¡DESEARAS
QUE LLEGUE
LA NOCHE!
Este anuncio a página completa en La Vanguardia interrumpía mi café con leche matutino sin el cual no soy persona. La limpia visión de ese culito en reposo, así de sopetón, impacta. La cosa va de una camas “the dux bed” que con “un exclusivo sistema de adaptación individualizada mantienen tu cuerpo en una posición natural y relajada y a la máxima calidad de cada uno de sus componentes”. ¡Hombre!, yo no se si iba a estar calmado ante esa visión, y la posición natural y nada relajada seria en dirección a una conocida población que se necesita para orientarse en estos casos. Pero efectivamente sí que desearás que llegue la noche, claro, y la cama te importara tres pimientos. Eso sí, deben de ser camas para hombres, porque casi todas las mujeres, a primeras, no las desearan...
El sexo vende, pardiez!
ResponderEliminarRaro es que no salga una horda de feministas con mucho tiempo libre a denunciar la ofensa...
jajajajaj...
ResponderEliminares verdad el sexo vende.. a veces....
besos
Y dónde dices que venden esas camas?
ResponderEliminar;D
el anuncio ha conseguido su objetivo...que te fijaras en el producto jajajajajaa
ResponderEliminarYo es que estoy muy contenta con mi colchón "lo monaco" jajaja...
ResponderEliminarjajaja menuda forma de llamar la atención.. subiran la venta de los colchones?
ResponderEliminarNo estaba muerto que estaba de parranda.
ResponderEliminarYa puestos la podían haber puesto panza arriba, así mataban dos pajaros de un tiro, COLCHÓN Y MANTITA.
Un abrazo pa las feministas con mucho tiempo libre!
No te confundas, el sexo vende tanto para mujeres como para hombres y por lo visto, los estímulos funcionan casi igual para unos que para otros.
ResponderEliminarUn beso,
Hala, todos a dormir
El sexo siempre vende u al menos llama la atención. Pero del anuncio solo recordamos el culo y no la cama y marca creo yo...Un saludo pa tos!!!
ResponderEliminarAquí debe ser donde se le ocurrió a alguien meter látex en los colchones.
ResponderEliminarTiene una buena siesta, si señor. El colchón, digo.