Reseña: Super 8

Va De Chine:

SUPER 8:
SIN VALOR AÑADIDO

Breve sinopsis: Nos encontramos a finales de los setenta. Unos chavales intentan realizar una película sobre zombis con una cámara Super 8. Sin querer presenciaran un accidente de tren que oculta un terrible secreto.

El director J.J. Abrams nos transporta a la magia de las películas ochenteras como Los Goonies, Cuenta conmigo o Exploradores pero con los medios digitales actuales. En este sentido el accidente de tren es espectacular. Cine de ciencia ficción y fantasía clásica.
Todo el ambiente, los decorados y las situaciones son un cóctel bien agitado y servido de aquellas películas que hicieron soñar a muchos hace más de 25 años. El pueblo, la habitación de los niños, la pandilla, la incomprensión de los adultos, y sobretodo el primer enamoramiento. Ese en que el protagonista (nosotros), se fija en la chica e intenta acercarse a ella. Esta es la parte que más toca la fibra y lo continua haciendo. Hasta el cartel de la película esta realizado por todo un veterano: Drew Struzan. Míticos son su carteles de Regreso al futuro, Star wars, Indiana Jones, Blade Runner, Rambo, Harry Potter. ¡La lista es interminable!, e incluye el de ¡Torrente 3!


Super 8 cumple las expectativas si vas a ver una película de chicos que “descubren un tesoro” y han de vivir la gran aventura de sus vidas. Tal vez la última antes del paso a la adolescencia. La escena en que sostienen el mapa de carreteras nos remite a la misma escena de los Gonnies con el mapa del tesoro
Todo esto se cumple pero sin pocos valores añadidos. La película es un pastiche de todas las que ya hemos visto. El pueblo asediado por “un Predator”, los ataques aislados, el ejercito y sus engaños, la guarida... pero sigue funcionando cuando esta bien contado y rodado. El resultado es que te lo pasas bien igualmente.


El merito es en parte por los seis jóvenes actores semi desconocidos hasta ahora. En los momentos de acción y peligro, sus conversaciones se suceden a ritmo vertiginoso con mucho ingenio y provocan la risa del espectador. Todos los niños están geniales y el peso de la película lo lleva muy bien Joel Courney. La parte romántica tiene escenas bonitas y no es que Elle Fanning transmita mucho sentimiento (excepto en la primera toma del corto).

Gran peso de la película lo llevan Joel Cournell y Elle Fanning que ya había trabajado en otras.

Tal vez la última parte cuando se resuelve el misterio de lo que ocurre, las cosas no tienen demasiado sentido: tanques disparando a tutiplé no se sabe a que, y la forma de actuar del ente no tiene mucha lógica.


Se nota en conjunto que esta producida por Steven Spielberg. No en vano tanto él, como el director, de jóvenes cámara en mano, dirigieron sus propias peliculitas, como los niños de esta. Spielberg de niño se había auto erigido como filmador de los viajes de su familia y hacia ver que había monstruos en la maleza que perseguían a sus hermanas. Incluso para dar más realismo les colocaba tomate en la piel. Había llegado a filmar con once añitos choques con sus dos locomotoras de juguete. Avanzando una en pos de la otra con su cámara familiar de 8 milímetros. En parte porque su padre ya estaba harto de repararle sus locomotoras ya que el joven Spielberg las hacia chocar poniendo figuritas en las vías. ¡Si las filmaba perpetuaría su tren!