lunes, 7 de abril de 2014

Kboom! El cómic Erótico: Kiss Comix con Rocio Vidal, Atilio Gambedotti y Emilio Bernárdez



El pasado 15 y 16 de marzo tuvieron lugar en Barcelona las II Jornadas de Cómic y Autoedición Kboom!, un evento bien organizado en el que autores noveles junto a otros más consagrados presentan sus trabajos, a la par que se realizan diversos talleres y conferencias relacionadas con el 9º arte.

Presento aquí la trascripción de la interesante conferencia “El Cómic Erótico” que tuvo como moderadora a Rocio Vidal, dibujante, directora de Kboom y mujer orquesta, arropada por el guionista y dibujante Atilio Gambedotti y Emilio Bernárdez, editor y responsable de producción de la editorial La Cúpula y artífice de la revista Kiss Comix.

Kiss Comix fue una de las mejores revistas eróticas publicadas en España y la más longeva. Inició su andadura en el año 1991 y su último número, el 239, apareció en 2011. Emilio Bernárdez tuvo mucho que ver en su éxito. Atilio Gambedotti se hizo popular entre los lectores de Kiss Comix por sus historias eróticas de Cuatro Amigas, que incluían fuertes dosis de sexo bien dibujado y cachondo pero siempre con un argumento detrás. En 2012 estas historias fueron recopiladas en un recomendable tomo.





Las preguntas fueron formuladas por Rocio Vidal y el público asistente.

-¿Atilio, cómo llegaste a publicar en La Cúpula?

Me vine a España a los treinta años ya que en Argentina no tenia muchas oportunidades profesionales. Estuve seis meses sin atreverme a ir a la editorial con el material que ya traía hecho expresamente para la revista Kiss Comix. Hasta que me decidí un día y fui directamente a la misma. La verdad es que no me gustaban mucho las páginas que llevaba e hice otras en color. El redactor de la revista Sergi Puertas, me comentó: “muy bien la narrativa, la perspectiva, y la anatomía, pero lo queremos en blanco y negro y más moderno”. Regresé a casa y redibujé las tres páginas. A la semana volví a la editorial y ya conocí a Emilio y empecé. En Argentina solo había publicado esporádicamente pero no para poder vivir del dibujo. Emilio Bernárdez tiene cierta mala fama entre los autores, pero es un hombre que aprecia a los dibujantes y cuando alguien trae algo mal, le puede decir “esto esta flojo podrías probar esto otro”. Pero claro, para los dibujantes que nunca han publicado en ningún sitio y solo han mostrado sus trabajos a familiares y amigos, cuando alguien te dice “aquí te has equivocado”, se lo toman muy mal. Muchos editores solo dicen no me interesa y te vas a casa, pero si un editor te explica en qué te equivocas puedes volver dentro de un tiempo y mejorar tu trabajo. Así empecé a trabajar con la Cúpula  y todo lo demás me llegó después.
Dibujo de Atilio


-¿Cómo ve el público el hecho de que dibujes cómic erótico? Qué si eres un guarro o un pervertido...

Ni una cosa ni la otra y no más que el resto. Lo que pasa es que yo lo sé escribir y dibujar. No eres más guarro que el resto, empalmao todo el día y por temporadas. Si estás ocho o diez horas pensado e imaginando poses, actos sexuales y gente follando todo el día, en algún momento se te tiene que tranquilizar la cosa.

-De hecho, ¿no es una buena señal de que estas haciendo bien tu trabajo?

Sí, y si te pones mejor. Aunque no de una manera húmeda, sino que se pasa al papel y se siente. Uno esta cachondo y lo trasmite, se ve, queda ahí y el dibujo sale mejor, esta más inspirado. Después cortas te vas al baño un rato y vuelves (risas). Algunos de los cómics de los que me han dicho “que bien te han quedado” yo he pensado “y no te cuento como estaba”.


En el número 158 de Kiss Comix empezaba esta nueva historieta de Atilio con guion de Iván Guevara.

- ¿Los editores y la gente relacionada con la edición de la revista también se han tenido que ir al baño?

Emilio: Sí, pero no por este motivo. Quizás en los principios hace unos veinticinco años. Después pasa demasiado material por tus manos, como para que eso te produzca ese efecto. Tienes la cabeza más fría, tienes que revisarlo todo, ver lo que no va a funcionar. Tienes un juicio de valor bastante desarrollado porque has visto muchas cosas. Eres capaz de ponerte en el lugar del lector a través de sus opiniones en los correos y en las encuestas, y saber que es lo que más le gusta, pero eso no quiere decir que te excites con ello. ¡Ojo! Alguna vez me ha pasado corrigiendo, pero tienes que estar por lo que haces, y puede ser que se me escape una carcajada con Ralf Koniff, o que se te ponga dura porque estas leyendo una historieta del Atilio, o que te mosquees con él porque te saca en la historieta. Pero en una revista que tiene 64 páginas y cuyo montaje es de quince días... pasa muy de vez en cuando.


-¿Acabas inmunizado?

Sí, en relación al material que estas viendo, porque tienes que tener la cabeza fría, pero no en relación al sexo. Tú imagínate, la dibujante Giovanna Casotto es una tipa imponente y te pone una historieta delante en que ocurre de todo. ¡Ahí no te puedes poner duro, que la mesa se te levante y empezar a tartamudear! (risas) Tienes que ser un editor serio.


 -Kiss, como revista erótica, fue una revolución en su momento. ¿Qué creéis que fue lo más importante que aporto Kiss a sus lectores, aparte de maravillosos y excitantes orgasmos! (risas)

Emilio: Me gustaría decir que nosotros hemos aportado normalización al sexo. Hemos ayudado a que el sexo se viera de forma normal, no de una manera prohibida. La gente ve el Kiss y dice “ah mira! una revista erótica!”, pero esa revista estaba muy pensada. Había muchas cabezas y muchas ideas detrás de ella. En el momento en que sale Kiss, el sexo es una cosa prohibida, de hecho todo el mundo habla mal de las revistas porno.  El porno es una palabra peyorativa y de lo peor. Un dibujante, guionista o editor de cómics eróticos era lo peor y el sexo era una cosa oscura y todavía aún nos lo pretenden vender así con el aborto. O sea que esos hijos de... están dándonos lecciones de lo que tenéis que hacer las mujeres con vuestro cuerpo, no puede ser...

El caso es que teníamos que ir a parar al kiosco, y queríamos que nos viera todo el mundo y que no nos escondieran. Así que empezamos haciendo la revista nada oscura, la portada es absolutamente blanca y el logo con colores rojo y amarillo. Es decir de los colores más vistosos y más festivos. ¿Cómo se visten las novias? ¡de blanco! De lo más puro. Al principio los ejemplares estaban escondidos en los kioscos pero poco a poco, se empezó a decir que el cómic era un arte, y el Kiss pasaba a primera línea, al lado de cómics, como El Víbora, el Jueves y eran las revistas porno las que estaban más escondidas.



-¿Se siguen teniendo prejuicios hacia el cómic erótico?

Emilio: La gente en general sí. Todo lo que toca el sexo se ve como un negocio oscuro.

Atilio: Todavía sigue habiendo mucho prejuicio. Yo tengo un muy buen amigo dibujante que presentó unas páginas cuando el Kiss todavía existía. Si veías sus primeras páginas eran buenas, pero cuando llegaba al sexo, ¿Qué pasó aquí? El trazo era diferente, no era el mismo que las otras páginas, era algo que se percibía. Me dijo que sí, que la verdad era que le chocaba dibujarlas. Le dije que entonces no lo hiciera. Si no te sale...

Está el dibujante de erótico, de superhéroes, de cómic francés y el cómic tiene que respirar un poco eso. Hay dibujantes de porno que dibujan mejor anatomía que el que dibuja superhéroes americanos. El dibujante de cómic porno tiene eso, que te erotiza, que te divierte. Dices “que tía más guapa”. Pero se pone a dibujar cómic de estilo americano y por más que pille toda la anatomía, su dibujo no habla ni de gloria, ni de poder, ni de potencia. Esas cosas que se buscan en el cómic de superhéroes y si no das con lo que busca la editorial no te van a coger. No vayas a Estados Unidos a hacer cómic porno, ni tampoco a Francia, donde se respiran otras cosas más intimistas, y no solo en los dibujantes sino también entre el público.

Cuando dices que has hecho cómic porno durante diez años muchos ponen la famosa cara de "no estoy poniendo ninguna cara”. Además, como he dicho, uno es un degenerado como el resto de la gente, pero tiene más practica dibujándolo o contándolo y, aparte, encuentra los huecos para colocar sus historias, que no tienen nada que ver con el sexo. El sexo es solo un elemento más que te puede ayudar hasta a narrar. Puedes crear un personaje aniñado, asustado, salvaje, pero por ejemplo, si es un salvaje según con qué personas en el sexo tendrás un problema y eso es poner cortapisas en tu historia.

Yo estoy orgulloso de mi trabajo. Publiqué en Francia, en Estados Unidos, en Italia, en Holanda y aquí. Muchos dibujantes no pueden decir lo mismo y dentro del porno tampoco.


Podeis encontrar más espectaculares dibujos de Atilio como estos en su blog

Emilio: Yo también me siento orgulloso. En La Cúpula siempre hemos hecho cosas políticamente incorrectas. Como el sexo lo era, teníamos que hacerlo, y me alegro muchísimo de que lo hiciésemos.

Atilio: Es que el Kiss Cómix nació por ti. Fue tu idea, tu lucha.

Emilio: Sí, fueron dos años de lucha infernales con los socios, dentro de la editorial, para conseguir convencerlos de que el proyecto podía ser viable.

Atilio: Para trabajar en el Kiss tienes que tener unas bases. No todo vale, aunque parezca que sí cuando hablamos de porno. Nada de violaciones, nada de vejaciones a la mujer, nada de maltrato, y eso ya dice mucho. Otras revistas de España lo hacían. Kiss era ver y poner el sexo tal como es, algo guapo, satisfactorio, placentero... Sí que se buscaba una idea. Mostrar el sexo como algo positivo contra una sociedad que todavía intenta de muchas maneras, aun con la libertad que hay, demonizarlo. Un dibujante de la revista El Víbora, cuando esta cerró, quiso trabajar en Kiss, y cuando trajo las muestras, Emilio le dijo ¿pero que es esto? Todo es muy sucio, esto no pone. Y el tío dijo ¡pero si el sexo es algo sucio!. Obviamente no trabajó en Kiss.

 Emilio, Rocio y Atilio. No, no es el título de una serie de la factoria Bruguera. Fueron los conferenciantes de esta "novena mesa de papel".


Tres dibujos de Rocio Vidal que conto que al principio a su famila se le hizo dificil saber que trabajaba en cómic erótico.

-¿La gente se daba cuenta de este trabajo interno de la revista?

Emilio: De lo que te contaba de la portada de Kiss no te das cuenta hasta que te lo dicen. Uno va y lo compra pero en realidad lo percibe. Lo que tienes que hacer si quieres dar ese mensaje es hacer que lo perciban. En Kiss había sexo y era muy explicito, pero no podía ser cualquier sexo. A nosotros venían dibujantes con trabajos e historias que no se habían hecho nunca en la revista porque no lo dejábamos. No te vas a cagar en la boca de no sé quien. No lo hemos hecho porque no queremos tocar algunos temas. El sado se tocaba muy suavemente, cosas de fetichismo, no sado explicito. Los sadomasoquistas nos preguntaban por qué no publicábamos algo de esta temática, pero eso no es lo que queríamos para nuestros lectores.

 Foto de la antigua redación del Kiss Comix extraída de la citada revista


En sus momentos algidos la revista llego a vender más de 30.000 ejemplares mensuales y se publicó en países como Francia y Estados Unidos. Historias de calidad y es que en ediciones La Cúpula siempre han apostado por  los derechos de autor y esto al final se nota para bien.

Atilio: Ni sexo con animales. Estaba prohibido. En un momento en que estaba cansado de que los dibujantes me preguntaran que había que hacer para trabajar en la revista, hice un decálogo de cómo trabajar para Kiss.

El cómic Cuatro Amigas, va de unas amigas que andan por ahí y es acerca de la idea de la felicidad personal. Es algo muy real. Hablo de la amistad, y sí, follan, hacen orgías, un sanwichito, pero el cómic no va de eso. Nunca puede ir solo de sexo. Tiene que haber una buena historia o tema de fondo.

-¿Cómo ideas las escenas de sexo?

Como cualquier película, como una serie de televisión, o como un libro. Tienes un planteamiento, un desarrollo, a ser posible un nudo (aunque en el sexo es difícil) y un desenlace. Tienes un pequeño argumento. Cualquier escena tiene esas partes, pero aquí haces sexo. Como en cualquier película, quince minutos antes de que termine, llega el follón, la súper mega batalla, las escenas mas potentes. La intensidad va aumentando hasta el final y te corres metafóricamente en este caso. En Iron Man la batalla con todos los robots es al final. Es el “climax” nunca mejor dicho. Hablando de sexo no vas a empezar el cómic en lo posible dando por culo (risas), déjalo para el final. Como que es más potente y prohibido. No a todas las chicas les gusta y eso también tiene su morbo. Y vas sumando ese morbo hacia el final. Y si la historieta empieza con alguien corriéndose la siguiente página va ser de otra cosa. En realidad hacer superhéroes o hacer pornografía en sí en su estructura no es tan distinto. Cambian los códigos que se utilizan.

 Arte de Atilio

-¿Cada historieta es un orgasmo o creáis historias multiorgásmicas?

Sí, yo he llegado a meter en un solo guión de ocho páginas una historia de esclavas sexuales, vendettas, asesinatos, y dos polvos.
Cuando terminé Cuatro Amigas, Emilio me dijo “¡fantástico!, pero por favor vuelve al humor, que la historia al final te da mal rollo”. En verdad cuando estas de mal rollo tu obra también lo refleja. Me estaba preguntándo acerca de la amistad, las relaciones, la utilización de las personas, todo eso esta ahí y en el medio sexo, pero también amor, sufrimiento... Follan sí, pero muestro todo lo demás.

Cuando uno tiene sexo se deja llevar, y si conoces a las personas sabes qué cosas van a hacer y qué no. Dibujando pasa igual.

 Portada recopilatorio Cuatro Amigas

Emilio. Kiss era un revista que contenía cómic erótico de autor. No era un cómic de encargo que hacías erótico. No, ahí el autor contaba sus cosas, sus vivencias. Si te quedas en la follada no, pero si ves el trasfondo de la historia eso influía. Era lo que  Atilio estaba sintiendo la mayoría de las veces. Cuando se mosqueaba conmigo me colocaba en la historieta, si estaba mosqueado con el casero, o con los lectores que pirateaban, Atilio lo metía ahí todo.

Atilio: Cuando hice Flora en realidad lo que estaba haciendo es explicarme a mí mismo como se hacia un guión. Conversaba con el personaje, me peleaba con él porque no quería hacer porno. Yo tenia que intentar convencerlo, engañarlo, manejarlo. Pero como un personaje tiene sus características propias no lo puedes forzar. Si en esta viñeta no quiere en la otra tampoco, tiene que pasar algo para que cambie de idea. Yo se lo decía al personaje, me lo decía a mí y se lo decía al publico.



El autor conversa con el personaje Flora en la historia "Érase una vez una orgía" 

 -¿Cómo se percibe dentro de la industria del cómic al autor de este tipo de genero?
Depende de quien, es algo personal, pero algunos también ponen cara de asco. Pero cuando explico que ha cerrado Kiss, que  estoy trabajando para Estados Unidos en los Transformers y que trabajé para la DC, les cambia la cara mucho. Los prejuicios estallan en su propia cara. Me miras mal porque hice esto, pero con esto otro no. Y te preguntan ¿Cómo entraste? Pues trabajando mucho.

 Transformers por Atilio. ¿Qué le estará proponiendo el robot a la robotita? ¡Je!

-¿Qué consideráis que queda por contar o aportar a una sociedad aún tan llena de tabúes en el cómic erótico y en el sexo en general?

Emilio: las historias que quieran los autores. Las barreras son el pan nuestro de cada día, seguirán existiendo. No le vas a vender un revista erótica a alguien del Opus Dei. O sí se la vendes, pero que no lo sepan sus amigos. Y hay una doble moral. Nosotros fuimos en varias ocasiones a algunas imprentas y algunas se negaron a imprimir nuestra revista y eso que éramos de las que más tirábamos en España. Pero eran grandes grupos de impresión que estaban editados por el Opus Dei o tenían intereses creados con el grupo ABC, ect...

Atilio: Siempre habrá gente que mirará mal el porno, aún hay racistas. Hay que ser un poco rudimentario para no ver la realidad y seguir con ideas de ese estilo. Con Kiss Comix igual. Para mí la manera de defender este trabajo era hacerlo bien, lo mejor posible. El mejor reconocimiento es que un lector me dijera “compré la revista, creí que era para pajilleros, ¡pero cómo me gustó tu historia! Me fastidió que hicieras esto al personaje”. Pues bien, has sufrido, te hice algo, a parte de tocarte. He trasmitido.¡Fantástico!

 El último número de la revista. Los factores que acabaron con esta segun un panel de la exposición Kiss Comix en Kboom! fueron varios: la especulación con el cambio al euro, la desaparicion de kioskos por las crisis y la expansion de Internet. Entiendo que esto último relacionado tambien con la pirateria.

3 comentarios:

  1. Hola !
    Solo una salvedad, el guión de flora es escrito por mi, con Iban colabore antes de este trabajo en otras series, fue una error que saliera su nombre en la revista!
    de todas formas, muchas gracias!

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  2. Hola Atilio. Un placer que comentes en el blog. Ya he corregido el error. Muchas gracias!

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