lunes, 26 de julio de 2021

Reseña cómic: Bill y Bolita 1959-1963 de Roba / Fuera Borda / Dolmen Editorial

 
El empeño, la ilusión, la fuerza y la valía de un dibujante siempre acaba abriéndose paso y así fue para el belga Jean Roba, que pudo introducir, como quien no quiere la cosa, a Bill y Bolita (Boule et Bill) en el número 1.132 de la revista franco-belga Spirou en el año 1959. Fue en el minicómic titulado Boule et les mini-requins, con guión de Maurice Rosy y que aparecía en la parte central del semanario, se tenía que separar de la revista y ser armado por el propio lector. Nacía en esta historia el germen de una nueva serie o al menos los personajes centrales, que continuaría Roba en solitario según su propia idea.

¿Pero quienes son Bill y Bolita? Pues las aventuras de un niño Bolita y su perro Bill, un Cocker Spaniel. Una entrañable historieta blanca, familiar, ligera, cómica y muy dinámica de la que te enamoras muy rápidamente. En la serie también aparecen los padres de Bolita, sus amigos, junto a otros recurrentes personajes secundarios. Son historietas generalmente de una sola página en forma de gag o giro final, indicadas para todas las edades. Bill y Bolita es esa infancia feliz, cotidiana e imaginaria, donde todo es posible pero llena de aventuras, vacaciones, travesuras, sinsabores y alegrías, retratada con amor y mucha luz por Roba. Un cómic en cierto modo sensible, como lo es el posterior Calvin y Hobbes, en el que se establece la misma relación de complicidad entre un niño y su mascota, solo que en este último la mascota es imaginaria.



El cómic se edito en España por primera vez en la revista catalana Tretzevents en 1963 como Boule et Bill. Luego estos personajes aparecieron en el semanario Strong en el año 1970 con el nombre de Quique y Lucio y les dedicaron algunos álbumes completos. Strong publicaba material autóctono y franco-belga pero este cómic se ha publicado en muchas y dispares revistas juveniles por lo que no debe de ser desconocido para muchos lectores de cómics españoles. En 1979 en el semanario Spirou Ardilla de Mundis S.A con el nombre más popular de Bill y Bolita. Y hasta apareció en varios números de la revista Zipi y Zape de Bruguera en los ochenta con el nombre original belga y en Ediciones B en la mítica revista Guai! hacia el año 1988 con el nombre de Bill y Bolin.

La misma página para el tomo de Dolmen (2021) y como Quique y Lucio para Strong nº 78 (1970)

Página de los personajes en revista Guai! nº 123 (1988)
 

Los personajes para la revista Super Spirou ardilla (1981)

El éxito de Bill y Bolita fue grande en su pais de origen y eso que al principio muchos dibujantes compañeros de Roba pensaron que las ideas se le acabarían pronto al ser historias de una sola página. Nada más lejos de la realidad, Roba la guionizó y dibujo hasta el año 2003, y tuvo que dejarla debido a que la artritis en las manos le impedía dibujarla, pero la continuo Laurent Verron que ya le había ayudado en los últimos años.

La serie caló tanto que disfrutó una de las primeras producciones de dibujos animados del propio estudio de animación TVA Dupuis creado en 1959. A comienzos del año 2000 hubo una segunda serie televisiva franco-canadiense y en 2015 una tercera en animación 3D producida en Francia. Por no hablar de las dos películas de imagen real estrenadas en 2012 y 2017. Todo esto pone en relieve que este siempre fue uno de los cómic más populares y queridos de la revista Spirou desde sus inicios. Ha sido traducido a más de veinte idiomas en forma de álbumes y el último publicado en 2009 por Verron alcanzó las 300.000 copias.




Jean Roba empezó trabajando a los dieciséis años como grabador en una imprenta, maquetador de páginas, decorador de interiores y diseño. Más tarde entró en el mundo de la ilustración publicitaria, ya que su pasión era el dibujo desde que descubrió en 1946 el trabajo del gran André Franquin. Roba llegó a jefe de estudio y acabó conociendo de casualidad al guionista Maurice Rosy que trabajaba en la editorial Dupuis. Este lo introdujo en la revista Journal de Spirou primero haciendo pequeños dibujos aquí y allá y luego realizando los lápices en algunos episodios de Les Belles Histoires de l'oncle Paul. Pero el verdadero empuje lo da cuando el mismísimo André Franquin sobrecargado de trabajo, lo elige para que le ayude con los fondos y demás de tres historias de Spirou y Fantasio. Roba sigue mientras tanto apoyándose en el guionista Rosy y este, que es una persona sensible y empática, sabe que el dibujante sueña con tener una serie propia sobre un niño o algo por el estilo y que se está quemando al no tener la oportunidad de hacerlo, así que plantea una estratagema para que el director Charles Dupuis de Journal de Spirou caiga en ella y le de una serie propia. Todo esto lo podéis descubrir en los generosos extras del tomo.

Como curiosidad Bill y Bolita ya habían aparecido meses antes en el mismo semanario en forma de un puzzle que los lectores tenían que recortar, antes de la citada historieta Boule et les mini-requins ( Bolita contra los mini tiburones) y tendrían que pasar aún cinco meses más tras la publicación de esta historieta para que Roba llegara a tener página propia.

Han tenido que pasar mas de sesenta años para que veamos en castellano la mejor edición que se ha hecho de Bill y Bolita en España, de la mano de la editorial Dolmen. Un tomo integral 1959-1961 que hará las delicias de los fans de estos personajes y perfecto también para los que quieran descubrirlo. 268 páginas que recopilan cronológicamente las primeras historietas, incluida la citada Bolita contra los mini tiburones. Veremos los primitivos diseños del chico y su perro y como van evolucionando poco a poco. Si las historias incluidas ya son muy entrañables y divertidas de por sí, la otra joya del tomo son los excelentes extras que contiene. Más de sesenta páginas de artículos con abundantes fotografiás e ilustraciones con las que descubriremos la trayectoria de Roba, sus creaciones y el contexto editorial donde se encontraba el autor en aquella época. Textos escritos de primera mano por los divulgadores de cómic Christelle y Bertrand Pissavy-Yvernault con algún texto de Yvan delporte. Las historietas de Bill y Bolita se publican por orden de aparición original y vienen con su título en la parte inferior de la página y una frase celebre o proverbio de algún escritor, filósofo... en la parte superior. Las historietas lucen perfectas en la reproducción y de color y más con los años que tienen. El coloreado de las planchas es de Vittorio Leonardo.

Hay que decir que este tomo parte de la edición de la edicion francesa y es diferente a la linea Fuera Borda de Dolmen en cuanto al contenido, pero esto no le quita mérito a que se haya hecho un buen trabajo editorial. Viendo esta joya de tomo con tantísima documentación y material adicional, da gusto su compra y además tema no badalí, no pesa mucho para las páginas que tiene. Por cierto la traducción es de Francisco Pérez Navarro. Tendría que tomar nota Norma Editorial, por ejemplo, con el tomo de Percevan que tan solo contiene una pequeña introducción.             

Así que no lo dudéis ni un segundo, este tomo de Bill y Bolita de Dolmen es una maravilla en todos los sentidos, en el del 9º arte y en la parte de documentación sobre la serie.

BILL Y BOLITA 1959-1963
Autor: Jean Roba
Tapa dura. 21×28. 264 páginas. Color
Editorial Dolmen
34,95€



"En Bill y Bolita hay mucho intimismo. Es decir, todo lo que sucede entre las cuatro paredes de una familia normal y corriente: el padre, la madre, el hijo y el perro. Rodeados por un jardín. Un microcosmos amable donde cada semana tiene lugar una pequeña aventura amable. Y nada más (…) Bill es el centro de todo. Lo único que importa es la mirada. Es como si vivieran en una burbuja. En resumen, es un poco como la vida de todos. Nunca se habla de la que va mal. Pero lo esencial de esa vida es la familia, la paz". Declaraciones de Roba en 1978. / Bill y Bolita. Pagina 50, Dolmen editorial

"Bill es el perro y Bolita el niño. El niño es como el padre: un soñador activo. Un payaso ingenuo. Un bromista sentimental. Pero sobre todo es el contrapunto de Bill, cocker cokerísimo, al que no le falta ni la palabra". Yvan Delporte / Bill y Bolita.Pagina 65, Dolmen Editorial

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