Reseña: Steampunk Battlestar Galáctica 1880

Battlestar Galactica inició su andadura televisiva a finales de los setenta a rebufo del éxito de Star Wars. La serie creada por el inefable Glen A. Larson fue la de mayor presupuesto en ese momento. Entretenimiento y aventura espacial para todos los públicos que nos encantó en 1980 cuando se estrenó en TVE. La serie duró dos temporadas, aunque la segunda fue bastante olvidable y contó tan solo con 10 capítulos. 25 años después, en el 2004, Galáctica volvía actualizada y sofisticada, como una de las series de ciencia ficción más atrayentes de la pasada década.

Nada menos que seis editoriales han creado nuevas historias sobre este mundo. La primera, como no, a través de Marvel en el año 1979 y a lo largo de 23 números. La última editorial que tiene los derechos de Battlestar Galactica es Dynamite, y en 2014 publicó la miniserie de cuatro números Steampunk Battlestar Galáctica 1880, que es la que ahora presenta Yermo Ediciones en España recopilada en un tomo.
 

 

Breve Sinopsis: Nuevamente los cylons creados por el profesor Baltar atacan y destruyen Caprica. El archiduque Adama está desesperado aunque su hijo Apolo no estaba en el planeta y se encuentra en paradero desconocido. Su otra hija, Lady Athena, se propone localizar a su hermano, pero antes deberá buscar al único hombre que puede ayudarla, el renegado Teniente Starbuck.

 

 

El guionista británico Tony Lee que ha trabajado en múltiples series como X Men, Doctor Who, Superboy, Starship Troopers y Spiderman, coge el universo de Galáctica y lo pasa por el barniz del Steampunk. Bellas chicas con corpiño ajustado, maquinas modernas con aspecto de funcionar a vapor, espadas, criaturas mecánicas, y tal como el autor afirma "Cylons de precisión de reloj con cerebros de tarjetas perforadas".

 

 

 

¡La estética Steampunk al poder! Battlestar Galáctica 1880 es un cómic retrofuturista. El universo y personajes que conocemos cambian y se fusionan con la tecnología de 1880 y ahí radica la originalidad de este cómic, ya que el guión es bastante sencillo.

Cuando se estrenó la primera serie en televisión en el año 1979, 20th Century Fox (la productora de Star Wars) denunció a Universal Studios (la productora de Galáctica) por plagio de muchas de sus ideas. En este cómic Starbuck se convierte en un Han Solo acompañado de un Chewbacca, o humanoide llamado Muffit. Toda la trama de búsqueda, encuentro y huida con Starbuck recuerda, demasiado sin rubor alguno, al Han Solo de La Guerra de las Galaxias.

 

 

En el apartado gráfico brillan los dibujos de Ana Murillo "Aneke" que son lo mejor del cómic. Licenciada en comunicación audiovisual, ilustradora y animadora. Para Dynamite ha dibujado Damsels y más recientemente Red Sonja: Legenderry.

 

 

Las escenas de acción están bien resueltas y el cómic se lee con agilidad gracias a los variados planos y composición de las páginas. El diseño de personajes corre a cargo de otro español, Sergio Davila. Lucen espectaculares Lady Athena y sobretodo los recargados Cylons, así como Apolo y Starbuck. En cambio las naves espaciales son algo sosas y simples.

El problema de este tebeo es que si quitamos de escena a los cylons, apenas nos daríamos cuenta de que estamos leyendo un cómic de Galáctica. El espíritu de la serie está algo desvirtuado, ¡si hasta hay una lucha de robots a lo Mazinger Z!. Seguramente el cómic gustará más a los amantes del Steampunk que a los fans de las series de televisión en que se basa.

 

 

El tomo está bien editado en tapa blanda por Yermo Ediciones con 112 páginas a color a un precio de 13 €.

 

Steampunk. Battlestar Galáctica. 1880

Tapa blanda / 112 páginas

Precio: 13 euros

Yermo Ediciones