jueves, 2 de abril de 2020

Crítica película: Aves de presa (y la fabulosa emancipación de Harley Quinn)


Las películas súper heroicas de la DC parecen tener más libertad creativa y estar menos encorsetadas que las de la Marvel en su fórmula. Estas últimas suelen dar acción, emoción, drama, humor, estan interconectadas entre ellas y su fórmula es obvio que funciona. Y aunque las basadas en personajes DC irrumpieron décadas antes en los cines con el Superman de Richard Donner o el Batman de Tim Burton, actualmente sus películas brillan menos que las de la distinguida competencia y no solo por empecinarse en ser más oscuras, trascendentales y tormentosas. La Liga de la Justicia y Superman versus Batman, por poner dos ejemplos, no tuvieron magia y sí mucha desmesura. Esperemos que Wonder Woman 84 sea un nuevo faro porque Aves de presa (y la fabulosa emancipación de Harley Quinn) aunque marca diferencia en su envoltorio es muy floja en el argumento.

Aves de presa se aparta de la oscuridad y es desenfadada, alocada, e irreverente y esto lo consigue con nota, aunque copiando patrones ya vistos en otras películas como Deadpool, Masacre para los amigos, Kick-Ass y Kill Bill: utilización de dibujos animados, narración desordenada, hablar con el espectador, detener la imagen, rótulos en la pantalla… El film presenta una Harley Quinn perfecta gracias a la interpretación de Margot Robbie que derrocha locura, simpatía y desparpajo, y es lo mejor del film, pero todo esto no basta para que sea una buena película. El argumento es pésimo y el súpergrupo de mujeres que le acompaña es de pandereta de serie B. Esa Cazadora (Mary Elizabeth Winstead) con su historia tópica de venganza y nulas ganas de hacerle un traje minimamente trabajado, y sí, una feliz recuperada Rosie Perez, pero como la policía ochentera (sic) Renée Montoya, una Canario Negro (Jurnee Smollett-Bell) que lo es, porque efectivamente en alguna ocasión usa su poder y el malvado Black Mask interpretado por un sobre actuado Ewan McGregor con su secuaz Zsasz (Chris Messina) que parecen sacados de una película de Torrente.
 
  
Las peleas están muy bien coreografiadas y es de nota toda la escena del asalto a la comisaria con sus persecuciones, pero sin embargo le falta emoción a la pelea grupal en el clímax final que parece por momentos una escena de la serie de Batman de los sesenta. Las escenas gratuitas de tortura fuera de lugar recuerdan al primer Torrente que ya era una copia homenaje a Reservoir Dogs,  incluso el reutilizar una tarjeta de visita de otra persona ya aparecía en la película de Santiago Segura.

Aves de Presa está protagonizada por mujeres, y con el movimiento Metoo, queda guay decir lo del empoderamiento femenino, pero es una película de ostias como panes con humor y poco más. Serán  independientes y divertidas, al menos Harley, pero el comportamiento es de action hero movie de toda la vida. El título Aves de presa (y la fabulosa emancipación de Harley Quinn) es demasiado largo y el gran público no sabe ni lo que es, ni de donde viene, y en la película resuelven la creación de Aves de Presa de pena.

Aves de Presa es un conjunto entretenido de tortas y acción con una vistosa Harley Quinn y una forma de presentación algo diferente hasta pasada media película, a partir de lo que se convierte en más de lo mismo y con una historia muy floja.



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