El martes 22 de noviembre del 2011 en la Biblioteca Sant Martí de Provençals tuvo lugar una charla del divulgador de tebeos y periodista Antoni Guiral con el maestro del cómic Francisco Ibáñez. Este evento fue debido a la inauguración del centro de interés dedicado a Mortadelo y Filemón en esta Biblioteca.
Esta es la primera parte y más amplia de lo que allí se habló:
- ¿De niño en tu escalera tuviste la opción de leer tebeos gratis?
Tenía un vendedor de periódicos debajo de la escalera donde vivía. Un kiosquito de prensa diaria, también tenía toda la prensa infantil. Alguna vez le habían robado y en el piso le guardábamos cajones. Cuando subía aquellos cajones llenos de tebeos, metía la mano y empezaba a sacar todas las colecciones. Desde entonces tengo tortícolis de leer los tebeos con la cabeza de lado, porque los tebeos no pasaban por la guillotina como ahora y quedan todas las paginas sueltas... Por la parte superior estaban cogidas, la una a la otra y para que no se vieran usados los tenía que leer con la cabeza torcida.¡Que infancia más rica pase yo con los tebeos!¡Los conocía todos!
-Seguramente uno de esos tebeos se llamaría Chicos. El mejor tebeo que se hacia en España en los años cuarenta. O al menos el mejor tebeo de aventuras. Era extraordinario. Y tu publicaste tu primer dibujo en esa revista.
Exactamente no recuerdo si fue a los seis o a los siete. Ese semanario tenía una sección que era de colaboración de los lectores. Todos los chiquillos enviaban dibujitos y los publicaban. A los que quedaban en primer lugar les daban un premio en metálico cada semana. No me acuerdo si era un duro o cinco duros, pero era una fortuna. Por lo menos creo que gane un duro. Te hacia una ilusión ver tu dibujito de 5x5 cm publicado. Aquel fue mi primer dibujo. Del primero al segundo pasaron bastantes años...
-No tantos... A los 14 años entras de Botones en el banco Banesto.
Entonces sí que empezaba a publicar algo. Había unas revistitas, ahora se llaman fanzines. Entonces no tenían nombre eras unas revistitas de aficionados a la historieta. Te ponías en contacto con ellos y si les gustaba lo que hacías te lo publicaban. La parte económica quedaba olvidada por completo, pero era bonito. Desde entonces hasta ahora ha habido un cambio de una sola palabra, entre el colaborador y el editor. Antes le llevabas el dibujito al editor y le preguntabas ¿cuándo? ¿cuando lo van a publicar?. Tenías el ansia para enseñárselo a los amigos y decir mira esto lo he hecho yo. Con el paso del tiempo lo que le preguntabas al editor era ¿cuánto? (risas)
-Empiezas a publicar profesionalmente cuando tienes 16 años en la revista Nicolas en 1952 y aun trabajabas en el Banco.
También en Chicolino, luego empecé en una que se llamaba la Risa que ya era importante. Había una serie de animalitos que se llamaban Hipo, Monito y Fifi, unos vegetales que se llamaban Rabanito y Cebollita. Todos estos personajes hablaban. Esta revista tenían mucha difusión. Luego ya entré en Bruguera creo que con 19 y estuve haciendo un tiempo paginitas de chistes, comentarios de cosas comicas y en el año 57 yo cree a Mortadelo que se comenzó a publicar a principios del 58 ¡ y aún sigue el maldito! (risas)
-Antes en las casas los padres valoraban mucho que un hijo trabajase en un banco, porque era un trabajo fijo, seguro, pero en un momento dado lo dejas. ¿Cómo se vivió eso en casa?
Fue terrible. Un trauma. Cuando dije en casa que dejaba el banco para dibujar. ¿Tu estas loco?¡piénsatelo!. Fueron unas semanas tremendas. En aquel entonces los sueldos que daba la banca no eran para comprarse un yate.... Y al poco tiempo trabajando dibujando empecé a ganar el doble o triple de la banca. Entonces en casa ya empezaron a mirarme bien.(risas). Pero en su momento me costó lo suyo.
-Al poco de entrar en Bruguera, entras en el 57 y a finales de año propones la idea de una serie protagonizada por dos detectives que es una parodia. Creo que el titulo al final no es tuyo. O sea tu propones unos títulos y es posible que en la editorial el señor González te dijera.. ¿Tu propusiste también ese titulo?
Recuerdo que a parte del personaje se proponían varios títulos. En este caso en concreto me dijeron, mira Ibáñez se ha quedado una página en blanco, queda feo publicar una página en blanco en la revista, haga usted algo, unos personajes aunque sea. Algo distinto de lo que ha hecho hasta ahora, o sea haga usted algo que tenga gracia...
Nosotros cuando creábamos un personajes hacíamos un proceso y presentábamos cinco o diez. Uno muy definido que era el que nosotros queríamos seguir y otro hecho de cualquier manera solo para llenar página para que el Dire viera que habíamos trabajado a lo loco. Él los miraba y elegía el que más le gustaba. El que tu querías (risas)
Para Mortadelo , también pensando en la posibilidad de venderlo en el exterior, pensé en Mister Cloro and Mister Yesca agencia detectivesca. Entre ellos estaba Mortadelo y Filemón. Claro en el cincuenta y tantos la hambruna todavía estaba muy presente en este país. Y lo de Mortadela le daba al lector cierto aroma y le gustaba y no digamos Filemón recordando al filetón. En realidad esto del nombre no importa, se podían haber llamado Pepe y Juan. La fama de los personajes de historieta es con el tiempo, lo que van haciendo, que tengan gracia, y es el personaje el que hace al nombre, no el nombre al personaje. aunque inicialmente en los primeros números ayuda bastante.
-¿Trabajar en Bruguera, en aquel momento era como trabajar en Hollywood dentro de lo que son los tebeos en España?
Pues sí. Por que además Bruguera tenía un sistema. Cuando entre aun había unas cuantas editoriales en el país que se dedicaban a la revista infantil, pero Brugera se lanzó a publicar masivamente a lanzar revistas y más revistas. Brugura llegó a hacerse la competencia a si misma. Como publicaba tanto había cosas que era imposible de venderlas, al cabo un tiempo tenían que reciclarlas. Todo al efecto de hundir a los demás. Y lo consiguió. Nicolás, la Risa... todo fue cayendo hasta que quedo solamente Bruguera. Claro trabajar en Bruguera era en lo máximo que hay aquí pero es que no había nada más.
-De Mortadelo y Filemón durante diez años tu escribes y dibujas las páginas. Aventuras de una o dos páginas que se publican en Pulgarcito, en Tio Vivo, pero llega un punto en que aparece una revista que se titula Gran Pulgarcito que es de tamaño grande y empiezas a ver a Mortadelo y Filemón pero en una historieta larga. Y son agentes de la T.I.A, hay más personajes ¿Cómo fue esto?
Si yo hubiese seguido durante muchos años haciendo Mortadelo tal y como nació, habrían llegado cartas al director que dirían: Oye ya esta bien de rollos, siempre es lo mismo... Yo siempre he intentado que el personaje tenga algo de plena actualidad, que vaya cambiando con el tiempo. Igual que la apariencia y vestimenta del personaje varia mucho desde las primeras páginas en que se publica hasta pasar unos cuantos años. Cuando parimos un personaje hay una serie de detalles que con el paso del tiempo hay que añadir o quitarle algo. Le quitamos cosas para ponerle nuevas. Pasado el tiempo pensé que ya estaban bien de esto, que hay que darle otra salsa, otra agilidad a estas historietas. Filemón se metió en la TIA que le hacia la competencia a la C.I.A. Empezaron a surgir casos y cosas. Surgieron personajes de plena actualidad como son políticos, gente del cine. Los grandes acontecimientos empezaron a reflejarse, como son por ejemplo, las Olimpiadas, los Mundiales del Fútbol. Cualquier cosa que ocurría. Me acuerdo que hice uno, hace muchos años ya, que se llamaba el nuevo cate. Era sobre la renovación de la liturgia de la iglesia. Gasté una cantidad de tinta china porque había una infinidad de curas con sus sotanas de negro.¡ Kilitos de tinta.! Detalles así que luego la gente coge la revistita, mira las historietas de Mortadelo, y ve que esas mismas cosas las esta viendo en televisión, oyendo por la radio, leyendo en los periódicos y eres conciente de que parece algo fresco, las lechuguitas recién cogidas del huerto. Esto quizás ayuda un poco más a las ventas de Mortadelo.
-Una de las cosas que no pierde Mortadelo es el arte del disfraz. ¿Cómo se te ocurre que Mortadelo aparezca disfrazado siempre, porque Mortadelo aparece disfrazado desde la primera historieta publicada?
Mortadelo y Filemón venían a ser dos personajes como muchos de las revistas de su tiempo, parecidos al guardia y ladrón que siempre acaban persiguiéndose uno a otro con el garrote. Íbamos a parar a lo mismo y la gente ya estaba acostumbrada. Entonces pensé, mira un aliciente para que tenga más gancho para el público esto de los disfraces. Buscar el disfraz más inverosímil del mundo y ponérselo a Mortadelo. Igual se disfrazaba de león, que de pulga, de elefante, de motocicleta. Se disfrazaba de todo y esto a la gente le atrajo, juntamente con lo absurdo de los temas.
-¿De donde sacaba Mortadelo al principio los disfraces?
Al principio los llevaba en una especie de bombín muy largo. Se quitaba el bombín, se sacaba el disfraz, se lo ponía, para quitárselo lo volvía a poner en el bombín. Aquello se comía muchas viñetas y en el afán de darle al público cada vez más gags, pensé voy a hacer que no se disfrace sino que de una viñeta a otra se transforme. Que sea un transformista. Así en una historieta de ponerse uno o dos disfraces al convertirlo en un transformista podía ponerse veinte. Recuerdo una aventura que se llamo “El disfraz cosa falaz” que después de haber hecho ya cientos de disfraces, conseguí sacar doscientos y pico nuevecitos. Tenía detrás de donde trabajaba una enciclopedia de un montón de tomos, cogía uno empezaba a hojearlo, a sacar cosas raras para convertirlo en disfraces. Lo disfrazaba de todo, absolutamente de todo.
Los disfraces que más me gustaban a mi, era hacerlo de pulga, cogía el rotulador y con un punto ya estaba hecho, o de hombre invisible, no tenía que dibujarlo. El Dire me decía que ingenioso eres, pero me lo disfrazas aquí de Luis XVI con su camisita y su camisú o se va usted a la calle. Se ha disfrazado de todo. Ahora pienso que le pongo que le pongo, es tremendo, pero acaban saliendo los disfraces. Si tenéis alguna idea me la dais. (risas).
-¿Crees que a partir de aparecer las primeras historietas largas en Gran Pulgarcito la serie despega?. Empiezan a salir los álbumes, da la sensación, visto desde fuera, que empieza a ser un poquito, más popular.
Quizá sí. Luego también empezó el asunto este de las grandes firmas de ejemplares. Antes no se había hecho jamás en la vida. Empezó con poquita cosa, luego las colas empezaron ha hacerse cada vez más largas. Se anunciaba que Ibáñez firmará de seis a ocho y han llegado las ocho hay una cola espantosa. Han llegado las nueve, las diez, las doce y firmando como un loco. Lo cual te deja muerto completamente pero es bonito. A pesar de los cincuenta y pico años transcurridos la gente continua leyendo Mortadelo y le gusta. Te encuentras muchos amigos, digo amigos entre comillas, por que te dicen yo con lo tuyo lo que me he reído, me haces revivir, tu trabaja, no te mueras nunca, trabaja, trabaja...(risas) ¡Amigos de verdad! Como lleva tantos años publicándose hay gente que te dice yo he gozado con esto, mi hijo también que lo estoy introduciendo, mi padre se lo pasaba en grande, y el abuelo no veas el abuelo. Al final dices (entre risas) y tu bisabuelo y tatarabuelo también. Pero es bonito.
Imagínate más de cincuenta años.
Una vez firme a cuatro generaciones a la vez. Venían tres personas, el abuelo, el hijo y la nieta que ya era mayorcita. Me dieron cuatro nombres. Y digo ¿y el cuarto donde esta? la nieta se señala la barriga diciendo aquí aquí.
Estas cosas te ayudan a seguir trabajando, cuando a veces ya estas cansado y hasta el gorro de Mortadelo.
-Es curioso porque cuando hablamos de Mortadelo y Filemón, todos decimos Mortadelo. No mencionamos a Filemón. La revista que se publicaba en 1970 se llamaba Mortadelo...
Hay muchos personajes de historieta que actúan solitos, pero yo me lo miraba y decía este personaje tiene que decir algo, al estar solo a lo largo de la historieta, habla solo y parece tonto. Como cuando vemos a alguien por la calle hablando solo .¡Esta ido! A casi todos mis personajes les he buscado un interlocutor. Pepe Gotera estaba con Otilio. Incluso a veces he tenido tres como en Chicha, Tato y Clodoveo. En Mortadelo el que tiene la importancia es el y el otro es simplemente , es como si dijéramos en el circo el clown y el augusto. Uno te hace reír, en este caso es Mortadelo, y el otro prepara el chiste y tal para que este se deje ir.
-De todas maneras estamos hablando de Mortadelo y Filemón pero supongo que sabéis que Ibáñez ha creado muchas series a lo largo de su vida, de su dilatada trayectoria profesional, que queda muy bien decir eso.
Algunos personajes fueron publicitarios por ejemplo no se si recordáis hubo un personaje que se llamo Pepsi-Man de Pepsi-Cola , Balín i Balón que anunciaban unos balones o Don Pedrito.
Sí, Don Pedrito creado por los estudios Moro en Madrid. Este personaje, Don Pedrito, este fue la pera. Se hizo porque al jefe supremo del gigante editorial de la época le gustaba ese personaje entonces. Salía en la pantalla del televisor una cabeza, así de gorda, enorme, el cuerpo era del tamaño de una oreja , pequeñito, pero la cabeza era enorme con su sonrisa quedaba bien. En la pantalla se limitaba a caminar acercándose hacia el espectador, cantando eso de “Esta como nunca esta como nunca “ y daba el nombre del coñac. Compraron los derechos y que lo haga el Ibáñez que lo haga el Ibáñez.
Me llama el Dire: “El jefe quiere que hagas esto” a pues bueno, adelante.
Cuando me pongo a hacer la primera viñeta, ¡ostia que pasa aquí! El personaje no podía ni meterse el dedo en la nariz, porque no llegaba. No podía rascarse una oreja, ni quitarse o ponerse un sombrero, imposible, la mano no le llegaba.
Anda que no sudé tinta para hacer aquello. Lo resolví de una forma falsa, con una falsa perspectiva y tal fue espantoso. Menos mal que ya pasó.
-De todas manera fijaros en el tema en una publicación para niños el personaje era la mascota de un coñac. No se si eso era una publicidad subliminal para que esos niños bebiesen coñac o no. Hay muchos personajes de Ibáñez que no eran Mortadelo y Filemón ni de publicidad. Algunos son más interesantes o tal vez a ti te gustan más que Mortadelo y filemón
Hay uno sí, uno. Sobretodo uno
-¿Cuál es?
Es el único que va solo, que es Rompetechos. Es aquello que dicen que el personaje acaba pareciéndose al autor el autor al personaje, con el cráneo brillante o no, aquí ocurre. Además se presta mucho, al ser miope perdido, a que le pasen cosas raras.
Es el único personaje que ha sido imposible publicarlo fuera del país, claro muchos de sus fallos se basan en letreros de establecimientos, de periódicos... al cambiarlo de idioma ya se venia todo por los suelos. Y no importa, a mí siempre me ha gustado mucho hacer ese personaje y es el único que con el paso del tiempo conseguí recuperarlo otra vez . Después de haber pasado muchos años del gigante editorial, con la nueva editora Ediciones B , hay una revista que se llama Top cómic Mortadelo y allí conseguí hacer las páginas centrales. En vez de hacer una paginita de Rompetechos hacía 6. Lo cual permitía hacer gags a cientos, los que quieras y disfrutaba. Yo disfrutaba con el personaje.
Os advierto que en realidad todos me han gustado, el botones Sacarino, una reminiscencia de cuando yo estuve de botones en el banco (tienes que decir que era aquello, si era aquello, pero no tenía nada que ver )
Unos personajes que reflejaban mucho el espíritu nuestro eran Pepe Gotera y Otilio, Aquello de las chapuzas que se van haciendo en las casas y se empiezan a liar cosas no tenías que estrujarte mucho la cabeza.
Tengo una anécdota con mi señora que nos vino un señor lampista igual que mis personajes. Me hizo ahí unas zanjas puso una tuberías y cuando le dio al agua...Si hubiera estado ahí el Bohígas u otro mago de la luz se hubiera quedado con la boca abierta. Ahí el agua salía por todas partes, unos surtidores, solo faltaban las luces. Eso se convirtió en Pepe Gotera y Otilio.
Otra sección que le gustaba mucho a la gente y que para hacerla era el parto de los montes, era espantosa esa sección, era 13 rue del Percebe.
13 Rue del Percebe costaba horrores, horrores. Dibujarla era rapidito estabas en seguida, pero claro mientras en el resto de las historias que yo hago, que hace cualquier profesional, el personaje pues anda, esta en su casa, esta en la calle, esta en el campo, esta en la playa ...En 13rue del Percebe el personaje tenía que estar siempre metido en su casa, ahí, siempre en su pisito. Era espantoso. Cuando llevaba hechos 100 números y ¿que les pongo yo ahora?. Salían, a base de apretarme la cabeza, barrinar la cabeza y salían, salían. Y les gustaban mucho a la gente.
Y no se si hubo alguno más. Ande y ríase usted con el arca de Noé dedicado a los bichos, otras dedicadas al deporte, la historia esa vista por Hollywood que la creó el gran Vázquez. Este era un autor que tenía una gracia tremenda, de los mejores historietistas que ha habido en este país, pero con unas ganas de trabajar que cabían en una botella. Fallaba muchas veces y me hice cargo de esa sección.
También estaba la censura que en ese tiempo era espantosa, siempre estaba encima. En uno de los pisos era una especie de Doctor Frankestein. Un señor que inventaba monstruos. Durante un tiempo estuvo publicándose y la censura no dijo nada. Hasta que una semana llega ese piso tachado con el temible lápiz rojo de censura. Pensaba será un error, pero nos envían la correspondiente carta diciendo que el autor se permitía en uno de aquellos pisos surgiese un individuo que era capaz de crear seres humanos y ese autor debe tener en cuenta que los seres humanos solo puede hacerlos el sumo hacedor. (risas) ¡Usted perdone!¡Fuera! Aun me hicieron un favor, ya que siempre pensaba que le pongo ahora al Doctor.... Estuvo un tiempo la portera del edificio que intentaba alquilarlo usando mil trucos y luego vino un sastre que dio nueva sabia a la página. A mí me fue la mar de bien.
-¿No tuviste ningún otro problema con la censura?
Como había mucho trabajo y era mucho más que te lo devolvieran para rehacerlo otra vez ya nos cuidábamos bastante de lo que salía. Y aun así y todo, recuerdo que había la sección en la de revista Can Can “la historia vista por Hollywwod” en que se sacaban personajes reales como Atila, Marco Polo.... Y pensamos vamos a variar y que salga la ballena Moby Dick. En una de las viñetas se veía la ballena en una cueva submarina rodeada de calamarcitos, a su lado el balleno la miraba con cara de enfadado y a lo lejos se veía un calamar gigante silbando y con cara de que yo no tengo nada que ver. Sin mayor importancia... Llega la carta de censura diciendo que como se permitía el libidinosos autor (el libidinoso autor era yo) hacer una historieta en una revista dirigida a los niños que tocaba el tema del adulterio. Yo decía ¡que son ballenas!
Si en la última viñeta salía el típico personaje con el garrote que perseguía a otro. A veces lo dejaban pasar, a veces venia tachado. ¡que si era una exaltación de la violencia! A veces ya preguntábamos ¿Esta semana el garrote de que talla lo ponemos?
En el Capitán Trueno les hacían desaparecer las armas.
-Todo lo que se publicaba a nivel de tebeos y de prensa debía llevarse previamente a la dirección general de prensa de la declaración provincial de Barcelona. El lápiz rojo indicaba que eso no se podía publicar y habitualmente se hacia una ficha en que se indicaba el motivo. Lo del Capitán Trueno es muy curioso porque algunas aventuras de El Capitán Trueno que se publicaron completas en los años cincuenta cuando se reeditan en los sesenta como la censura esta legislada y describe perfectamente lo que se puede y no se puede publicar en los tebeos hay cosas que ahora están censuradas. Las espadas desaparecen, gente que cae abatida por una flecha pero que esta desaparece y por lo tanto lo que ocurre es que se desmaya.
En una historieta de Víctor Mora salía una tribu que era de unas señoras luchadoras. Se publico, pero vino una nota. ¡No! Aquí en nuestro país la mujer es un ser dulce cuya labor esta limitada al ámbito del hogar y no puede estar con las espadas... ¡disparates continuos!
-Volviendo a Mortadelo y Filemón has dicho que a partir de los setenta atienden a la actualidad. Primero empiezan con las olimpiadas, luego van introduciendo los temas de carácter social, político y aparecen personajes reconocibles, autores, presentadores de televisión... Supongo que allí habrá algunas anécdotas. Por ejemplo, en el álbum que se titulaba “El señor de los ladrillos”, nos puedes explicar que paso con el protagonista...
Me ha pasado un par de veces. Estar terminando una historieta en que sale un personaje famoso ya mayorcito y entonces se nos va de este mundo. ¿Y que hago yo ahora? En el caso de “El señor de los ladrillos” salía el famoso constructor que luego fue alcalde de una ciudad, que tenía un caballo que se llamaba imperioso... Lo hice salir y creo que él mismo se hubiese reído, pero cuando yo estaba en las últimas páginas le dio un pof y se marchó de este mundo. Entonces a mí me daba reparo publicarlo con este señor en su agujerito ya y tuve que coger todo el álbum y empezar a pegar encima de su cara papelitos y hacer una cara nueva distinta completamente y así poder sacar el álbum.
Con un Papa me paso igual, tenia que haberlo pensado por que los Papas los nombran de cien años para arriba y cayo inmediatamente. En otro también salían personajes políticos he hice una llamada poniendo que el autor declina toda responsabilidad si al acabar de publicarse esta historieta el señor se nos va por otros mundos. ¡Es que ya estaba hasta las narices! (risas)
-¿En algún momento has parodiado alguna persona y se ha dirigido a ti molesto o al contrario, para hacerte algún comentario?
No, al contrario me he visto allí, ¡Que gracia! En Barcelona 92 salieron varios políticos... Varias agencia de prensa mandaban alguna cartita diciendo lo bien que se lo habían pasado por haberse visto reflejados en la historieta. Todos menos uno, un señor chiquitajo y tal... que no contestó en absoluto.
Aunque si una vez uno a través de su abogado... Al sacar al personaje en la historieta, aunque se parezca mucho, procuramos que no se exacto, algo parecido. Entonces había un personaje en política que tenía un hermano: Juan Guerra, que tenía que salir. Y le puse de nombre Juanito Batallas, algo que recordaba Juan Guerra. Salió publicado y al cabo del tiempo recibo una carta del abogado del norte del país de un cuartel: Que había puesto el caso en manos de la justicia que como había permitido yo usar el buen nombre de su cliente Don Juan Guerra, se ve que era un Almirante o por ahí ... Luego no paso nada, pero cosas así han ocurrido.
CONTINUARÁ