miércoles, 19 de enero de 2022

Crítica libro: La plaga de los cómics. Cuando los tebeos eran peligrosos de David Hajdu / Es Pop Ediciones


A inicios de los años 40 los cómics en Estados Unidos eran el medio de entretenimiento más popular y barato entre niños y adolescentes. Entre ochenta y cien millones de ejemplares se vendían  ¡semanalmente! sin contar que llegaban a muchós más lectores debido a los habituales intercambios de ejemplares. Cómics de animales antropomórficos, superhéroes, heroínas selváticas, historias costumbristas tipo Archie y con los años e incrementándose en cantidad de títulos, cómics de asesinatos truculentos, de terror y romanticismo… Una industria boyante que daba trabajo a más de un millar de guionistas, dibujantes, rotulistas… Un entramado editorial que producía más de 650 cabeceras al mes.

Pero a mediados de los años cuarenta empezó a crecer el pánico entre la población adulta. Los cómics no estaban regulados por ningún organismo y varias asociaciones de ciudadanos, iglesia y periodistas se lanzaron a atacar la nocividad de los cómics para la juventud. Se alentaron campañas contra los cómics por parte de profesores desde las escuelas en las que se convenció a los propios niños de lo malos que eran para la salud mental e indecentes y en algunos colegios se organizaron hacia 1948 quemas públicas de toneladas de los mismos, recopilados por los propios alumnos. Aunque no todos estaban de acuerdo en esto.



La circulación de obscenidades impresas ha alcanzado proporciones gigantescas. Un mal de tal magnitud que amenaza la vida social, moral y nacional de nuestro país”. Our Sunday Visitor. Comité de obispos católicos para hacer frente al comunismo y la literatura indecente de todo el país.

“No hay razón alguna para que Wonder Woman no pueda ir más tapada y menos aún para las mujeres que caen bajo su influjo tengan que andar por ahí en traje de baño”. John Francis Noll obispo de Fort Wayne, Indiana

Y es que como muy bien explica David Hajdu, el autor de La plaga de los cómics, la polémica por los mismos fue saltando de un lado a otro en páginas de periódicos, reseñas de libros, columnas religiosas y de ahí a las noticias propiamente dichas. En 1948 Detroit se convirtió en la primera ciudad en perseguir los cómics. Policías requisaron ejemplares de los quioscos buscando el material ofensivo y se prohibieron 36 cabeceras. El punto culminante lo marcó el psiquiatra Fredric Wertham en el año 1954 con su libro Seduction of the innocent, en el que acusaba a los tebeos de ser el principal detonante de la delincuencia juvenil.


El libro es un jugoso recorrido por esos años convulsos entre 1940 y 1955 en el que iremos descubriendo, con hechos y diversas anécdotas, esas publicaciones que generaron tanta preocupación, y en la que se truncaron muchas carreras de dibujantes al convertir los cómics en algo maldito.

La narración es interesante pues recoge información de la vida y modo de trabajar de los creadores de viñetas como Will Eisner y en especial de la troupe de comics de terror EC Comics con su editor William Maxwell Gaines a la cabeza y dibujantes como Al Feldstein o Harvey Kurtzman, entre otros. Estos cómics de la EC están siendo publicados en España por Diabolo Ediciones.

"Por lo general, Gaines proponía las ideas para los guiones y Feldstein se encargaba de desarrolarlos. El método de Gaines consistía en quedarse despierto hasta el amancer, con la ayuda de la dexedrina que le habian recetado como medicación para adelgazar, leyendo montones de revistas y antologías de relatos cortos en busca de personajes, tramas y situaciones para que luego Feldstein les diera cuerpo y las adaptara al estilo EC. A estas apropiaciones Gaines las llamaba "puntos de partida"  La plaga de los Comics




Descubriremos curiosidades, como cuál fue la primera novela gráfica propiamente dicha que se publicó en Estados Unidos y que pasó sin pena ni gloria en 1950. Algunas historias son increíbles como la que cuenta que la revista Panic n º 1 de 1954 de la EC se prohibía en Massachusetts por que uno de los relatos profanaba la Navidad. Esto se llevó a cabo a través del fiscal general del estado George Fingold y el jefe de la policía estatal el Capitán Joseph Crescio. Y se advertía que si se distribuía el responsable podía ser imputado penalmente. Muy triste fue la posterior encerrona de la policía para detener al editor Will Gaines y que acabó con su secretaria Shirley Norris detenida. Aunque no especifica como terminó la pobre chica.

El libro se compone de historias, declaraciones y opiniones desde diversos puntos de vista para que tengamos una radiografía de los que fue sucediendo en esos años. Es posible que a veces la narración se disperse de un lado a otro, narrando pinceladas varias, pero lo que cuenta es interesante y más si amas el medio. Veremos como muchos dibujantes no vieron venir la tormenta que se avecinaba y de como esos ataques al medio fueron haciendo mella en la población hasta llegar al 21 de abril del año 1954, en el que Robert C. Hendrickson programó dos sesiones en el Senado centradas en lo perjudicial de los cómics y la delincuencia juvenil. El director ejecutivo del comité del Senado Richard Clendement, un asistente social que había estado en la división de delincuencia juvenil de la Agencia Infantil de los Estados Unidos, propuso catorce testigos entre editores, psiquiatras, distribuidores, vendedores y expertos en delincuencia juvenil. Will Gaines no estaba incluido en la lista, pero estando ya muy quemado con todo el asunto se presentó como testigo. El libro narra en la parte final los diversos momentos de esta comparecencia en la que también estaba el celebre psicólogo Fredric Wertham.



La plaga de los cómics es un muy interesante libro que tiene una lectura amena y que nos muestra los acontecimientos principales de aquellos citados años a través de diferentes protagonistas y testimonios, en los que se pasó de la libertad creativa más absoluta, al control más restrictivo, en el que había también mucha producción mediocre y en el que se culparon a los cómics de muchos males de la juventud y se censuraron o prohibieron. Lo que si se echa en falta es más material gráfico acompañando los textos, ya que de las 460 páginas solo hay 16 láminas con ilustraciones en la parte central del libro. Eso sí, la monografía cuenta con una edición especial con un bonito estuche en el que se incluye otro libro titulado Los cómics de la plaga Antología de portadas 1942-1954, en el que se hace un recorrido gráfico a todo color en 190 páginas por las portadas más emblemáticas de los cómics citados ya sean de terror, oeste, guerra, crímenes, y románticos con breves notas a pie de pagina. Un más que interesante complemento del libro que hemos reseñado. Aunque este libro al principio solo se podía conseguir de forma limitada con este pack, ahora también se vende por separado.

David Hajdu es crítico musical del semanario The Nation y es profesor en la Facultad de periodismo de la Universidad de Columbia. Ha escrito diversos libros, ensayos y artículos sobre música y este antológico libro en el años 2008 titulado La plaga d ellos cómic cuando los tebeos eran peligrosos.


CUANDO LOS TEBEOS ERAN PELIGROSOS LA PLAGA DE LOS CÓMICS
Editorial: ES POP EDICIONES
Año de edición: 2018
Materia: Ensayo
Páginas:480
PVP: 24€
+
LOS CÓMICS DE LA PLAGA
192 páginas/ a todo color/  19,95€
Más de 450 cubiertas de cómics del periodo 1942-1954, de género criminal, romántico, selvático, bélico y terror.

 
En principio este libro se vendía en la edición especial de 42€ en pack con La plaga de los cómics, pero se pueden encontrar ahora los dos por separado.

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