Mucho antes de que Ediciones Zinco dominará a mediados de los ochenta el mercado español con los cómics americanos de la editorial DC, lo hacía con las publicaciones de los cómic eróticos italianos de Edifumetto. Esta editorial italiana fundada en 1972 se especializó en cómics eróticos cada vez más pornográficos con el paso de los años. Para muchos estos cómics en blanco y negro, de estilo pulp y que circulaban por todos los kioskos, fueron el primer contacto con los cómics de carácter porno, aunque ahora parezcan muy suaves. Zinco publicó multitud de series con sus atractivas y atrayentes portadas, algunas muy longevas como la que nos ocupa hoy titulada Sukia, y hay que decir que aparte de la propia búsqueda sexual placentera, algunas historietas no estaban mal y seguían un argumento que se iba desarrollando número a número. Eso sí, eran cómics de producción masiva por lo que abundaban los primeros planos repetitivos de la protagonista y pocos fondos, pero aun así eran unos cómics dignos para ese consumo rápido.
Sukia fue creada en 1978 por el editor y guionista Renzo Barbieri y con dibujos de Fulvio Bosttoli y Nicola del Principe. En las espectaculares portadas dibujadas por Emanuele Taglietti, Sukia tomaba un cierto aire del rostro de la actriz Ornella Mutti.
Zinco publicó la serie desde los primeros números. Sukia es una vampira que vive en Nueva York y está casada con el millonario William McNought del que no tardará en deshacerse, para obtener su herencia. Sin embargo el periodista Bill Thomas descubre su secreto y la persigue, aunque entre ambos se establece una relación de amor - odio. Sukia como buena señora de la noche, cuenta con un criado llamado Gary, que la acompaña y cuida en muchas de sus aventuras, solo que este es gay, muy lascivo y muchas veces hasta le roba sus propias conquistas, incluso siendo más protagonista que Sukia. Esto en la Italia de los setenta, una sociedad muy machista, fue ir un poco a contracorriente. Ni que decir que Sukia es bisexual. En el Nueva York de 1980 la protagonista se comporta como un antiheroina, a veces está a favor de las injusticias y las más de las veces en su propio favor. Sus descabelladas aventuras están llenas de violencia gratuita, sexo, parafilias y hasta algo de humor negro… Y claro, fue un éxito en Italia y en España también.
El rocambolesco origen de Sukia
Sukia tiene un origen que no tiene desperdicio y que en el tercer número publicado por Zinco se nos explicaba, y que es puro pulp serie B, subiendo el nivel de morbosidad e ida de olla. Allá vamos:
La protagonista vivió en la Transilvania del siglo XIII, hija de Drakul Dragocomic, un sanguinario conde cristiano que empalaba, violaba y llevaba a cabo otras tropelías en las guerras contra los musulmanes. El único amor que sentía el Conde lo capitalizaban sus bellas hijas Katy y Sukia, a las que mantenía en su castillo lejos de sus crueles peripecias. Pero Sukia es curiosa y aventurera y una noche escapa descubriendo las atrocidades de su padre. Este al no encontrar a su hija, y preso de una ira descontrolada, tortura sádicamente a Katy. Con el tiempo Sukia es atrapada y enviada de vuelta al castillo, ahí se enfrentará a su padre por sus maldades y este en respuesta a sus actos ¡la violará!. Durante la agresión Sukia muerde y desgarra el cuello de su padre matándolo e introduciéndole un candelabro “con vela incluida” por la boca. Más tarde se proclama legitima heredera. Pero poco a poco Sukia se irá transformando en malvada al haber bebido parte de la sangre que brotó del cuello de su padre y necesitará victimas para saciarse, que le proporcionan sus súbitos. Además por otro lado, está celosa de su hermana a la que llega a envernar para quedarse con su novio. Con el tiempo sus crueldades son descubiertas y Sukia es acusada de brujería y torturas, para acabar emparedada viva. Pero hay una antigua leyenda transilvana que dice que si la sangre humana llega al cadáver de una mujer muerta… Ella regresará como vampira…
En 1724 el castillo donde yace Sukia es comprado por un noble francés. En la cripta donde esta sepultado su cuerpo y según reza el cómic debido a extrañas sustancias químicas aprisionadas entre la humedad permanece incorrupto… Agárrate los machos, una amante del aristócrata acaba orinando sobre el cadáver de Sukia en el sepulcro donde acaba de consumar con el noble francés… pero esta tiene la regla y unas pequeñas gotas de sangre han ido a parar también a la cara de la vampira… lo que provocará que la difunta vuelva a la vida.
Como curiosidad en el número 2 de la serie editada por Zinco, Sukia visita a una médium para que la ponga en contacto con Zora, una vampira del siglo XIX, protagonista también de otra serie publicada por la misma editorial y que es otra famosa vampira del cómic italiano creada por el mismo Renzo Barbieri. Así que tenemos un mini crossover a través de unas pocas páginas.
El cómic Sukia duró en Italia del año 1978 hasta 1986 con 153 números publicados. En España Zinco lo publicó hasta el numero 78 y luego fue continuada por Edicomic hasta el número 101. Se publicaban dos episodios por volumen, al menos inicialmente, así que Zinco la publicó en su totalidad.
Daba un poco de manía, la verdad.
ResponderEliminarMuchas gracias por el aporte.
ResponderEliminarGracias!!
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