miércoles, 2 de agosto de 2017

Entrevista a Leonel Castellani (2º parte)

 

ENTREVISTA A 
LEONEL CASTELLANI (2º parte)

Foto academia de historietas Crumb

-Eres un fan acérrimo de los Masters del Universo. ¿Cómo es que te conquistó esta serie de animación?
Como casi todos los que tenemos casi 40, veía la serie y era superfan de los juguetes. Es una licencia de la tengo una nostalgia tremenda y a la que se lo perdono todo. Es algo que dibujaría con un cariño terrible. En mis propias clases de dibujo siempre estoy haciendo algún dibujo de Los Masters del Universo para la anatomía o incluso la escultura.


-¿Te molesta que te encasillen en un tipo de dibujo cartoon o como dibujante Lego?
No me molesta porque me gusta, pero tengo muchas inquietudes a la hora de dibujar y me gustaría explorarlas, tener la posibilidad de hacer más cosas, pero nunca me ha tocado cruzarme con un editor que tenga esa vista. Los editores me han conocido dibujando cartoon (risas) y yo voy a dibujar cartoon hasta el ultimo día de mi vida, porque para un editor no sé hacer otra cosa. A mi también me gusta el dibujo realista y lo consumo, y me gustaría tener la oportunidad. También dentro del cartoon hay un montón de variables desde un dibujo tipo Hanna-Barbera con sus colecciones de superhéroes que me encantan,  Thor, Birdman y el trío Galaxia, El Fantasma del espacio pero no se si tendría la posibilidad de publicar algo en ese patrón, porque me asocian más por, ejemplo, con Lego, que también está bien pero no me atrapan tanto, me gusta más dibujar el estilo clásico Disney. Me gustaría tener un abanico más grande de posibilidades de dibujo por parte del editor.

-¿Qué opinas de la animación actual? En el sentido que a veces parece que algunas series tienen que ser muy estrambóticas, de animación parecida al tipo Disney o Pixar.
Se ha avanzado mucho en el terreno argumental en el ámbito infantil y en la animación para adultos que presenta un campo muy amplio. En la animación infantil encuentro cosas que son alucinantes y que me encanta que sean así, porque no subestiman al niño. Cuando era chico, con todo el cariño que le tengo a los Masters o a los Thundercats, hoy son imposibles de ver sin que los argumentos parezcan una tontería, los guiones eran súper básicos, el malo era malo, el bueno bueno... Hoy hay series como Steve Universe, el maravilloso mundo de Gumball, Samurai Jack... Son series que desde lo visual ya son bellísimas, con una propuesta estética alucinante, y en lo argumental no son para nada tontas. A los chicos se le nutre con unos guiones y unas historias y se les da el gusto por lo no burdo, por la aventura en un segundo término, por las subtramas que hacen que una historia sea interesante. En una serie clásica de ese perfil no había tanto. Las series de Hanna-Barbera de Superhéroes eran muy básicas, tenía mucho más que ofrecer el cartoon clásico de Disney, Warner o de Tex Avery a modo argumental. Las historias de Masters del Universo, incluso los cómics, eran super bobas y había como un demanda por saber más, porque yo recuerdo de chico pensar ¿pero qué pasa con la vida de este personaje? Y cuando aparecía una historia que tenía un trasfondo te generaba un interés inmediato. Hoy los chicos tienen series que les ofrecen un montón de espectros argumentales super interesantes. El niño no es un ser tonto, es un ser que piensa y que razona y al que se le puede nutrir con ideas interesantes, por eso en ese punto la animación actual me parece formidable. Técnicamente igual es algo rígida en algunos casos porque estamos acostumbrados a la animación tradicional Disney, pero la que se consumía semanalmente era bastante rudimentaria, aquella tipo Filmation, Hanna Barbera era animación de stock. Hoy también hay animación de stock algunas online, lo que pasa es que ahora se hace digital. Siempre son los mismos ciclos pero en resumen se ha avanzado mucho en animación para televisión. En cine ya es otra historia.

El arte de Leo Castellani

-¿O de la economía en la animación que repercute en el producto final.?
Hay recursos de animación de los sesenta y setenta y que aún hoy se siguen utilizando de otras formas. La animación de stock es alucinante y bien hecha es espectacular (Archer, por ejemplo, es animación de stock digital con historias también buenas, los mismos personajes, la misma ropa, las mismas expresiones, los mismos fondos, las mismas secuencias…). En animación para televisión hay espectros súper amplios. Si la historia está bien contada poco importa como se vé la animación, y no digo que tenga que ser mala, pero no me molesta. Adventure Time, por ejemplo, no me gusta tanto. Es muy voraz, muy lisérgica. Encontró una audiencia juvenil, muy moderna, pero la verdad es que no es lo mío.

-En España algunos dibujantes ante la imposibilidad de ganarse la vida con el cómic se pasaron a la animación. ¿Es una tarea árdua la de animador?
Cuando yo empecé a ser animador era buenísimo. Hacías tres personajes en movimiento, marcas las puntas, cuatro cinco dibujitos en el medio y se la pasabas al que sigue, que es el que sufre, que es el intercalador, el que hace la limpieza, el colorista... un trabajo muy sacrificado en animación. Yo solo trabajé animando tradicionalmente en un soporte digital, pero no trabajé en digital o sea que no sé ahora. He animado en una cintiq usando software que es muchísimo más cómodo. La animación tradicional en papel y lápiz como yo la conocía es sacrificada y no es para cualquiera, si eres una persona como yo muy impaciente. Hay que tener un compromiso con el movimiento que yo no tengo. Lo disfruto en mis cosas, pero en las ocasiones que he trabajado en una producción, haciendo asistencia para animación, me ha resultado súper estresante, pero me sirvió para plasmar movimiento en el cómic.

-También dominas la técnica del modelado, que se puede comprobar con esa espectacular escultura de El Duende Verde
Doy clases de dibujo en una escuela de escultura fantástica y figurativa. La escultura es otra pasión que tengo. También estudié escultura en la facultad. Me gusta y va en paralelo con el dibujo, pero no me dedico a trabajar de escultor. Pero me impuse hace tiempo “basta de estar todo el día en el tablero dibujando!!” y me abrí un pequeño espacio semanal para dedicarme a esculpir. Me atrevo a decir que me gusta tanto la escultura que elegí no vivir de ella para no saturarme o enojarme. Para no contaminarla con los tiempos de entrega, los materiales, las condiciones salariales... Es muy sacrificado trabajar de dibujante y he tenido momentos de mucho stress. Soy muy pasional con el dibujo y me gusta que mis obras estén bien, podrán tener errores, pero están nunca a desgana.


-¿Cuales son tus autores favoritos?
No leo cómics de ahora. Y me puedo perder cosas novedosas pero tiro por los clásicos: Juanjo Guarnido, Oswald, (que trabaja con Abulí) Alex Toth, Jack Kirby, Will Eisner, John Buscema, Gene Colan, los francobelga Franklin, Uderzo... Hace poco descubrí el trabajo de Daniel Acuña y Jesus Alonso  y me encanta.

Diversos personajes vistos por el dibujante

-¿Qué proyectos tienes entre manos?
Un proyecto de historieta conjunto con Francisco Lagrifa en el que estamos con los diseños de personajes. También estoy en dos proyectos para una independiente de Estados Unidos. Son historias un universo Table Taffy creado por Sean Galloway. Son historias de ciencia ficción y de fantasía para chicos, y me gustan los personajes Shadow Pirates, la historia de unos Piratas mutantes que tienen poderes. El capitán de ellos es un gorila gigante, es divertido. En lo artístico me dieron libertad para dibujarlos como quisiera, el autor quería que yo los dibujase con mi propio estilo, pero le dije que quedásemos en algo intermedio, ya que la gente compra sus cómics por su dibujo. También estoy dibujando  Bastion's 7 y otra que parte de cero que es Mohnstur Watch.. Un homenaje a los monstruos clásicos y las series de televisión de los ochenta con una familia con niños adoptados que tienen unos poderes especiales, y bajo ciertas influencias pueden transformarse en monstruos. Ocurre en los ochenta con lo que pude hacer muchas referencias de las que me gustan. Aparte trabajo en un nuevo sketch book.

Bastion´s 7

-¿Como está la industria del cómic en argentina?
Pésima, no hay mucha. Hubo un pequeño resurgir de la edición independiente que no del cómic hace unos años. Yo no conozco gente que haya podido vivir como artista de trabajar y editar en Argentina, pero sí se han podido reeditar cosas antiguas. Un pequeño nicho que podría dar pie a que la industria se reactivara a raíz de muchos cambios en lo político y cultural. Este último año con el nuevo gobierno creo que muchos de esos espacios se han ido cerrando. Los dibujantes que yo conozco publican en el extranjero y pueden llegar a tener una edición nacional. Yo nunca he podido trabajar en mi país y me conocen más afuera que en Argentina. El mes pasado creo que cerro Fierro, que tampoco sé si representativa de todo lo que se dibuja en Argentina. Yo he editado material en España para poder tenerlo en Español, para que mi sobrino pueda ver lo que hago... No hay espacio en mi país. La licencia tampoco creo que esté muy bien vista y tendría que ponerme con mis propias cosas. Tampoco soy tan conocido en mi país.


-Has estado este año en el Salón del Comic Internacional de Barcelona. ¿Que te parece?
He venido ya dos veces y me gusta. Hay un buen equilibrio entre algo formal y lo friki. En Anguleme hay una cultura de lectura de la historieta que no tiene que ver con la cultura friki y es muy formal. En Argentina en las convenciones a las que he ido pueden llegar a ser las grandes, super frikis. Hay convenciones que son de perfil muy comercial, por las películas, las series de dibujos, los actores, la gente disfrazada… Los autores de cómics tienen, incluso, una pequeña sala. En Barcelona hay una cosa intermedia que está muy bien. Hay un espacio para lo artístico, para lo autoral, para los originales, la cultura (la exposición de Will Eisner de este año casi me muero de lo alucinante que es), también hay lugar para lo friki, y me gusta ese equilibro. Lo que es muy formal a veces aburre un poco y lo que es muy escándaloso a veces agobia. Sé que tuvo sus criticas este año pero me gustó. En Argentina en cuestiones de organización no hay tanta experiencia como aquí, y se pone mucha pasión, muy a pulmón.

 El equilibrio entre lo formal y lo friki... es muy difuminado...
Entrevista realizada el 3 de abril de 2017

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