. Dibujos sin apenas fondos y muy poco detallados. Pocos diálogos. En su lectura me ha recordado, salvando las diferencias, a obras como Spiderman Blue o Daredevil Yellow por el dibujo y estilo de Tim Sale.
Además el último pasaje remite a ese concepto tan superheroico de entrenamiento, superación y renacimiento.
Escena en que el hermano de Magalie le monta un tamburete para que pueda apoyar sus portentosas urbes. ¿Cachondeo del autor?¿Va de serio?

Mención aparte es la larga, morbosa y sugestiva secuencia (11 páginas) en que la protagonista realiza una mamada y masturbación a su hermano. Tal vez lo mejor del cómic por lo atrevido, prohibido, y bien coreografiado. Y si la protagonista tiene unas urbes portentosas su hermano no le va a la zaga en cuanto a atributos se refiere.
No os confundáis los melones de la ira tiene escenas pornográficas pero no buscan la excitación y no contentaran, ni creo que interesaran en mayor medida a los que gusten de la guarreria (sin sentido despectivo) de este tipo de genero en revistas como la desaparecida Kiss Comix. ¿Es entonces un cómic para gafapastas intelectuales?
Del cómic se puede sacar si se quiere todo lo dicho en la primera frase de esta reseña. El choque del campo y la ciudad esta presente. De lo tecnológico y lo analógico, pero la desmesura in crescendo de los acontecimientos y la falta de consecuencias finales lo hace más irreal.
El handicap aquí es esta edición en tapa dura y a un precio de 17,95 euros para un cómic que se lee en cinco minutos, y que insisto la primera impresión es la de vaya mierda. Aunque luego la percepción mejore al repasar la lectura. Aunque sigue siendo una historia poco creíble a medida que avanza la narración, a no ser que te la tomes como algo casi de fábula.
La portada con la protagonista tumbada bucólicamente en la hierba no presagia la dureza del material. Y no hay ninguna explicación, ni información en la contraportada del autor o la obra. Nada de nada.

LOS MELONES DE LA IRA
130 páginas / 17,95 euros
Tapa dura.
Diábolo Ediciones

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