Manicomio es un cómic valiente que narra la dura y difícil experiencia autobiográfica de su guionista. La protagonista tiene una crisis, de repente hace “click”, deja de hablar y acaba recluida en una institución mental. Un mal diagnostico y un personal del centro poco humanitario empeorará su estado y la llevará al limite del abismo. ¿Habrá esperanza de salir del pozo para la protagonista?
Este cómic narra la vivencia personal de Montse Batalla con su enfermedad. Un cómic que se lee de un tirón gracias al arte secuencial del dibujante Xevidom (Xevi Domínguez) que a la vez es pareja de la autora, y que vuelve a demostrar que con el cómic se puede contar cualquier historia por difícil que sea, como esta relacionada con las enfermedades mentales y con una gran sensibilidad, delicadeza y sinceridad. ¡Un buen cómic sin duda! Se aprecia que está realizado con el corazón y que acaba de ser publicado por La Editorial La Cúpula. El pasado viernes 15 de febrero Montse Batalla y Xevidom presentaron en la librería La Central de Barcelona su primer cómic largo publicado, y fueron moderados por Daniel Fernández Castany. Divulgador de la historieta y la cultura en diferentes medios y autor del conocido El Blog Ausente. He aquí lo más importante que se comentó:
- En el cómic el personaje se llama Clara...
Para coger un poco de distancia y poder tener un poco más de margen emocional. Un alter ego trampa, pero todo es tal como lo viví.
- Manicomio narrativamente es muy ágil porque no hay textos de apoyo.
Xevidom: Al principio había mucho texto porque era importante explicar bien la historia. Había muchos conceptos técnicos médicos y psiquiátricos que le pasaban por la cabeza a Montse, pero costaba mucho su lectura. Era muy espeso y decidimos cortar todos los textos y sí, la obra pegó un cambio total.
- ¿Fue duro volver a ese pasado?
Montse: Sí, porque tienes que recordar y vivir otra vez todo. Cuando salí del hospital tenía la sensación que tenía que empezar de nuevo y esto con el tiempo me dio fuerzas para recordar.
-¿En el libro hablas muy bien de tu psiquiatra, le contaste que ibas hacer una novela gráfica sobre tu experiencia?
Montse: Al médico del final de la historia sí, porque fue el psiquiatra que puso luz con un diagnostico correcto a una situación en la que muchas personas están mal diagnosticadas. Es una enfermedad que no se diagnostica correctamente. Hay un medicamento preventivo que mucha gente no lo está usando. Hizo un gran trabajo, se lo merecía, aparte que es un gran lector y fan de la editorial La Cúpula. Le encantó salir y su personaje sí que se le parece. A los médicos del primer ingreso no. Cambie los nombres y las caras. Aquello fue un trauma.
-¿Porqué el titulo Manicomio?
Montse: Es la palabra despectiva para explicar el maltrato que recibí por parte del personal médico, tanto enfermeros como psiquiatras. Tuve la mala suerte de recalar en un lugar muy malo con unas personas que no tenían ninguna empatía hacia los enfermos. Si hubiera sido un buen ingreso con un buen trato seguramente este cómic no hubiese surgido.
-Para ti Xevidom que has dibujado un cómic sobre la experiencia de tu pareja, por un lado es una motivación, pero por el otro es una gran responsabilidad ¿Cómo fue esto?
Xevidom: Es un proceso largo. Piensa que hemos estado diez años con este cómic. Avanzaba unas páginas y nos reuníamos para comentarlo: si era muy dramático, lo que había que poner… Todo empezó en Lleida en Set de cómic, se organizó un networking y ahí presentamos la idea.
Montse: Cuando estábamos en medio de la historia del cómic, hubo otro ingreso más que fue el que dio el diagnostico correcto por fin a la enfermedad. No fue un solo ingreso independiente y aislado sino había algo que se estaba repitiendo. Fue complicado por este tema. Tuve momentos que necesitaba descansar, de estrés pero estaba decidida a contarlo.
Mi pareja es un gran lector de cómics y controla mucho el lenguaje del medio. Yo básicamente le decía como tenía que ir el guión y él estructuraba la pagina en viñetas y secuencias. Yo le intentaba transmitir todo lo que sentía encerrada allí, que era mucho miedo y desconcierto, nadie te explicaba lo que te pasaba. El médico insistía contundentemente en que yo oía voces y yo no podía contestarle, porque una de las características de mi enfermedad es que no podía hablar, no podía comunicarme, pero nunca oí voces, y él empecinado en que sí que las oía. Te diagnostican esquizofrenia y es complicado.
-¿Es bueno o malo que una obra tarde tanto en estar acabada?
Montse: Hay muchos cambios, al principio todo era como mas alegórico, mas simbólico, tenía un cáriz onírico que no acababa de cuadrar. Distraía mucho del tema principal.
Xevidom: Hubo un gran proceso de colaboración con la Editorial La Cúpula. Todo lo que nos fueron aconsejando fue bien, para que todo quedase más claro. La historia es compleja y es fácil irte por las ramas, tenía varios finales, era un guión vivo.
Montse: Sí, porque en el último ingreso hospitalario todo empezó a encajar al estar bien diagnosticada. Son brotes psicóticos que se repiten en el tiempo. Si hubiera acabado el cómic antes de este último ingreso no podría haber narrado toda la historia.
Montse: Sí, porque en el último ingreso hospitalario todo empezó a encajar al estar bien diagnosticada. Son brotes psicóticos que se repiten en el tiempo. Si hubiera acabado el cómic antes de este último ingreso no podría haber narrado toda la historia.
-Tu estilo es más de caricatura o de cómic infantil. ¿Ha sido difícil tu primera novela gráfica?
Xevidom: Nosotros tenemos un estudio de diseño y venimos de hacer encargos e ilustraciones para particulares y empresas. Soy autodidacta, pero fue difícil encontrar el toque visual. Piensa que yo en cómic solo había participado en los concursos de Toutain en que los que había quedado finalista en dos ocasiones que se publicaron. Eran en tinta china, páginas en blanco y negro muy contrastadas.
Montse: Al principio discutimos un poco porque sus personajes eran mas caricaturescos y yo los quería de un estilo mas realista.
-La sensación de reiteración, de no saber donde estás, de desconcierto están muy bien mostradas. El tema de las pastillas sale mucho pero sin hacerse forzado. ¿Tuviste mucho trabajo de repetición de páginas para conseguir todo esto?
Xevidom: Es trabajo de story board, a mi me preocupaba que fuese ágil, que fluyese. El tema en sí no se presta mucho para hacer un cómic atractivo.
-¿Montse, como empezaste esta historia?
En un tren empecé a hacer dibujos, unos croquis de los pacientes en plan surrealista por que me venía el ingreso a la cabeza. Había algo que tenia que salir, que tenia que explicar. Hubo una primera oportunidad con de Set de cómic y le comenté a Xevidom de presentar el proyecto del que no teníamos apenas nada.
Xevidom: Todo fue muy rápido, yo iba a presentar otros proyectos. Dibuje unos personajes, y expliqué la sinopsis…
-¿Los pacientes que salen en el cómic son reales?
Físicamente no son como eran, pero están inspirados en ellos. Hay un señor mayor, una señora de mediana edad... Lo importante es que se creó un ambiente de compañerismo y de protección muy fuerte delante del mal trato del personal que nos tutelaba. Yo recuerdo que estaba muy asustada y me hicieron subir a una sala en la que un chico explicaba que se había intentado suicidar. Entrar en un lugar, en el que no sabes que te está pasando, y encontrarte con todo esto... Había muy poco tacto por parte de los enfermeros en general y todo esto flotaba en el ambiente.
-Has vuelto a ver a tus compañero de internamiento?
Montse: No, fue este ingreso fue en el 97. Era la época que se escribían cartas. Ahora tendríamos un grupo de whasap. Si que me escribí un tiempo con el señor mayor que se llamaba Juan y fue el que más me protegió, pero al final se perdió el contacto.
Xevidom: Todo fue muy rápido, yo iba a presentar otros proyectos. Dibuje unos personajes, y expliqué la sinopsis…
-¿Los pacientes que salen en el cómic son reales?
Físicamente no son como eran, pero están inspirados en ellos. Hay un señor mayor, una señora de mediana edad... Lo importante es que se creó un ambiente de compañerismo y de protección muy fuerte delante del mal trato del personal que nos tutelaba. Yo recuerdo que estaba muy asustada y me hicieron subir a una sala en la que un chico explicaba que se había intentado suicidar. Entrar en un lugar, en el que no sabes que te está pasando, y encontrarte con todo esto... Había muy poco tacto por parte de los enfermeros en general y todo esto flotaba en el ambiente.
-Has vuelto a ver a tus compañero de internamiento?
Montse: No, fue este ingreso fue en el 97. Era la época que se escribían cartas. Ahora tendríamos un grupo de whasap. Si que me escribí un tiempo con el señor mayor que se llamaba Juan y fue el que más me protegió, pero al final se perdió el contacto.
-Es un tema serio pero tu explicas que el humor te ha servido de mucho.
Montse: El humor es una buena arma contra todos los episodios de la vida. Después del ingreso de 2012, tuve otro problema de ansiedad fuerte. A veces da miedo que vuelva aparecer el lobo, pero nos hemos reído recordándolo.
-Xevidom te has inspirado en algún cómic como enfoque…
De estilos siempre me ha gustado el de Daniel Clowes.
Emilio Bernárdez, director de Ediciones La Cúpula también presente afirmo lo siguiente:
En un proyecto de duración de 8 años los dos han hecho mucho trabajo e increíble. Porque en 10 años un dibujante cambia mucho de estilo y que esto no se note, es por que Xevi ha hecho la ostia de trabajo de volver hacia atrás y redibujar por ejemplo una viñeta que parece muy antigua…. Ahora te lo miras y parece que todo el cómic esté hecho en un plazo de un año. Esto tiene mucho merito. Luego están las revisiones, descubrir que podían prescindir de los textos de apoyo. Al principio se explicaba demasiado, era como menos novela y mas ensayo. Nosotros como editores nunca les presionamos en las reuniones para acortar el tiempo porque veías que lo necesitaban, le tenía que salir a Montse de dentro, enfrentarse y tocarlo de corazón. En estas cosas no puedes meter prisa.
Xevidom: En verdad las primeras paginas del cómic están hechas en tinta china a mano y hacia el final todo es digital. El truco para que haya una uniformidad es redibujar al personaje. A veces se puede notar que la viñeta es diferente, pero si dibujas la protagonista como es al final, pues ya engancha todo. Porque lógicamente ella aparece en todas las viñetas. Las masas de negro las retoqué todas. Por ejemplo, al principio los cabellos de ella eran a base de jugar con las pinceladas y para uniformarlo lo pinté todo negro. Se han de sacrificar los detalles.
Emilio Bernárdez: Es un cambio pero no se nota. Hoy en día puedes hacer un cómic digital totalmente y que la gente piense que está hecho a mano, puedes imitar la textura de acuarela, los pinceles, lo que quieras.
Emilio Bernárdez: Yo hace unos 40 años iba a visitar con una amiga a su padre a un psiquiátrico en Sant Boi. Y aquello era como Quien voló sobre el nido del cuco pero veinte veces peor. A los que iban de visita les daba miedo, todos los pacientes estaban medicados, como zombis, y mezclada gente que tenía enfermedad mental con alcohólicos. Estos psiquiátricos serían como los que aparecen en Makoki, que todo lo curaban a base de electroshock. Yo supongo que todo esto con el tiempo ha mejorado y lo que le toco a Montse fue malo, pero no lo peor.
Montse: La psicosis cicloide es una enfermedad que tiene brotes: te recuperas de uno y al cabo de un tiempo tiene otro. Requiere de un tratamiento preventivo y a mucha gente le pasa y no se lo administran al no estar diagnosticado correctamente, y te puede ahorrar mucho sufrimiento. Al hallar el diagnostico hay una medicación que te protege de los brotes psicóticos y con el nivel correcto, que en mi caso es el litio, sirve tanto para tratar el trastorno bipolar, para nivelar el estado de ánimo y contra esta enfermedad.
Una historia real
Autores: Montse Batalla y Xevidom
Páginas: 172 B/N
Formato: 17x23 Rústica con solapas
PVP: 16 euros
Autores: Montse Batalla y Xevidom
Páginas: 172 B/N
Formato: 17x23 Rústica con solapas
PVP: 16 euros
1 comentario:
Un trabajo genial muchas gracias por tu dedicación y profesionalidad, un gran abrazo
Publicar un comentario