martes, 19 de octubre de 2021

Reseña cómic: Cine de verano de Carmelo Manresa / Dolmen editorial

 

Si aún existieran las revistas de cómics tipo El Víbora, Cine de Verano, de Carmelo Manresa hubiese destacado en ellas, de forma seriada ya que se presta a ello. Estamos ante un buen cómic que evoca de maravilla una época que vivieron muchos en los ochenta, una forma de pasar los veranos en contenido y continente que ya no volverá. Como las revistas de cómics desaparecieron, tenemos toda la obra de Manresa de golpe en un tomo de más de doscientas páginas con las peripecias veraniegas de un adolescente llamado Pablo. Una obra con claros tintes autobiográficos.

Como cada año Pablo va a pasar las vacaciones de verano en la casa que tienen sus padres en Torrevieja, Alicante. Va en familia y esto representa sus padres, sus dos hermanas más pequeñas e incluso su abuela. Un viaje que empieza como no podía ser de otra forma con el coche cargado, mareos y demás. Allí se encontrará con sus amigos. Es un tiempo para divertirse, para aburrirse, tener nuevas experiencias… En el verano del año 1986 todo y nada puede acontecer.




Carmelo Manresa nos regala un auténtico viaje al pasado, a los veranos ochenteros en que un adolescente podía vivir en cualquier pueblo en que la invasión turística y la especulación aún no había hecho mella. Una historia costumbrista que puede ser parecida a la de muchos adolescentes que vivieron esa época. La convivencia con la familia, los vecinos raros, las bromas entre hermanos, el interés por el sexo opuesto, las gamberradas, la discoteca, la borrachera, los amigos…

Cine de verano nos cuenta muchas pequeñas historias y vivencias y hasta podemos casi sentir ese sopor veraniego de las largas tardes, ese olor a mar… Realista es el momento en el que el protagonista pasa el rato por la tarde leyendo un Mortadelo…, Y más realista es ese descubrir a la vecina extranjera que es bellísima y que como no estamos en una película americana, no le va a hacer ni caso. Hay detalles muy genuinos como ese querer pasar de sus hermanas pequeñas por la zona marítima de la ciudad en coche cuando están llegando a la residencia. Hay capítulos divertidos como el titulado el vecino loco, de amistad como el de la cena en el faro o algo surrealistas como el de playa Ferrís… El cómic refleja esas salidas nocturnas y también ese punto de unión que eran los cines de verano donde se juntaban casi toda la parroquia del lugar.

Manresa imprime al cómic un ritmo pausado en el que parece que nada importante ocurra, pero lo que pasa en verdad es la vida. El cómic esta dividido en capítulos con un título y una ilustración que hace mención a la historia y que evoca aquel entrañable cómic nostálgico titulado Palmiro Capón de Lalo Kubala publicados en la revista el Jueves, aunque este era en plan humorístico . Cada historieta tiene unas doce páginas y son independientes pero vemos en cada una el transcurrir de ese verano de Pablo con sus diferentes aventuras.



Los capítulos más movidos son, claro está, los que pasa el protagonista con su pandilla en la que no falta el chaval más echado pa lante, con novia y más vivido, en contraste con el chaval más formal y responsable, aunque todos en piña viven experiencias, movidas y la diversión algo loca de la juventud.

Manresa presenta algunos pasajes, al más puro estilo manga El Caminante de Jiro Tanigu, en el que Pablo va paseando observando placenteramente los diferentes chalets con jardín de la zona, casas bajas todas muy diferentes en calles sin asfaltar hasta que llega a su destino, el típico bar de la zona que servía para muchas otras cosas. Un gran capítulo que te sumerge en esos tiempos.

El estilo de dibujo es caricaturesco, limpio, sin colocar muchas sombras. Manresa imprime en los rostros expresividad y vida.

Cine de verano es más contundente hacia el final donde se precipita esa invasión inmobiliaria imparable que destruye todo el paisaje, sepultando también las vivencias veraniegas en el recuerdo. Las antiguas casas con jardín desaparecen para convertirse en bloques de apartamentos masificados como ha pasado en muchos pueblos costeros. Para el protagonista puede ser como el final de todos los veranos lo cual es triste y poético a la vez. La verdad es que te quedas con ganas de ver más peripecias veraniegas de Pablo.

Carmelo Manresa estudió Bellas Artes en la Facultad de San Carlos de Valencia. En la actualidad es profesor de Enseñanza Secundaria pero sin dejar de lado el arte del cómic ya que colabora en las revistas de humor El Jueves, Amaníaco o TMEO, entre otras. Esta es su tercera obra publicada, tras "Sarmiento, empleado del ayuntamiento" (TMEO, 2010) y "Plaza de La Bacalá" (Desfiladero Ediciones, 2017).

CINE DE VERANO
Autor: Carmelo Manresa

Novela Gráfica. Tapa dura. 18x24. 208 páginas. Bitono.
Historia/Costumbrismo
Volumen único
PVP: 19,95€ / Dolmen Editorial

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