Exposición: Antonio Bernal Romero: Fabricant de somnis / Fabricante de sueños en Museu de L´Hospitalet

El programa de la exposición con 6 páginas repletas de información

Antonio Bernal Romero no necesita presentación para todos aquellos que amamos los tebeos y su arte. El autor causa las mismas sensaciones placenteras para quienes leían tebeos y novelas populares entre las décadas de los cincuenta y los ochenta, y se encuentran ahora ante una portada suya.

El pasado 15 de abril se inauguró una brillante y muy emotiva exposición del arte de Antonio Bernal Romero en el museu d´Historia de L´Hospitalet. Una gran selección de portadas para disfrute de los sentidos, muy bien presentadas y con el bonus de presentar material diverso del autor, como la mesa y pinceles originales con lo que creaba esos mundos maravillosos.

La exposición permanecerá en el museo hasta el día 28 de junio. Además el 30 de abril a las 19h tendrá lugar una charla titulada: Antonio Bernal i L´Editorial Bruguera: un esclat de color en las fosca postguerra  (el estallido de color en la oscura posguerra) a cargo de Joaquim Noguero y el día 11 de Junio otra titulada L´Imaginari de llibertad dels tebeos de la disctadura (El imaginario de libertad en los tebeos de la dictadura) a cargo del critico y divulgador Antoni Guiral y el escritor Joan Casas.

Publico aquí la presentación que realizó el director Josep Maria Solías del museo de Historia de Hospitalet y el comisario de la exposición Joaquim Noguero. También se contó con la presencia de uno de los hijos del autor Daniel Bernal.

Josep Maria: Yo era un gran consumidor de tebeos pero después crecí. Para mi la exposición tiene, aparte del componente de dirección del museo, el añadido de recuerdo personal, no a Bernal por que no lo conocí pero si de su obra. Cuando llegaron los originales sin enmarcar de Bernal al museo, me daban una sensación, cuando los iba viendo de ¡ostras!, ¡ostras!... La verdad es que solo decía ¡ostras! Algo poco elevado, pero era un sentimiento de reconocimiento. Hasta descubrí que había hecho un cartel de fiesta mayor de Bellvitge en los años sesenta. Agradecimientos a Daniel Bernal y Joaquim Noguero que han hecho un buen trabajo. Ha sido un placer y la obra del artista Bernal brilla ahora más y resplandece. Para eso trabajamos y la obra ya lo vale. 

Muchas curiosidades en las vitrinas

  
Joaquim Noguero, comisario de la exposición: Este ostras, ostras... yo lo he oído con gente que pertenece al mundo de la literatura y del arte, cuando han visto las portadas del catalogo de esta exposición. No es casual que la gente de nuestra edad, estés en el ámbito profesional que sea, recuerde estas portadas. Para muchos de la generación que nació alrededor de 1964, el primer contacto fue con el tebeo Trueno Color del año 1969. Posteriormente nos extrañaba encontrarnos con las antiguas ediciones apaisadas. Nos pasamos la infancia disfrutando esas portadas y deseándolas, porque con suerte teníamos diez y queríamos más. Aquellos tebeos que tú recibías por tu aniversario, por Reyes, y siempre querías comprarte más. Yo iba a casa de mi abuela paterna a la que le gustaban mucho los westerns y tenía novelas de Marcial Lafuente Estefanía, de Silver Kane y me parecía que eran de un mismo mundo. En casa de mis tías tenían novelas de Corin Tellado y me parecían también del mismo mundo. Encontraba una colección de cromos de monstruos extraños y extraterrestres en la escuela y lo mismo. Y era por que todas estas obras las hacía Antonio Bernal. Incluso las portadas de la colección Kiai de artes marciales, muchas portadas de novelas de Lou Carrigan, Ralph Barbie... Todas las hacía la misma persona, por lo que creíamos que era como una especie de fotografía, de realismo en technicolor, de traslación del mundo del cine a las portadas. Nos parecía que era dibujar como hacía la Editorial Bruguera, y no era como lo hacia Bruguera, sino como lo hacía Antonio Bernal. Era absolutamente omnipresente. Una vez invité a Vicenç Pages, ganador del Premio Sant Jordi hace dos años con Dias de Frontera, a una exposición que hicimos de Joyas Literarias Juveniles y me comentó lo siguiente: Que la mayoría de las veces, un 90 %, te comprabas aquel cómic por la portada y que el interior no guardaba demasiada relación con ella. Ya que la portada era casi cinematográfica y el interior muy diferente. Qué extraño que no dibuje el interior el autor de la portada, nos preguntábamos. 

El propio hijo del autor posó para la realización de esta portada

Antonio Bernal era tan omnipresente que fue invisible. Después hemos tenido la suerte ya que hemos sido una generación que hemos conocido a esta especie de semihéroes que nos trasladaron al mundo de los sueños y descubrimos que fueron gente que lucharon contra infinidad de penurias de la época con coraje.

Antonio dibujó hasta el último momento de su vida. Él decía que la única manera que tenía de no dormirse durante el día era dibujar, que era un depredador de imágenes. Tenía un montón de documentación y dossieres de otros autores y siempre decía “mira este que bueno que es, y este otro que bueno, este si que sabe”. De todos decía lo buenos que eran, sin darse cuenta de lo bueno que era él, como si fuera un simple aprendiz. Pero es que este simple aprendiz dibujó portadas casi impresionistas en los últimos números del Jabato. Todas las aquí expuestas son de finales de los sesenta y principios de los setenta, excepto una del Jabato luchando contra una mantis religiosa, que desde el punto de vista del cómic de la época de Bruguera estaría menos acabada, pero que poseyendo un tono más de pintura hace que gane una fuerza muy superior a las otras. No es imperfecta, es simplemente una portada que como la pudo hacer como quiso, es mas de pintor.

 La exposición está dividida en dos partes. La persona omnipresente que nos hizo gozar hace años está aquí dentro: Trueno Color, Jabato color, El Sheriff King, Corsario de Hierro, Joyas literarias Juveniles y western. El mundo de Bruguera por el que es más conocido, pero también portadas de Joselito, Tarzan, Lassie... En la otra parte de la exposición hemos querido recrear su taller. Jordi Piera, nos propuso que si disponíamos de la mesa y el material de trabajo de Bernal, por qué no mostrábamos una pequeña parte de su estudio.

Hospitalet es el lugar donde Bernal aprendió a amar la naturaleza que después dibujó. Era un mundo rural. Él decía que había tres cosas que encontraba bellísimas: un caballo al galope, un velero al viento y el cuerpo desnudo de una mujer. Son tres cosas que expresan libertad, movimiento, vitalidad, vida... Vivió en una época de represión y todo esto expresaba libertad. También en Hospitalet aprendió a amar el cine, porque ese era el mundo de los sueño, que le permitía escapar de una realidad que era bien pobre. Aprendió a dibujar como forma de protegerse. Explicaba que Durante la Guerra civil se ponía a dibujar debajo de una mesa asustado ante los bombardeos. En los últimos años podemos decir que se protegía del “bombardeo de la edad” dibujando en una mesa inundada de pinceles y documentación. Dibujaba por dibujar. Tenía centenares de tiras de Frank Robbins, que es uno de los dibujantes que admiraba, copiadas por él, pero poniendo sus propios diálogos. Esto a los coleccionistas le gustaría verlo, pero decía que esto no se puede exponer porque es un plagio, solo lo hacía para “hacer dedos”. Un hombre que se pone a “hacer dedos” imitando a autores que le gustan. Esto muestra la autentica pasión que sintió por el dibujo toda su vida. Hemos sido afortunados al conocer a los que nos hicieron soñar en la infancia y que a diferencia de otras generaciones no son reconocidos. Hemos de dar las gracias a la familia Bernal por todo este material que está en su poder y al alcance, ahora, para que lo pueda ver mucha gente. Antonio Bernal era una persona de oficio, que se consideraba un artesano, un artista gracias a la libertad con que combinó esta especie de pasión y fidelidad al oficio.

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