lunes, 5 de abril de 2021

Reseña cómic: Titú. El verano de las colinas infinitas / Chris Stygryt y Carlos Maiques / Dolmen Editorial




-Estas vacaciones han pasado demasiado rápido.
-Lo bueno siempre pasa rápido, chiquitín.


Casi todos recordamos los largos veranos de nuestra infancia con una agradable nostalgia y con sentimientos de tiempos felices. Un periodo estacional en el que el tiempo parecía detenerse, los colores eran más vivos y las preocupaciones más livianas. El cómic Titú del guionista Chris Stygryt y el dibujante Carlos Maiques, es un agradable batiburrillo de esas vivencias de niño, a través de una serie de historietas cortas protagonizadas en mayor parte por Titú que muestran su verano de 1979, junto a su hermano Sebastián en la casa de campo de sus abuelos. El lugar es Dardenac, un pueblecito perdido en Francia, pero en el fondo muchos hemos estado de niños en alguna ocasión en lugares así.

Chris Stygryt, autor de origen francés afincado en Valencia desde hace más de dos décadas, plasma parte de su infancia a través de Titú, un niño imaginativo y que observa perplejo y sin entender del todo el mundo de los adultos. En Titú hay también un cierto componente de fantasía que lógicamente no ha vivido el autor.


El cómic se abre con un espectacular capitulo bélico titulado el D-Day, en el que gracias al arte de Carlos Maiques nos sumergimos de lleno en un autentico cómic a lo Hazañas Bélicas, pero aquí la hazaña es que lo parezca y lo haga con el estilo tan peculiar de dibujo de Maiques, muy alejado del de aquellos añejos tebeos. Un capítulo que nos presenta ese rasgo fantasioso de Titú, en la mejor tradición de Calvin and Hobbes de Bill Watterson. Solo hay que ver el capitulo titulado “el tesoro del viejo castillo” que recrea a la imaginación de los niños. Y si no había ninguna duda de que el cómic de Calvin and Hobbes era mágico y sensible, Titú, aunque con un estilo visual totalmente diferente, también lo es.

A lo largo de los diversos capítulos auto conclusivos seremos partícipes de las aventuras de Titú, lo que le ocurre, lo que siente, lo que sueña. Matar un pollo para comer no es fácil, la aventura de perder el perro… los momentos de aburrimiento… de calor… Pero el cómic Titú el verano de las colinas infinitas también retrata el mundo de los adultos con sus discusiones y actos absurdos, la relación de pareja o la forma de actuar y pensar de diferentes generaciones y cuatro hay en el cómic. Hasta puede decirse que el perro Malako es el protagonista en algunas historietas que se centran en sus propias aventuras...

Este no es el primer cómic en el que Chris Stygryt narra sus recuerdos de infancia a través de Titú. De hecho sería el tercero, pero podéis estar tranquilos, no hace falta haberse leído los anteriores del personaje titulados Mistigri y Equinoccio, pero que seguro buscaréis al acabar de leer este cómic.

¿Qué decir del arte de Carlos Maiques? Sus dibujos son minimalistas, parecen simples bocetos muy sencillos, casi sin acabar, pero tienen tanta vida, movimiento, ternura y emotividad cuando es necesario… que te sorprenden. Ni siquiera hay color, solo grises, pero casi podemos sentir el calor de ese verano, esos sentimientos y esa poesía de la vida sencilla.  El autor retrata bien los paisajes campestres con muy pocos apuntes. Viñetas que no están ni delimitadas, junto a otras que si,  secuencias que nos sumergen en ese transcurrir de horas muertas y apacibles del verano.  No os dejéis engañar al ojear rápidamente el cómic, si lo leéis os llegará al corazón con suavidad, a base de una serie de historias sencillas y cotidianas. Emocionante  y preciosa  “la última vuelta” que cierra el tomo con grandes e imaginativas composiciones de página para trasladar esos sentimientos del final del verano y de una época.



Como curiosidad Maiques lleva en el mundo del cómic desde los ochenta, pero cuando no ha habido trabajo de dibujante, ha sido presentador de bingos, profesor de inglés y ha trabajado en el mundo de la hostelería.

Titú el verano infinito de las colinas, os transportará a un lugar tranquilo o menos peligroso en el que casi todo era aburrimiento, aventura o diversión, a esos veranos en que tan solo eramos niños que queríamos jugar y pasarlo bien.

TITÚ. El verano de las colinas infinitas
Dibujo: Carlos Maiques
Guión: Chris Stygryt
Novela Gráfica. 17X24 cm. Tapa dura.
120 páginas. B/N.
PVP:16,00€
Editorial Dolmen 


 

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